
Crece el uso de pseudociencias en animales: 'Echan dióxido de cloro para desparasitar'
En España existen grupos de Whatsapp de personas con mascotas que "aconsejan terapias peligrosas" para los animales
Las terapias pseudocientíficas proliferan desde hace tiempo en las redes sociales. Por eso, en elcierredigital.com hemos informado de sus consecuencias en la salud de las personas. Sin embargo, ahora también abundan las que buscan aplicarse a los animales.
Luis Santamaría, fundador de la Red Iberoamericana de Estudios de las Sectas, ha conversado con nuestro diario sobre estas terapias en el mundo veterinario.
Existen infinidad de grupos de WhatsApp y Telegram en el que los usuarios preguntan por remedios alternativos para enfermedades de sus mascotas. Soluciones para una infección de orina, estreñimiento, tumores, vómitos, etc. Se trata de grupos con más de 12.000 miembros donde se 'prescriben' miles de 'recetas'. Algunas no tienen efecto alguno, pero otras pueden producir daños serios en el animal.
Elcierredigital.com ha tenido acceso a los chats de algunos de estos grupos. En ellos circulan remedios como la raíz de regaliz contra varios tipos de cáncer, aceite de coco para el calicivirus o plantas medicinales para desparasitar.
El fenómeno de las terapias pseudocientíficas en la veterinaria
Luis Santamaría comenta que la actual situación veterinaria con la legislación han llevado a muchas personas a recurrir a pseudoterapias. Añade que, a veces, recurrir a este tipo de falsos remedios se debe a la desesperación de no poder brindar cuidados adecuados a sus animales.
Santamaría hace referencia al Real Decreto 666/2023, que limita el suministro de medicamentos a los veterinarios. “Pone con el agua al cuello a las personas que quieren curar a los animales”, comenta. El autor de La Nueva Era en el siglo XXI también apunta a la Ley de Bienestar Animal. “Ofrece un panorama alentador, pero no dota de recursos”, sostiene.

Como situación límite, Santamaría pone el ejemplo de las colonias felinas. “La gente tiene que afrontar la alimentación y cuidados básicos de estos individuos con sus propios recursos. Sin ayuda de las administraciones públicas. Esto hace a estas personas especialmente vulnerables a propuestas más económicas que caen en el negacionismo y en la sospecha de la evidencia científica”, comenta.
En los grupos también se pueden leer contenidos en contra de la vacunación. Un mensaje cita un estudio en el que unos monos fueron vacunados “con el calendario infantil de EEUU y los monos se volvieron autistas”. También aparecen anuncios de cursos. Por ejemplo, un máster de “Terapia Marina” para “aprender de verdad sobre el agua de mar”.
Los remedios de las pseudoterapias
El especialista plantea dos panoramas, ambos con sus respectivos riesgos. “Cuando se recomiendan sustancias inocuas el problema puede venir porque se retrasen o eviten tratamientos veterinarios necesarios”, explica. Por otro lado, Santamaría explica que “se han creado protocolos de disolución y consumo de sustancias con peligro letal, como el dióxido de cloro o el DMSO (dimetilsulfóxido)”.
En uno de estos chats una persona pregunta por algún remedio para su gato con calicivirus. Algunos usuarios recomiendan el aceite de coco, pero otra persona determina que es “insuficiente”. Y escribe: “Yo lo trato con dióxido de cloro, DMSO, plata coloidal, agua de mar isotónica, etc.”.
El perfil de los miembros de estos chats
El experto en sectas indica el tipo de persona que hay en estos foros. “Mujeres de diversas edades. Algunas con ideología animalista y otras desde una humanidad que les lleva a tener compasión por los animales”, explica. “Son personas bien intencionadas, con ganas de ayudar desde su experiencia”, prosigue.

Santamaría afirma que hay profesionales como veterinarios, psicólogos y abogados involucrados en estos grupos. “Hay un interés económico, son sustancias y prácticas que conllevan un gasto y están creando una clientela”, añade. “Otros se mueven con un pensamiento supersticioso, con rasgos de mesianismo cuasi sectario que no admite discusión”, continúa.
“Cuando una persona pone en duda alguna de las afirmaciones, es rápidamente silenciada o expulsada de los grupos”, asegura el también teólogo.
La acción gubernamental
En 2018 se aprobó el Plan para la protección de la salud frente a las pseudoterapias. Lo elaboraron el Ministerio de Sanidad y el de Ciencia. “No se ha desarrollado más allá de una campaña publicitaria y de algunos informes contundentes”, señala Santamaría. “Falta que sea un empeño de todas las administraciones públicas, locales y autonómicas”, prosigue.
El teólogo afirma que “hay colegios profesionales y otras instituciones académicas públicas cómplices”. Por otra parte, el experto en sectas subraya la importancia de la educación. “Necesitamos formación para saber discernir las fuentes, tenemos que dar criterios desde la propia enseñanza para que las personas sean críticas”, asegura.
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