Rebelión en las clínicas veterinarias: 'España prohíbe donde Europa recomienda'

Este 5 de marzo, 5.000 profesionales veterinarios salieron a las calles para protestar frente al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La delegación de Gobierno los cifra en 2.000 manifestantes.

La causa es la entrada en vigor de parte del Real Decreto 666/2023, que afecta a los animales de compañía. Las reivindicaciones giran en torno a la imposibilidad por ley de los veterinarios de realizar ciertas tareas como la venta de medicamentos.

La movilización ha sido promovida por la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE) y la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (FESVET). Bajo el lema ‘Dejadnos trabajar’, la manifestación ha reunido a otros colectivos como la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC).

Cómo afecta este decreto a los animales de compañía

La principal demanda es la derogación del Real Decreto 666/2023 sobre medicamentos veterinarios. La parte de este Decreto que afectaba a la actividad veterinaria entró en vigor el pasado 2 de enero. Concretamente, el artículo 39.1, sobre la comunicación de los datos de prescripciones veterinarias para antimicrobianos. 

Se trata de una trasposición de una  directiva europea que se debe cumplir antes de 2030. “La normativa Europea es mucho más comprensiva”, cuenta Sergio López Valdelvira, presidente de la Asociación Empresarial Veterinaria Española. El veterinario señala la imposibilidad de suministrar el medicamento completo: "somos veterinarios, no somos delincuentes y nos tratan como si fuéramos traficantes".

“En todos los países de nuestro entorno, los veterinarios son los que dan los comprimidos exactos que necesita un animal para un tratamiento”, prosigue Valdelvira. “Aquí te dicen que vayas a la farmacia y compres una caja de 20 y, si necesitas solo seis, ¿qué haces con el resto?”, explica. “O creas residuos o los utilizas mal”, sentencia.

“Sabemos que hay medicamentos que con distintas dosis funcionan y no nos dejan”, prosigue. El colectivo veterinario asegura que deben ceñirse a la ficha técnica del medicamento y “estas están muy obsoletas, no se actualizan”.

Otra de las reivindicaciones es acabar con las “multas millonarias”. “Por no notificar bien te pueden poner multas de 60.000 a 1.200.000 euros”, señala Valdelvira.

La carga burocrática de PRESVET

La normativa establece que las prescripciones de antibióticos deben ser registradas electrónicamente en el Sistema Informático Central de Control de Prescripciones Veterinarias de Antibióticos (PRESVET). Esta base de datos pretende reducir el mal uso de las prescripciones. Sin embargo, los veterinarios señalan la excesiva carga administrativa que supone este registro.

“Burocracia absurda, hay métodos para controlar lo que pide Europa que no hacen al veterinario estar horas rellenando papeles”, comenta el veterinario. “Nos han impuesto legislación que viene hecha para médicos, no tiene sentido en una clínica de animales. Luego han ido copiando y pegando legislación que incluye a los veterinarios de animales de abasto”, declara.

De Agricultura a Sanidad

La plataforma  Vets Unidos ha solicitado una reunión con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Aun así, se esperan más movilizaciones veterinarias. “Una nueva manifestación más masiva. Queremos implicar a la sociedad, porque al final esto es un problema para la sociedad”, cuenta el veterinario.

Valdelvira habla del concepto ‘One Health’: “la salud humana no se entiende sin la salud animal ni ambiental”. “Somos los mejores garantes de controlar las zoonosis, enfermedades que comparten humanos y animales”, añade. El presidente de la Asociación Empresarial Veterinaria Española pone el ejemplo de la rabia  como zoonosis.

El movimiento veterinario pide también formar parte del Ministerio de Sanidad, en vez de Agricultura. Además, demandan un IVA sanitario. “Los médicos trabajan con IVA cero, nosotros estamos trabajando con el del 21%, como si fuéramos un artículo de lujo”, sentencia Valdelvira.