
La cosmética Puig, en problemas: Alardea de ventas mientras cae su valor en Bolsa
La acción del gigante de la perfumería y cosmética que lidera Marc Puig ha caído casi un tercio de su valor en 8 meses
La euforia se ha evaporado en Puig pese a su extraordinario aterrizaje en Bolsa en mayo del pasado año. La compañía pretende cortar la constante depreciación de su acción en el parqué. Por eso hace unos días anunció por sorpresa que en 2024 batió récord de ventas, con un incremento anual del 10,9%.
La empresa alcanzó un récord de ventas netas de 4.790 millones de euros. En el conjunto del año, el segmento principal de Fragancias y Moda registró un crecimiento del 13,6%. Y un crecimiento del Cuidado de la piel.
Su presidente Marc Puig sigue compatibilizando los cargos de presidente y CEO de la empresa. Ha asegurado que "2024 fue un año histórico para Puig, en el que celebramos nuestro 110 aniversario y nos convertimos en una empresa cotizada. Una vez más, hemos obtenido una cifra récord de ventas. Impulsados por los excepcionales resultados de nuestro negocio principal de fragancias y por nuestras principales geografías, EMEA (Europa, Oriente Medio y África) y América)".
"También hemos seguido desarrollando nuestros segmentos de Maquillaje y Cuidado de la piel, logrando hitos significativos como la adquisición de Dr. Barbara Sturm y la ampliación de nuestro acuerdo estratégico con Charlotte Tilbury. El atractivo y la solidez de nuestras marcas y nuestra presencia geográfica nos han permitido superar los resultados del mercado de belleza premium. Así como nuestras previsiones de crecimiento de ingresos a medio plazo", asegura.
Caídas
Puig no encuentra suelo en Bolsa. El 3 de mayo de 2024 saltó al parqué con su acción en 24,50 euros. El gigante de cosmética, perfumería y belleza alcanzó los 27,60 euros el 12 de junio. Y en las últimas jornadas ha caído por debajo de los 19 euros.

La caída de la compañía catalana parece irreversible tras haber decepcionado a los inversores. ¿El motivo? La bajada de los beneficios semestrales de 2024 en un 26,6% pese a mejorar ventas un 9,6% hasta los 2.171 millones.
Puig obtuvo ganancias de 153,8 millones de euros entre enero y junio de 2024. Esta cifra se antojó insuficiente para la mayor operación de salto bursátil del año en Europa. Cabe recordar que los inversores bendijeron su apuesta.
La catalana fue valorada quizá de forma excesiva, 14.000 millones de euros, con el precio de acción por encima de Inditex. Esta euforia estaba motivada por tres años consecutivos de récord de ventas y unos beneficios de 465 millones en 2023.
Gestión polémica antes del salto a Bolsa
Su CEO, Marc Puig, aseguró que la empresa creció hasta junio por encima del crecimiento del sector de belleza premium. Y desde la empresa parecen culpar de la caída de beneficios a los gastos derivados del salto a Bolsa, que fueron 119,7 millones de euros.
Lo cierto es que Elcierredigital.com ya publicaba en abril que "la clave del salto bursátil de Puig es el gran negocio que va a hacer la familia propietaria". "Porque sus acciones están valoradas por encima de las de Inditex (en la métrica precio de acción por beneficio anual). Y, además, retendrán la vara de mando de la gestión. También, de paso, obtendrán recursos externos para intentar mantener su alto ritmo de crecimiento".
Voces bursátiles consultadas por Elcierredigital.com, criticaron que Puig hubiese repartido un dividendo histórico en 2023. "Con el ánimo de cubrir los bolsillos familiares", explicaron. De los 465 millones de beneficios, 186,1 fueron a sus accionistas, principalmente la familia fundadora.
Además, otorgaron un premio especial superior a 80 millones de euros a su plantilla por el salto a Bolsa. Y premiaron con un bono extra de 9,3 millones a Marc Puig. Además, cedieron un paquete de 7,4 millones de euros a repartir a sus directivos.
En total, el 'dispendio' aprobado el pasado 5 de abril rebasó los 280 millones de euros. "Este tipo de premios arbitrarios no podrían darse en una empresa cotizada", advirtieron esas voces.
La cocina del salto a Bolsa
El inicialmente exitoso salto a la Bolsa de Puig contribuyó a favor del rally alcista que goza en 2024 el Ibex35. La compañía familiar buscó rebajar la endogamia a través de fichajes externos, que se unieron a consejeros como el banquero Josep Oliu. Así, incorporó a María Dolores Dancausa, expresidenta de Bankinter. Y a Tina Müller, consejera delegada de la firma de cosmética natural Weleda.
A cambio, tres consejeros de la familia salieron del máximo órgano de dirección. Fue el caso de Marian Puig Guasch, hermana del actual presidente. Y las de sus primos Jordi Puig Alsina y Xavier Puig Alsina.

"En las empresas, y evidentemente yo soy un ejemplo, los miembros de la familia propietaria pueden formar parte del equipo directivo. Y hasta ahora ha sido así. Pero cuando se llega a una cierta complejidad y cuando se empiezan a multiplicar los miembros de la familia, es mejor profesionalizar la gestión". Así opina Marc Puig, tal y como explicó en La Vanguardia.
El CEO también reconoció los problemas que podría sufrir una compañía de las características de Puig. "Las empresas familiares tienen sus trampas. Cuando hay un cambio generacional hay riesgo de peleas por el liderazgo. De perder la pasión o de no encontrar la solución de gobernanza adecuada".
Marc Puig también advirtió que será el último de los Puig en dirigir la empresa. "El próximo relevo generacional de la familia en principio no formará parte del equipo directivo. Pero sí que estarán participando progresivamente en los órganos de gobierno".
Tercera generación y 'mancha suiza'
El nieto del fundador del emporio, Marc Puig, dirige desde 2007 la empresa de cosmética y perfumería. Ésta fue fundada en 1914 por Antonio Puig Castelló, que en los años 20 comercializó el primer pintalabios en España (Milady). En los 40 lanzó la popularísima colonia Agua Lavanda Puig. Y en los 60 internacionalizó la compañía con un salto a París.
El portfolio de Puig incluye en la actualidad marcas propias de la talla de Rabanne, Carolina Herrera, Charlotte Tilbury o Jean Paul Gaultier. Además de Nina Ricci, Dries Van Noten, Byredo, Penhaligon’s, L'Artisan Parfumeur, Uriage, Apivita, o Dr. Barbara. O las licencias de Christian Louboutin, Banderas y Adolfo Domínguez, entre otras.
Este catálogo fue el mejor aval para Puig pese a la 'mancha suiza'. Y es que la compañía está estructurada sobre una maraña de 22 empresas. Todas ellas influidas, en mayor o menor medida, por Exea Ventures SA, radicada en un cantón suizo (Friburgo)
Esta empresa tiene sede social en un país de baja tributación. Hasta 2011 la tenía en una isla caribeña con más sombras que luces, Curazao. La empresa ejerce de matriz de Exea Ventures SL, creada en 1963 y con sede en Barcelona tras haber estado domiciliada hasta hace cuatro años en Países Bajos.
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