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Hombre de traje y corbata hablando en público frente a dos micrófonos con fondo azul
INVESTIGACIÓN

El BBVA intenta salvar su polémica OPA sobre el Sabadell: Sus presiones a Bruselas

La Moncloa no quiere ser quien derribe la OPA del BBVA, pero lanzar una consulta evidencia su interés por zancadillearla

La ofensiva de BBVA para hacerse con el control del Banco Sabadell ha escalado a una disputa política. En ella ha vuelto a quedar en fuera de juego el Partido Popular, que dijo 'no' a la operación porque creía que no saldría adelante.

El PP 'no sabe ahora dónde meterse', después que  la Comisión Europea, tirando de su doctrina liberal, haya tomado partido de forma clara.  Advirtió a La Moncloa de que no permitirá ningún tipo de bloqueo.

Desde Bruselas dicen estar dispuestos a lanzar toda su artillería para frenar cualquier maniobra y evitar que España, aunque sea en defensa de su interés, frene una operación. La misma podría conllevar miles de despidos y el cierre de cientos de sucursales. Así como la desaparición de un banco tan arraigado al tejido industrial de las comarcas mediterráneas. 

Este respaldo explícito por parte de la Comisión ha dado algo de oxígeno mediático al BBVA, que no solo ha reiterado su voluntad de llevar la OPA hasta el final. Ahora se aferra ahora a Bruselas como el último muro de contención ante las crecientes trabas impuestas desde el Gobierno.

La tensión entre el Ejecutivo y la entidad presidida por Carlos Torres Vila ha aumentado a raíz del anuncio del Ministerio de Economía, fechado el 27 de mayo. Este elevó al Consejo de Ministros la decisión sobre si autorizar o no la OPA.

El movimiento ha sido interpretado como un paso hacia el bloqueo político de la operación.  Pero el Gobierno no tiene intención de pisar el charco: sabe que puede derribarla poniendo condicionantes. 

A ello ayuda la consulta, que da voz a algunos posibles perjudicados por la operación y a la ciudadanía, que en su mayoría se opone a la OPA. Lo hace a pesar de que no haya un solo de los periódicos madrileños (tan dados a las encuestas sobre el Gobierno) que se haya atrevido a encargar un sondeo, quizá para no perder los favores comerciales del potente banco bilbaíno. 

La Audiencia Nacional entrará en juego

Paralelamente, la batalla legal también ha comenzado a cuenta de la consulta. La Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ha admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo al que ha tenido acceso elcierredigital.com que ha sido interpuesto frente al Ministro de Economía, Comercio y Empresa y ha requerido a la Administración por un plazo de veinte días para la remisión del expediente administrativo.

El abogado Ibor Fernandes solicita una medida cautelar para suspender el uso de los resultados de la consulta pública.

Hombre mayor calvo con gafas y traje oscuro sentado y gesticulando con la mano
Josep Oliú. | EP

En este contexto, Bruselas no se mantiene al margen. Más allá de su defensa del marco normativo europeo, hay una visión estratégica que respalda operaciones de consolidación bancaria. Así lo expresó la pasada semana Olof Gill, portavoz de servicios financieros de la Comisión Europea.

"La consolidación del sector bancario mediante fusiones nacionales y transfronterizas podría contribuir a mejorar la eficiencia y la rentabilidad de los bancos. Ello beneficiaría a los consumidores europeos y a la economía en su conjunto.  En la Unión Europea tenemos un sector bancario fuerte y diversificado, pero nuestros bancos no han crecido lo suficiente para ser competitivos en la escena internacional", señaló.

La Comisión cree que, si Europa aspira a competir con gigantes financieros estadounidenses o asiáticos, necesita consolidar su tejido bancario. Pero no tiene en cuenta la letra pequeña que tanto podría perjudicar a la ciudadanía española. 

Motivos contra la OPA

La OPA del BBVA sobre el Banco Sabadell ha generado una fuerte oposición por varios motivos. En primer lugar, se teme una concentración bancaria excesiva que reduzca la competencia.

Especialmente en comunidades como Cataluña o la Comunidad Valenciana, donde ambos bancos tienen una fuerte presencia. La fusión podría derivar en menos opciones para los consumidores y mayores costes financieros.

Otro motivo clave es el impacto laboral. Este tipo de operaciones suele ir acompañada de importantes recortes de plantilla y cierre de oficinas. Sindicatos advierten que podrían perderse entre 5.000 y 10.000 empleos. Lo cual afectaría tanto a trabajadores como a clientes que dependen de la atención presencial, especialmente en zonas rurales.

Hombre con traje azul caminando por un pasillo junto a un busto de bronce y una pantalla en la pared
Pedro Sánchez. | EP

También se critica la posible pérdida del arraigo local del Sabadell, una entidad con fuerte vínculo histórico y regional. Muchos ven esta operación como una absorción más que una fusión. Ello alimenta el rechazo político y social que genera en ciertos territorios.

Además, algunos sectores consideran que BBVA no ha ofrecido suficientes garantías estratégicas ni industriales. Y también que la operación responde más al interés del BBVA que a un proyecto de país o de refuerzo del sistema bancario español.

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