Los aprietos del constructor Enrique Ortiz dueño del Hércules CF: Diana de la Sareb

Enrique Ortiz Selfa  lleva años haciendo oídos sordos a los "¡Enrique vete ya!" que le cantan en el estadio José Rico Pérez de Alicante. El presidente del Hércules sabe que el club deportivo es su mayor activo social después de más de una década oscura.

Ortiz ha sido varias veces condenado por corrupción y ha admitido que financió al PP valenciano. Pero el hombre que llegó a poseer alrededor del 70% del suelo para edificar en Alicante es consciente de que "al menos el Hércules  le proporciona un acceso a la vida social, de la que no dispondría una persona tan herida como él", señalan fuentes cercanas a Ortiz.

"Ahora le está encontrando el punto al fútbol. Y eso que en 1999 no veía un partido ni por accidente", añaden estas fuentes. Pero entonces, el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, le pidió el favor de rescatar al histórico club. Y él accedió para ganarse su confianza. 

En la vida de Ortiz sigue habiendo cicatrices del pasado. Este otoño la Sareb subastó terrenos suyos por valor de más de 52 millones de euros.  Lo hizo para cobrarse una deuda de 40 millones.

Díaz Alperi y Sonia Castedo: Sus 'aliados'

La trayectoria de Ortiz ha estado íntimamente ligada a dos alcaldes de Alicante del Partido Popular. Son Luis Díaz Alperi (1995-2008) y Sonia Castedo (2008-2014).

El fiscal que investigó el caso aseguró que  Díaz Alperi y Castedo recibieron del constructor alrededor de 700.000 euros en metálico, viajes a Creta, Ibiza o Andorra y un Mini Cooper. 

Ortiz tiene una versión particular del caso, tal y como contó en 'Espejo público' en 2014. "Yo creo que en Alicante hay muchísimos empresarios que tienen la misma relación que tengo yo con Sonia Castedo. Anteriormente lo tuvieron con Alperi o con Luna", señaló.

"Los que trabajamos con el Ayuntamiento, que es nuestro cliente, tenemos que estar al servicio de ellos. Seguro que estos empresarios también le han hecho regalos por Navidad", añadió.

Ortiz reconoció en los tribunales que su intención fue que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad favoreciera sus intereses. 

En los últimos años ha sido condenado a pagar 1,6 millones de euros en concepto de multas e indemnizaciones y a dos años de prisión. Corromper a autoridades le costó un año y seis meses de prisión y 356.528 euros de multa.

Sus actos ligados al tráfico de influencias supusieron seis meses de cárcel y 526.261 euros. Y por los costes derivados de un plan urbanístico que se desarrolló entre 2007 y 2010, que fue tumbado tras el giro progresista del Ayuntamiento en 2015, tuvo que pagar al Ayuntamiento de Alicante 713.057 euros más. Eso sí, pese a todo, no ingresó en prisión. 

Sonia Castedo tampoco acabó en prisión tras ser absuelta de cohecho, tráfico de influencias y revelación de información privilegiada. La exalcaldesa reconoció haber mantenido conversaciones "poco éticas" con Ortiz. Estas están recogidas en el soberbio documental radiofónico 'El constructor', firmado en 2022 por Toni Garrido para la extinta plataforma Sonora. 

Ortiz decía de sí mismo que era la "polla insaciable" de la construcción. El empresario admitió haber pagado un viaje a Creta a Díaz Alperi, sobrino de un alcalde franquista y primer presidente de la Diputación de Alicante. El edil fue absuelto por el Tribunal Supremo porque el caso prescribió. 

La Audiencia Provincial de Alicante cree que Ortiz, Díaz Alperi y Castedo formaron un trío político-empresarial que condicionó el funcionamiento del Ayuntamiento. Ellos procuraban que "tal amistad no trascendiera al exterior. Encubriéndola en tales ocasiones como relación institucional".

El Hércules de Alicante

El Hércules lucha por meterse en la fase de ascenso a Segunda División. "Merece la pena sacrificarse para llevar el Hércules donde tiene que estar. Lo que es bueno para la ciudad es bueno para todos", decía Ortiz en Navidad.

El empresario sigue feliz tras haber logrado el pasado año ascender al equipo a primera RFEF. El técnico Rubén Torrecilla cree que Ortiz fue clave en este éxito.

Torrecilla señaló que "es un presidente espectacular. Siempre ha estado pendiente desde que llegué. Este ascenso es gran parte a él. Insisto, es un presidente de diez por cómo se ha portado conmigo y con mi familia. Es una persona muy cercana que vive por y para el Hércules. Soy directo. Si no tuviese que alabarlo, no lo haría. Me molesta que se diga eso de Enrique, vete ya". 

El presidente prometió hace años dejar el cargo, pero se aferra al mismo como una válvula para sobrevivir. Y es que algunos le 'siguen el juego'. Todavía se recuerda en Albacete cuando Ortiz, ni corto ni perezoso, estuvo a punto de no sacar al equipo al campo.

Fue en un partido de pretemporada y lo hizo porque la Policía no dejaba entrar a los ultras de su club. Esos guiños populistas, muchas veces, acaban teniendo premio.

El emporio de Ortiz

La empresa Enrique Ortiz e hijos fue creada por su padre en los años 30 del siglo pasado. Esta pequeña compañía dedicada a la cerámica fue propulsada por el presidente del Hércules, que se convirtió en el rey de la construcción de Alicante. 

En 2005 su compañía facturó más de 110 millones de euros y obtuvo un beneficio de 11 millones. En 2007 la compañía contaba con una cartera de suelo valorada en más de 2.310 millones de euros.

Ortiz reconoció que financió al PP valenciano. Y fue salpicado por la Gürtel mientras presidía el José Rico Pérez, al que da nombre a otro constructor alicantino que también presidió el club.

Precisamente, fue José Rico Pérez quien impulsó la construcción del estadio en 1974. Logró el primer ascenso del equipo a Primera División. Y fue clave en que el campo de fútbol fuese elegido como una de las sedes del Mundial de 1982.

Los 'regalos' de Ortiz

Tuvo desparpajo Ortiz al explicarse hace algo más de una década ante Susanna Griso en Antena 3. "No se puede mirar con el prisma de hoy lo que se hacía hace años. Antes era una cosa normal hacer un regalo por Navidad, siempre ha habido este trato. Hoy el regalo de Navidad es una tarjeta por circunstancias. Pero antes podía ser un jamón, dos botellas de champán, una caja de vinos, una chaqueta o un bolso". 

Un audio suyo, fechado en 2008, desvela que los regalos de Ortiz excedían la cortesía. "A los del Ayuntamiento de Alicante tenemos que tenerlos contentos porque hay un huevo de cosas y de intereses", decía. 

Años después contaba su particular versión. "Mi relación con Castedo es buena, como no puede ser de otra manera. No sé la amplitud de la palabra íntima hasta donde llega. Pero la misma relación que tengo con ella la he tenido con sus predecesores. Y con otros muchos alcaldes y políticos y gente para la que trabajo", concluyó.