Adolfo Carretero, el juez al frente del 'caso Errejón': De Dani Mateo al 'Delcygate'
El titular del Juzgado nº47 de Madrid que lleva la causa contra el exlíder de Sumar llevó otras como el caso Mascarillas
El juez Adolfo Carretero, titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, se encuentra una vez más en el centro de atención. El motivo, asumir la instrucción de una grave denuncia contra el exdiputado de Sumar, Íñigo Errejón. Como ya informamos en elcierredigital.com, el cofundador de Podemos ha sido denunciado por agresión sexual por la actriz Elisa Mouliaá.
La denuncia fue presentada ante la Unidad de Atención a la Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM). El escrito sostiene que en 2021 Errejón habría realizado tocamientos no consentidos a Mouliaá en una reunión privada.
Después de que la policía remitiera el caso a los Juzgados de Plaza de Castilla, el expediente recayó en el Juzgado de Carretero. Este ha solicitado al Congreso de los Diputados confirmar si Errejón había entregado su acta de diputado. Esto permitirá definir su condición procesal para avanzar en las diligencias.
La investigación contra Íñigo Errejón llega en un momento delicado para el sistema judicial español. En un punto en el que están en auge las demandas de transparencia y rapidez en los casos de violencia sexual.
Carretero es conocido por llevar a cabo investigaciones con un estilo directo y poco convencional. Algo que le ha valido numerosos elogios y algunas críticas por su enfoque judicial que enfatiza el análisis riguroso de la evidencia.
En este contexto, se espera que su experiencia en casos de repercusión pública sea clave para avanzar con las diligencias requeridas. Sobre todo para esclarecer los hechos denunciados.
El caso de Errejón no es el único de alto perfil que Adolfo Carretero ha abordado en los últimos años. Entre las causas más relevantes está el conocido “caso Mascarillas”. En ese marco, el juez investigó a los empresarios Luis Medina y Alberto Luceño por presunta estafa y falsedad documental en la venta de material sanitario durante la pandemia de COVID-19.
Los empresarios cobraron comisiones millonarias al Ayuntamiento de Madrid. Y lo hicieron a través de contratos de emergencia que resultaron en la adquisición de material defectuoso.
La trama supuso un golpe significativo para la administración pública de la ciudad y generó una gran polémica mediática. Sobre todo, expuso las deficiencias en la gestión de contratos de emergencia durante la crisis sanitaria.
Otro caso que atrajo la atención fue el “Delcygate”. Una investigación sobre la reunión entre la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez y el exministro socialista José Luis Ábalos en 2020, en el aeropuerto de Barajas.
Aunque la instrucción original se abrió bajo Carretero, el caso finalmente fue archivado, pues otros magistrados determinaron que no existían indicios de delito. No obstante, el episodio subrayó la disposición del juez a investigar a figuras políticas de alto perfil cuando percibe una posible irregularidad.
Carretero también fue protagonista en el caso de Dani Mateo, el humorista de La Sexta. Mateo fue imputado en 2018 por Carretero tras protagonizar un sketch en el que se sonaba la nariz con la bandera de España.
El humorista fue acusado de presuntos delitos de odio y ultraje a los símbolos nacionales. Este episodio provocó una gran división en la opinión pública y generó un extenso debate sobre los límites de la libertad de expresión.
El caso fue finalmente archivado. Aunque la gestión de Carretero subrayó su disposición a procesar incluso asuntos que pudieran ser considerados triviales por otros magistrados.
Su trayectoria judicial: La imagen de un juez directo y controvertido
Con más de 25 años en la judicatura, Adolfo Carretero ha trabajado en distintos juzgados de la Comunidad de Madrid. Donde se ha revestido de una reputación caracterizada por su independencia y su estilo expeditivo.
Carretero es reconocido por ser directo en sus interrogatorios y cuestionar a los investigados con dureza. Esto ha hecho que tanto abogados como acusados conozcan su carácter incisivo en las salas de juicio.
Su estilo, que algunos califican de implacable, ha sido objeto de debate. Ciertos sectores lo ven como una manifestación de su compromiso con la justicia. Otros, lo perciben como una posible falta de moderación en sus procedimientos.
En el “caso de los bebés robados” fue uno de los primeros jueces en abrir diligencias para investigar la sustracción y venta de bebés en hospitales durante los años ochenta. Ese caso fue uno de los primeros de los que se encargó de relevancia mediática.
Su trabajo en este caso lo posicionó con disposición para afrontar temas difíciles, abriendo el camino para investigaciones similares en otras jurisdicciones. Desde entonces, su carrera ha estado marcada por la disposición de tomar casos complejos y de alta sensibilidad social.
Un legado familiar de profundo compromiso judicial y político
Adolfo Carretero pertenece a una familia con una amplia trayectoria en el ámbito judicial y político en España. Su padre, Adolfo Carretero Pérez, fue un jurista respetado y ocupó cargos de gran relevancia. Como el de magistrado del Tribunal Supremo y vicepresidente del primer Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) entre 1980 y 1985.
Además, en 1990 fue nombrado presidente del Tribunal de Cuentas. Allí destacó por su defensa de una mayor transparencia en la gestión de los fondos públicos. También por solicitar mayores competencias para el organismo durante sus años de gestión.
Su legado es recordado como un modelo de integridad y responsabilidad en la administración de justicia hasta su fallecimiento en 1994.
Por otro lado, el hermano de Adolfo, Agustín Carretero, también ha tenido una carrera relevante. Principalmente dentro del ámbito político. Durante las administraciones del Partido Popular en la Comunidad de Madrid, Agustín Carretero ocupó varios cargos de alto nivel.
Entre ellos, los de director general de Política Interior, gerente de la Academia de Policía y director general de Relaciones con la Administración de Justicia.
Su vinculación con figuras clave del PP como Esperanza Aguirre e Ignacio González generó cierta controversia. Pues su carrera estuvo ligada a decisiones políticas que causaron revuelo en la gestión de la justicia y la seguridad en Madrid.
Un historial amplio y complejo
La extensa trayectoria de Adolfo Carretero no ha estado exenta de controversias. Su decisión de no imputar por delito de odio a un hombre que en 2021 disparó con una pistola de aire comprimido y profería insultos racistas y homofóbicos generó cierta indignación.
Carretero argumentó que los insultos en ese contexto no constituían un delito de odio. Aquello suscitó fuertes críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
En conjunto, el estilo de Adolfo Carretero y su historial de decisiones reflejan la complejidad de su figura como magistrado en España.
La investigación contra Íñigo Errejón añade un nuevo capítulo a la ya extensa carrera de Carretero. La gravedad de la acusación y la figura pública del acusado hacen que el caso tenga un peso especial. Tanto en la opinión pública como en el ámbito judicial.
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