Errejón, salpicado por presunta violencia sexual tras la denuncia de Elisa Mouliaá

Íñigo Errejón, una de las figuras más influyentes y polémicas de la política española en la última década, ha decidido abandonar la política activa. Hasta ahora, el portavoz de Sumar en el Congreso, miembro fundador de Podemos y líder de Más País, se marcha dejando un vacío en la izquierda. 

Aunque su trayectoria no ha estado exenta de controversias y enfrentamientos. Tanto dentro de su propio partido como en el ámbito público.

El detonante fue una denuncia anónima en redes sociales, publicada en la cuenta de Instagram de la periodista Cristina Fallarás, que señaló a un político de izquierdas por comportamientos violentos. Aunque inicialmente no se mencionó su nombre, las especulaciones rápidamente apuntaron a Errejón.

Ahora, horas después de la renuncia de Errejón, la actriz y presentadora Elisa Mouliaá ha decidió romper el silencio. A través de un mensaje en la red social X, aseguró ser víctima de acoso sexual por parte del exdiputado y ya ha denunciado los hechos ante la Policía.

Según el relato de Mouliaá, los hechos se produjeron en una fiesta en la que ambos coincidieron en septiembre de 2021. El político la habría agredido sexualmente al besarla y manosearla sin su consentimiento, e incluso, "sacarse su miembro viril". Lo sucedido ya se investiga como tres presuntos delitos de violencia sexual en el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid.

Otra de las últimas figuras públicas que han alzado la voz para denunciar los actos de Errejón ha sido Aída Nizar. La empresaria y colaboradora de televisión ha asegurado que "me incomodó y cuando se despidió me tocó el culo". Además ha relatado que Ada Colau también fue testigo de lo sucedido.

La situación ha escalado rápidamente y la renuncia de Errejón, quien hasta ahora había sido una figura destacada en el espacio político progresista, marca un momento crítico tanto para su carrera como para la coalición Sumar.

A pesar de la falta de declaraciones públicas por parte de Mouliaá hasta el momento, el caso sigue generando un intenso debate sobre la responsabilidad de los líderes políticos en el contexto de la violencia de género y el impacto de estas denuncias en la opinión pública.

La renuncia de Íñigo Errejón a la política ha generado un gran revuelo. Especialmente por las recientes denuncias que lo acusan de presunto maltrato psicológico y agresión sexista. 

Esta decisión de abandonar sus cargos, incluido su escaño en el Congreso como portavoz de Sumar, ha sido impulsada por la presión mediática y social tras las acusaciones realizadas por varias mujeres. Entre ellas, la publicación anónima compartida por la periodista feminista Cristina Fallarás en Instagram. 

La denuncia describía a un "político de izquierdas de Madrid" que ejercía violencia psicológica, apuntando indirectamente a Errejón.

Todavía  no se ha confirmado oficialmente una denuncia judicial en contra de Errejón. Aunque las acusaciones en redes sociales, amplificadas por usuarios y por el activismo feminista, han generado una oleada de críticas.

Esta no es la primera vez que Errejón se ha enfrentado a escándalos de este tipo.  En junio de 2023 una mujer denunció en redes un supuesto episodio de acoso en un evento, también atribuido al exportavoz de Sumar.

A través de su renuncia,  Errejón reconoció el desgaste emocional y psicológico que ha experimentado durante años de intensa actividad política. Lo cual, según sus palabras, lo llevó a adoptar comportamientos que considera "tóxicos". Particularmente en el trato con sus compañeros y en sus relaciones personales. 

En su comunicado, Errejón hizo autocrítica pero se excusó mencionando que en el entorno político, las dinámicas patriarcales pueden amplificarse.

Además de estas reflexiones, su dimisión también ha puesto de relieve las divisiones dentro de la izquierda. Especialmente en cuanto al feminismo y la forma en que algunos líderes políticos manejan las denuncias en su contra. 

La situación ha sido particularmente sensible en un contexto donde el feminismo ha ganado terreno como una fuerza política poderosa. 

Figuras como Fallarás han jugado un papel central en señalar a aquellos que, según denuncias, han perpetuado comportamientos machistas. Independientemente de su orientación política.

Este caso se suma a un panorama más amplio de denuncias y debates sobre el comportamiento de figuras públicas en España.  Donde el #MeToo y movimientos similares han puesto a muchos políticos y artistas bajo el escrutinio público. 

A pesar de sus palabras en el comunicado, la retirada de Errejón podría verse como un intento de alejarse de la presión mediática.

Errejón justificó su retirada de la política alegando la necesidad de un respiro personal. Su renuncia se produce en un momento de reconfiguración de las fuerzas progresistas en España. Fuerzas en las que Errejón había jugado un papel clave.

Los inicios de Errejón en la política

Errejón comenzó su andadura política como uno de los principales fundadores de Podemos. Partido que surgió tras las protestas del 15-M en 2014. 

Con una formación académica sólida en ciencias políticas y con una notable habilidad para las campañas electorales, fue clave en la estrategia que llevó a Podemos a convertirse en la tercera fuerza política de España en 2015. 

Durante esta etapa, Errejón asumió el papel de Secretario de Análisis Estratégico y fue el principal responsable de las campañas electorales del partido.

Sin embargo, su relación con Pablo Iglesias, por entonces líder de Podemos, se fue deteriorando debido a diferencias ideológicas y políticas. 

Mientras que Iglesias apostaba por una izquierda más radical, Errejón abogaba por un enfoque más moderado y abierto a alianzas con otros partidos progresistas. 

Esta diferencia culminó en una ruptura pública en 2019. Fue entonces cuando Errejón decidió abandonar Podemos y formar Más País. Un nuevo partido con el que se presentó a las elecciones generales de ese año.

Más País logró un resultado modesto en las elecciones de aquel noviembre de 2019. Pero Errejón continuó su labor como diputado, enfocándose en temas como el cambio climático, la justicia social y la salud mental.

Aunque su nuevo partido no alcanzó la relevancia de Podemos, Errejón mantuvo su presencia en el Congreso y siguió siendo una voz influyente en la izquierda española.

Las controversias y escándalos de Errejón

La carrera de Errejón no ha estado exenta de polémicas. Una de las más sonadas ocurrió en 2016. Cuando la Universidad de Málaga lo suspendió temporalmente tras acusarlo de no cumplir con las condiciones de un contrato de investigación. 

Según la universidad, Errejón no había solicitado la compatibilidad necesaria para ejercer actividades políticas mientras era investigador. Finalmente fue sancionado, empañando en parte su imagen pública.

Otro incidente notable se produjo en 2020, cuando Errejón fue denunciado por agredir a un jubilado en Madrid. Aunque siempre negó los hechos, la denuncia derivó en un proceso judicial. Proceso que, aunque no llegó a tener mayores consecuencias legales, contribuyó a dañar su reputación.

Su vida personal

Poco se sabe de la vida privada de Íñigo Errejón, más allá de su cercanía a figuras de la política y su relación con Clara Serra, exdiputada de Más Madrid con quien mantuvo una estrecha colaboración política y personal. 

Serra, feminista y filósofa, también ha estado envuelta en varias controversias. Tanto por sus opiniones sobre el feminismo como por su distanciamiento con Errejón tras su salida de Más Madrid en 2019.

A lo largo de los años, Errejón ha sido una figura divisiva en la política española, amado por unos y criticado por otros. 

Sus posiciones moderadas y su intento de renovar la izquierda le granjearon tanto apoyo como rechazo. Especialmente entre los sectores más radicales de Podemos. 

Con su dimisión, Errejón deja un vacío en la política progresista española, pero también abre la puerta a nuevas figuras que continúen su labor. La izquierda, aún fragmentada, tendrá que reconfigurarse en su ausencia. Buscando un nuevo equilibrio entre el pragmatismo y radicalismo.