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Tres personas sonrientes sostienen un cartel que dice "holaluz Otra eléctrica es posible" frente a un fondo de tejas.
INVESTIGACIÓN

Accionistas de Holaluz piden 'el cese' de Carlota Pi, comprometida por los bancos

La comercializadora eléctrica barcelonesa cae en Bolsa, pierde clientes y suma pérdidas económicas

Pérdida de clientes, caída en Bolsa y sangrantes pérdidas económicas. Estos tres factores golpean a Holaluz, que sufrió 26 millones de euros de pérdidas en 2023. La compañía barcelonesa, además, no deja de perder clientes. En el primer trimestre de 2024 apuntaba una caída interanual de 49.000 clientes. 

Factores internos, y la pujanza de compañías como Octopus Energy, ponen en un aprieto a la fundadora y CEO de Holaluz, Carlota Pi. Algunos accionistas han pedido 'el cese' de la emprendedora, arrinconada contra un ultimátum bancario. 

CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter y Unicaja. Ibercaja, Deutsche Bank, Cajamar, Banca March y Caja de Ingenieros. Y también Abanca, Arquia Banco y el ICF  se han puesto de acuerdo para dar el 18 de diciembre como fecha límite para solventar algunos de los problemas de la compañía. 

Holaluz necesita un inversor para evitar la quiebra, pero empresarios como José Elías han desechado la oferta. 

Holaluz sigue KO

El precio de la acción de Holaluz arrancó el año por encima de los 3 euros y ahora tiene dificultades para alcanzar 1 euro. La comercializadora energética barcelonesa quintuplicó pérdidas en 2023 hasta los 26,1 millones de euros. Y a finales del pasado año sufría una deuda de 58,8 millones de euros (lo cual duplica su valoración bursátil).

Su fundadora Carlota Pi busca un socio industrial. O al menos "varios préstamos de distintas instituciones y una potencial ampliación de capital con inversores privados. Por un importe de 20 millones de euros" para evitar entrar en preconcurso de acreedores. 

Al menos, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha archivado el procedimiento administrativo sancionador. El mismo se inició el pasado 30 de abril a cuenta de una de Iberdrola por una  supuesta situación de impago de peajes de acceso.

Una torre de electricidad con un cielo azul y nubes de fondo, con la palabra
Publicidad de Holaluz. | Cedida

Holaluz dice que "se encuentra al corriente de pago de los importes reclamados y, por tanto, concluye que no hay hechos constitutivos de infracción". Y explica que está "inmersa en un proceso de eficiencia operativa que ha permitido reducir su estructura de costes en más de 30 millones de euros". Lo ha hecho "a lo largo del pasado ejercicio como resultado de las medidas de transformación que ha implementado". 

Algunas voces de esta empresa denuncian que "parece haber olvidado su espíritu fundacional, que hablaba de cuidar el planeta y a las personas". Ya que este recorte de estructura de costes de debe principalmente a despedir al 30% de su plantilla

Pi aseguró hace unos meses que lamentaba "profundamente haber tenido que tomar esta decisión". "Creemos firmemente que nuestro propósito es más válido y necesario que nunca. Y con esta adaptación a la situación temporal del mercado, seremos capaces de mantener nuestra posición de fortaleza para que, cuando la coyuntura lo propicie, sigamos liderando la transición hacia un modelo energético 100% verde", añadió.

La falta de un plan de comunicación para Holaluz, identificada en demasía a su fundadora, no ayuda a cambiar el paso. Pese a lo cual, la compañía obtuvo en el primer trimestre de 2024 un EBITDA positivo de 3,1 millones de euros. 

"El grupo sigue funcionando con normalidad y continúa instalando energía solar en los hogares en su propósito de liderar la transformación del sector energético español", afirman. Aseguran que lo hacen "apostando por un modelo de negocio innovador y disruptivo que produce y comercializa energía limpia. Con una clara vocación de cuidar el planeta y el entorno".

Horas bajas

El frenazo del autoconsumo y algunos problemas de gestión están golpeando a Holaluz. La empresa despidió en 2023 a más del 30% de su plantilla. La cotizada salió al quite de algunas informaciones que

En las propias cuentas de 2023 auditadas por E&Y se vislumbran los problemas. "Estas circunstancias indican la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento", señala la auditora. 

Algunos accionistas de Holaluz se habrían revuelto contra Pi, que está sufriendo la situación energética. Y es que la apuesta de la compañía por el autoconsumo eléctrico le está pasando factura. Porque el mercado ha encallado por sus altos costes. La elevada competencia. El mantenimiento del precio de la factura. Las dificultades para acceder a las subvenciones. O la aceptación de los altos precios de la luz por parte de la ciudadanía, tal y como detecta la Unión Española Fotovoltaica. 

"Los tipos de interés elevados y una falsa sensación de moderación de precios debida a su subvención. Así como a la capacidad de las compañías petroleras y gasistas de ofrecer energía muy por debajo del precio de mercado en el corto plazo. Han ralentizando toma de decisión de los clientes residenciales sobre la inversión en instalaciones solares", reconoció el pasado año la propia Holaluz.

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