20 de mayo de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

Eduardo Navasquillo, que investigó la muerte del italiano hace 10 años, ha elaborado un análisis con las pruebas que confirmarían que se quitó la vida

Evidencias científicas en el caso Mario Biondo: La criminología apunta al “suicidio” frente a las sospechas de “asesinato”

El Cierre Digital en Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo.
Raquel Sánchez Silva y Mario Biondo.
El caso de Mario Biondo mantiene dos bandos bien diferenciados tras la emisión en Netflix del documental ‘Las últimas horas de Mario Biondo’. Mientras la familia del que fue marido de Raquel Sánchez Silva —fallecido el 30 de mayo de 2013— cree que fue asesinado, la justicia española y diversos criminólogos y forenses sostienen que se trató de un suicidio. El criminólogo Eduardo Navasquillo desgrana las evidencias científicas que confirmarían este hecho.

El documental ‘Las últimas horas de Mario Biondo’ se estrenaba en Netflix el pasado 3 de agosto en medio del revuelo causado por su producción y emisión. Y es que los tres capítulos fueron producidos por Manguera Films, una productora que cambió dos veces de nombre y cuyos propietarios son Luis Velo y Guillermo Gómez, este último mánager de Raquel Sánchez Silva, la mujer de Mario Biondo en el momento de la muerte del cámara italiano.

El suceso que acabó con la vida de Biondo tuvo lugar el 30 de mayo de 2013 y ahora, más de diez años después y tras un polémico documental, sigue dando de qué hablar. La familia está convencida de que fue un “asesinato” y el perito judicial y también exagente de Mossos d’Esquadra, Óscar Tarruella, uno de los mayores apoyos de la familia del cámara, coincide en que en el caso "hubo ocultaciones".

Otros, no obstante, opinan que la muerte de Mario Biondo se produjo a causa de un “suicidio”, como determinó la justicia española antes de cerrar el caso. Una de estas personas es el criminólogo Eduardo Navasquillo, que fue contratado por la familia de Biondo para investigar el caso hace diez años.

La polémica sobre el caso continúa casi un mes después de la emisión del documental. Tarruella ha denunciado a Netflix ante la Agencia Española de Protección de Datos ya que, tal y como informamos desde elcierredigital.com, revocó el uso de su imagen y datos al enterarse de que Guillemo Gómez se encargaba de la producción. Una decisión que comunicó en su cuenta de Twitter días después de anunciar que estaba escribiendo un libro sobre el caso de Mario Biondo. Para Tarruella, hay indicios de criminalidad en el caso.

Mientras tanto, el criminólogo Eduardo Navasquillo ha publicado un ensayo titulado ‘La investigación criminológica: análisis de su carácter técnico y científico a través de un caso práctico’, en el que desglosa las evidencias científicas que apuntan a que el caso de Mario Biondo podría tratarse de un suicidio.

Aunque el criminólogo afirma que “en el caso de Mario Biondo jamás se descartó la posibilidad de que la etiología de la muerte fuera criminal”, a lo largo de las quince páginas que componen el documento explica por qué la justicia española, basándose en las pruebas científicas, dictaminó que la muerte se debía al suicidio.

Autopsias e informes

Según explica Navasquillo en el escrito, el día que se halló el cadáver de Mario Biondo el médico forense que llegó al lugar de los hechos se encontró a “un varón en suspensión parcial, con las piernas semiflexionadas. En el cuello tenía una pashmina, la cual se encontraba atada en sus dos extremos a una estantería. La data de la muerte la refiere aproximadamente a las 04:00 horas del 30 de mayo de 2013”. Este forense, al analizar el cadáver, determinó que falleció en la misma posición en la que se le encontró y que “no se encontró ninguna otra evidencia que hiciera pensar en una etiología criminal como causa de la muerte”.

Eduardo Navasquillo, criminólogo.

La autopsia que se hizo posteriormente dictaminaba, igualmente, que se trataba “de una muerte no violenta, de etiología medicolegal presumiblemente suicida”, “que la causa fundamental de la muerte ha sido la asfixia por ahorcadura” y “que la causa inmediata de la muerte ha sido la parada cardiorrespiratoria”.

“Posteriormente se llevaron a cabo otros dos informes de autopsias por forenses italianos, los cuales arrojaron el mismo resultado que el forense español, es decir, que consideraban una muerte de etiología no criminal. De hecho, la tercera autopsia, de carácter privado contratada por la familia de la víctima, fue realizada por dos médicos forenses y una experta en toxicología, concluyendo que la víctima se quitó la vida y nadie lo asesinó”, continúa Navasquillo en su ensayo.

La parte toxicológica, según el criminólogo, también resulta fundamental en el caso de Mario Biondo, ya que se encontraron algunos fármacos, “alcohol etílico” y “cocaína sin metabolizar en sangre”. Para Navasquillo, que esto apareciese en el análisis toxicológico es una “prueba científica irrefutable de que la víctima había consumido cocaína y alcohol momentos antes del fallecimiento y, como ya es sabido desde una óptica criminalística, la combinación de ambas sustancias pudo funcionar como un coadyuvante del acto proactivo del suicidio”.

Declaraciones del entorno

Asimismo, considera relevante las declaraciones de las personas del entorno de Biondo. Entre ellas, la de la primera persona que vio el cadáver: la asistenta del hogar del italiano. Esta, según el documento, “describió que la víctima estaba colgada de la estantería con una pashmina. Sobre el cuello había un bucle y los dos extremos estaban atados a la estantería. Además, refirió que la víctima estaba tocando el suelo con los pies”. Aunque esta circunstancia descartaba para muchos la opción del suicidio, según el criminólogo la ciencia forense demuestra que “la mayor parte de ahorcados de etiología suicida no lo hacen en suspensión completa, sino en contacto con el suelo y de muy diferentes formas: sentados en una silla, de rodillas, sentados en el suelo, etc.”.

Mario Biondo.

La misma empleada del hogar destacó que “cuando accedió a la vivienda la puerta estaba cerrada con llave y estas se encontraban en el interior de la casa (eran las llaves de la víctima), sin que nadie del entorno de la familia echara en falta ningún otro juego de llaves. Es decir, la puerta se cerró desde el interior”. Otro de los aspectos que mencionó fue que “uno de los principales problemas dentro de la pareja fue que la víctima consumía drogas”.

Según Navasquillo que “la víctima era consumidor habitual de sustancias estupefacientes” era uno de los puntos que se extrajo de la autopsia psicológica de la víctima, elaborada a partir de entrevistas a los allegados de Biondo. El tema de las drogas, tal y como continúa el criminólogo, habría generado discusiones con Raquel Sánchez Silva, “de hecho, el último enfrentamiento se produjo el día anterior de los hechos”.

El consumo de drogas, como continúa desglosándose en el documento ya mencionado, “es una de las causas más comunes” de la aparición de una enfermedad que padecía Biondo, la oligospermia, “que le impedía poder tener hijos”. Según las conclusiones, “la propia víctima era consciente de ello”.

De esta autopsia psicológica también se extraía la información de que antes de su muerte, Mario Biondo “buscó incesantemente noticias que vincularan a su esposa con el mundo de la prostitución”, “contrató telefónicamente un seguro de vida a través de su entidad financiera, siendo sus padres los beneficiarios” y “la noche anterior a los hechos acudió a un prostíbulo, donde consumió alcohol y cocaína, como así queda demostrado a través de testigos que trabajaron en el local y del análisis de toxicología”.

“Todas estas circunstancias evidencian que la víctima estaba pasando por un momento personal y emocional que le influía negativamente y que le podría haber llevado a no saber gestionar adecuadamente la situación”, sostiene Navasquillo.

La opción del asesinato y el móvil

Lo expuesto concluía que la muerte de Mario Biondo se debió a un suicidio, pero según Navasquillo “la línea de investigación del homicidio o asesinato no fue descartada hasta que las evidencias científicas, entrevistas realizadas y las circunstancias generales del hecho así lo aconsejaron, centrando más los esfuerzos en lo que parecía una muerte de tipología suicida”.

Mario Biondo y su madre, Santina.

Pese a ello, la justicia italiana y la familia sigue buscando “alguna evidencia” que dirija la investigación “hacia un posible asesinato y homicidio”. No obstante, “hasta la fecha nadie ha aportado información real sobre un posible móvil” que llevara a cometer este presunto delito.

Diez años después, tras un documental y diversas autopsias e investigaciones realizadas, hay dos bandos bien diferenciados sobre qué pudo suceder aquel 30 de mayo de 2013 a Mario Biondo.

COMPARTIR: