Caso Sandra Bermejo: "Han buscado a la desaparecida pensando solo en el suicidio, sin hacer batidas por tierra"

La familia de Sandra Bermejo, la psicóloga de 32 años desaparecida el pasado 8 de noviembre en Asturias, sigue sin noticias de su paradero. A la joven se le perdió la pista en las inmediaciones de los acantilados del Cabo de Peñas y fue una de sus amigas la que alertó a la Policía de su ausencia a una obra de teatro en Gijón, donde habían acordado encontrarse esa misma tarde.

Según han ido avanzando las investigaciones en estos 22 días sin localizar a Sandra Bermejo, las hipótesis de un posible suicidio o un accidente se van disipando y toman más fuerza las posibilidades de que la joven haya desaparecido de forma "no voluntaria por la acción de terceras personas".

Así lo confirma en una conversación telefónica con elcierredigital.com el presidente de SosDesaparecidos Joaquín Amills: "Esto ocurre en un sitio conocido para ella donde solía acudir a hacer senderismo, es muy improbable la hipótesis del accidente. Con el suicidio pasa algo parecido porque Sandra tenía planes para esa misma tarde, la nevera de su casa estaba llena y tenía programaciones durante el resto de la semana".

Sandra Bermejo.

Joaquín Amills confirma que por el momento no existe secreto de sumario en la investigación. "Hicimos la personación en el caso el pasado martes en representación de la familia, a través del abogado Juan Manuel Medina. Hasta este momento el Juzgado no se ha pronunciado y lleva retraso", expresa.

Solicitan una nueva búsqueda de Sandra Bermejo por tierra

Además, la defensa de la familia de Sandra Bermejo acaba de solicitar una nueva búsqueda de la joven psicóloga por tierra, pues las primeras batidas que se hicieron los días 11, 12 y 13 de noviembre "fueron orientadas a buscar a Sandra en los acantilados, en el mar. Esto demuestra que desde el inicio el caso se tomó como suicidio y nada más". 

Por otro lado, el presidente de SosDesaparecidos expresa ante elcierredigital.com que "los investigadores buscaron pruebas en coche de Sandra –encontrado en un aparcamiento de la zona– durante un par de horas y dejaron que la familia se lo llevara posteriormente. Tierra adentro no se buscaron ni huellas de otros coches y los caminos por los que se puede acceder en vehículo. Se puede revisar de nuevo la costa, pero sería preciso que se viera si hay pozos, grutas, etc".

Joaquín Amills también asegura que en una búsqueda por desaparición es fundamental la comunicación entre la familia y los investigadores, que en este caso califica de "escasa". Por eso comenta con disgusto que "desde el día 21 de noviembre hasta hoy solo han contactado en tres ocasiones y por insistencia de la familia, no es de recibo".

Hace unos días –tras compartir la ficha de su desaparición en los cajeros ATM–, la asociación SosDesaparecidos recibía información de una pareja que se cruzó con Sandra poco antes de que su móvil dejara de emitir señal. "Ella iba sola al inicio del camino y según nos dijeron, con aparente normalidad. Sabemos que es una información verídica porque nos describieron la ropa que llevaba Sandra aquel día y coincide con la descripción que hizo la familia de sus prendas. Tenemos la hora de este avistamiento y el momento en el que deja de estar operativo el móvil. Este intervalo de tiempo es muy importante para saber hasta dónde pudo llegar", explica a elcierredigital.com el presidente de la asociación.

La desaparición de Sandra Bermejo

Hace dos años Sandra Bermejo García, de 32 años, se trasladaba de Madrid a Gijón para trabajar como psicoterapeuta. El pasado 8 de noviembre desaparecía en Cabo de Peñas, Asturias, momentos antes de quedar con una amiga para ir juntas al teatro.

La asociación SOSDesaparecidos emitió la alerta de búsqueda de la joven, ya que su familia descarta que la desaparición haya sido voluntaria. Sandra Bermejo mide 1,62, es de complexión delgada y tiene el pelo castaño y los ojos marrones.

En el coche de la mujer se encontró una mochila con todas sus pertenencias salvo su teléfono móvil. La última ubicación del teléfono móvil de Sandra muestra que la joven se encontraba en las inmediaciones del acantilado del Cabo de Peñas el día 8 de noviembre a las 17:15.

La zona carece de señalización y es peligrosa si no se conoce, está llena de acantilados y zonas rocosas de difícil acceso. “Para andar con seguridad por la zona hay que conocer el camino, llevar el calzado adecuado, estar preparado y conocer el terreno”, explican los expertos, aunque según la familia de Sandra, la joven "llevaba ropa para hacer deporte". Tampoco funcionaban las cámaras de seguridad de un bar cercano a la última ubicación de Sandra.

Cabo de Peñas.

Esther, tía de Sandra,  declara que “apelamos a la ciudadanía por si tienen algún tipo de pista, nos supera esta situación, rechazamos cualquier tipo de especulación y no queremos volver a oír que se ha tirado, porque está destrozando a nuestra familia”.

“Es una zona muy complicada, pero aún así la gente de Asturias se está portando muy bien, tanto ciudadanos como los cuerpos de Policía y bomberos, todos han realizado la mayor labor humana que pueden hacer, no han parado en ningún momento”, concluye Esther.

SOSDesaparecidos manifiesta al elcierredigital.com que, “como dice la familia, ahora mismo hay que dejar que investigue y trabaje la Policía. En estos casos la paciencia es clave. Es evidente que el suicidio es muy difícil, porque no parece lo lógico de una persona que tiene su agenda de trabajo y actividades, todo el entorno que la conoce aclara que Sandra no tiene ningún problema, por lo tanto no tiene un perfil de una persona que quiera quitarse la vida”.