26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Esta conocida abogada es la nueva responsable del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid

Carmen Balfagón, decana del Colegio: "Queremos una Ley que determine el papel del criminólogo en la sociedad"

Carmen Balfagón.
Carmen Balfagón.
Carmen Balfagón es la nueva responsable del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid. Balfagón habla con El Cierre Digital sobre sus objetivos al frente del Colegio. Abogada y criminóloga de formación, trabaja junto Ramón Chipirrás en el despacho B&CH y su nombre se ha hecho conocido por conseguir que crímenes sin resolver.

Carmen Balfagón, abogada y criminóloga de formación, ahora se ha puesto al frente del Colegio Profesional de la Criminología de la Comunidad de Madrid.  Balfagón es colaboradora televisiva en espacios de Sucesos y aunque ya está alejada del mundo de la política, ha sido directora gerente de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI) de la Comunidad de Madrid, secretaria general de Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha y directora del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) en el Ejecutivo del Partido Popular de Mariano Rajoy, entre otros cargos.

- ¿Por qué decidió presentar su candidatura a la presidencia del Colegio de la Criminología de la Comunidad de Madrid?

- Creo que hay que luchar por la criminología en este país. Nos queda mucho camino por recorrer. La mitad de la sociedad no conoce nuestro papel. Somos fundamentales en la empresa, en la educación... Cada cuatro años salen 12.000 nuevos criminólogos de las universidades pero no hay puestos. La mayoría optan por ingresar en la Guardia Civil o la Policía Nacional pensando que así podrán desarrollar su profesión, pero se encuentran con que no es así. Para ingresar en la carrera se exige casi igual nota que para la de medicina. Los mejores alumnos de nuestras universidades salen de esas carreras. La llegada al colegio de Madrid es por esta idea. No se entiende que en un país como España no tenga a criminólogos en una Junta de Tratamiento Penitenciario, que es donde se contemplan las posibilidades de reinserción, en un Juzgado de Instrucción, ni en la Fiscalía de Menores... En países de nuestro entorno así sucede. 

- ¿Cómo cree que tratan a la profesión los medios de comunicación?

- Hay medios que nos tratan bien y otros nos ignoran. Hay mucha injerencia profesional, de gente que dice que es criminólogo y no lo pueden acreditar. Los medios tienen un papel importante en eso. No vale que cualquiera se intitule y los medios les rotulen. Con un médico no lo harían. Mi objetivo es lograr preservar a esos 12.000 que cada cuatro años salen de las facultades. Además, hay que cuidar que las opiniones que se emitan respecto a casos sean realmente de profesionales. Cuidar eso ayuda a determinar la percepción que se tiene de nosotros.

- En alguna entrevista ha dicho que su objetivo es buscar la transparencia en el Colegio. ¿A qué se refiere? 

- Es fundamental para toda la Junta de Gobierno. Y luchar por el papel que nos corresponde. Por eso queremos una ley que  determine el papel del criminólogo. Nos hemos dirigido al Congreso para ello y sólo tres grupos nos han llamado para interesarse. Puedo decir que ninguno de los tres grupos mayoritarios. Esas cosas van en contra de un país avanzado. 

Carmen Balfagón. 

- ¿Cuándo decidió dedicarse a la criminología?

- La vocación se me despertó en la adolescencia con un caso que me llamó la atención, el crimen de Los Galindos. Quería entender cómo era posible que pasase eso. Pensaba que era una España distinta, con una formación básica por parte de los Cuerpos de Seguridad. Pero no, luego descubres que hay casos como los de Déborah Fernández, Sheila Barrero, Susana Aceves y otros muchos que van a prescribir y no se han hecho las cosas bien para descubrir al culpable. 

- Carmen, se ha hecho muy popular gracias a reavivar crímenes que se encontraban en vía muerta. ¿Cuándo se descubre que un caso se investigó mal?

- Cuando nos enfrentamos al sumario y vemos que las diligencias no se han cumplido como debería. Es muy importante nuestro papel en los juzgados. Puede ayudar a dirigir la investigación, de manera independiente, sin depender de un escalafón jerárquico. Salvo honrosas excepciones no se hace así. Si nos dieran nuestro papel no habría tantos errores, ni crímenes sin resolver, que son muchos. España es el país con menos índice de delincuencia de Europa pero lo que nunca nos cuentan es cuántos crímenes quedan sin resolver. 

- ¿Tantos errores ocurren en una investigación?

- Somos humanos y claro que se cometen, pero lo peor que puede pasar en un caso es que se cometa un hecho violento y no sepamos nada en veinte años y no lleguemos a tiempo. Cargarse la prescripción es necesario porque atenta contra la víctima y su familia. No tiene sentido en el marco actual en el que las técnicas de investigación han avanzado tanto. No es humano tener a alguien sin saber quién mató a un ser querido. 

- Gracias al trabajo que realiza junto a Chippirrás ha conseguido que hasta se reabra una desaparición tan inquietante como la de las niñas de Aguilar de Campoo

- Es que es tremendo ¿Quién se había ocupado de revisar ese caso? Hemos descubierto más de 35 diligencias que no se llevaron a cabo en su día. El juzgado está siendo muy sensible, pero porque la ONU no autoriza que las desapariciones prescriban. Queremos evitar que pase como con Susana Aceves, cuyo sumario va a acabar en una estantería y, con suerte, en una facultad lo consultarán para saber qué falló. 

- ¿Cuándo cambiaran las cosas en ese sentido? 

- No lo sé. A lo mejor, cuando las familias empiecen a pedir responsabilidades patrimoniales, en ese momento nos replantearemos las cosas. El desgaste de las familias en un proceso así es tremendo. 

- ¿Se ha encontrado hasta ahora con algún caso frustrante, que no tenga salida?

- Hasta ahora no. Siempre hemos encontrado algún hilo por el que tirar. 

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