06 de mayo de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

Un presunto traficante usó canes en Tenerife para evitar su detención en una redada, como hacía el conocido grupo retratado en la serie ‘El Inmortal’

La banda de 'Los Miami': Los primeros en utilizar perros peligrosos contra la Policía y narcos competidores

El Cierre Digital en Artemio y Álvaro López Tardón a la izquierda y derecha de Juan Carlos Peña, alias 'El Inmortal'
Artemio y Álvaro López Tardón a la izquierda y derecha de Juan Carlos Peña, alias 'El Inmortal'
El incidente entre unos agentes de policía que resultaron heridos por unos perros, a los que acabaron disparando, en el marco de una operación antidroga, ha hecho saltar el debate. Una de las primeras bandas de narcotraficantes que utilizó perros de gran envergadura para intimidar a los policías y salir airosos fue la conocida banda de los Miami, protagonista de la serie ‘El Inmortal’ de Movistar +.

El pasado 29 de marzo tres policías resultaron heridos por perros “de presa de gran envergadura” en una operación antidroga en el municipio de Granadilla de Abona (Tenerife). Como defensa, según expresaron mandos policiales, tuvieron que disparar a los canes, que fueron trasladados a un centro veterinario. Pese a que los disparos no dieron en ninguna zona vital, la situación ha servido como caldo de cultivo en redes sociales para el debate.

Por un lado, los animalistas se muestran contrarios a disparar a los animales y por otro, los sindicatos defienden la actuación de los agentes. Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) respaldan “el uso de arma de fuego contra los canes” debido al “peligro para su vida [la de los agentes] y su salud”.

Según expresaron mandos policiales, los perros fueron “azuzados” por su amo, que los dejó “sueltos y sin bozal por la vía pública, lo que suponía en ese momento una clara amenaza para los agentes y los ciudadanos que se encontraban en la zona”. Esta táctica, puesta en marcha por el individuo tras el que iban los agentes, no es la primera vez que se utiliza en el mundo del narcotráfico.

Una de las primeras bandas de narcotraficantes que utilizaron perros de razas que para muchos son consideradas “peligrosas” para intimidar a la Policía fueron los Miami. Así fue retratado en la serie El Inmortal, que recrea la historia de la conocida banda de narcotraficantes que controlaba la noche madrileña. El guion está elaborado en base a los testimonios de su líder y fundador, Juan Carlos Peña Erano, el Inmortal.

Tal y como se cuenta en la serie, los Miami utilizaban perros de gran envergadura como táctica no solo para intimidar a los agentes, sino para poder salir airosos de las redadas. Los Miami eran considerados una organización “extremadamente complejísima” —según la Fiscalía— debido a su modus operandi. Cuatro ramificaciones y empresas fantasma eran algunas de sus características.

Los Miami: reyes de la noche madrileña

A mediados de los años 90 Juan Carlos Peña Erano, Mario Zanata alias el Botas y el colombiano Ricardo Rojas Montes alias Richard, manejaban los negocios sucios de la noche madrileña. Peña era hijo de un conocido protésico dental de Moratalaz, un joven con posibilidades de estudiar y de tener un futuro profesional que decidió dedicarse al tráfico de drogas. Por debajo de estos tres, ejercían de lugartenientes los hermanos López Tardón, Álvaro y Artemio. En 1997 tras muchas y sangrientas peleas, Los Miami se hicieron definitivamente con el control de la noche madrileña.

Juan Carlos Peña Erano "el Inmortal", jefe de los Miami en su foto policial.

El primer incidente grave protagonizado por ellos tiene lugar en los alrededores del madrileño estadio de La Peineta el 14 de octubre de 1997 cuando se liaron a tiros a la una de la madrugada con una banda rival. Cuando la Policía llegó a la calle Alberique de San Blas se encontró cientos de casquillos de bala en el suelo, un mar de cristales rotos y la calle vacía.

Desde entonces, la noche fue suya y los hombres llegados del Este europeo que manejaban la noche comenzaron a desaparecer. Fue entonces cuando la Policía comenzó a investigarlos, grabarlos y seguirlos de cerca. En 2011 la banda de Los Miami fue desarticulada. El juicio para 81 de los presuntos implicados no comenzó hasta el pasado 6 de marzo.

'Modus operandi' de Los Miami

La Fiscalía de la Audiencia Nacional, a lo largo de sus 1.647 folios del escrito de acusación, describía el modus operandi de Los Miami, a los que repartía en cuatro "sectores" y una quinta ramificación de personas que al principio formaban parte de la organización, pero que luego se fueron desvinculando. En el primero estarían los líderes de la trama, los hermanos Álvaro y Artemio, alias Arti o Arli, López Tardón, junto a otra hermana, María de las Nieves, y el marido de ésta, José Luis Torrego.

En total, en este primer "sector" la Fiscalía incluye un total de 45 personas, muchas de ellas hindúes o españolas de origen indio, que presumiblemente se dedicaban al blanqueo de los beneficios de la venta de drogas, a transportar parte de los beneficios a Estados Unidos, como el caso de un auxiliar de vuelo de la compañía Iberia y su hermano, o a controlar el transporte de drogas desde Sudamérica a España e incluso la persona que construyó el zulo para guardar el dinero.

El segundo sector o ramificación estaba comandado por Ana María Cameno, alias pollito, quesito o la llorona, de 49 años, junto a su marido, David Vela Navarro, alias cabezón, cabezudo o machín. Ana Maria Cameno fue apodada por los medios de comunicación "la reina de la coca" y entre sus particularidades estaba que eran tan aficionada a la santería que no hacía prácticamente nada antes de consultarlo con un "santón".

Ana Cameno, "la reina de la coca", jefa del segundo sector de los Miami.

El matrimonio tenía el control de seis fincas, chalets y pisos donde guardaban la droga que llegaba a España una vez que el primer sector decidía la distribución. Muchos de estos inmuebles eran alquilados a propietarios que eran del todo ajenos y desconocedores de las actividades delictivas que se producían en su interior.  En uno de ellos la Policía encontró 25 kilos de cocaína y material químico para "cortarla".

En este segundo sector habría implicadas 22 personas. Según el escrito de acusación, Ana Cameno "era la persona que en su condición de máxima codirigente de la segunda rama de la delictiva organización internacional, se encargaba de hacer llegar una parte de la cocaína a los diversos adquirientes y distribuidores finales en nuestro país, entre los que se encontraban principalmente, por un lado, los codirigentes supremos del tercer sector y, por otro lado, el líder de la cuarta ramificación".

Tercer sector y cuarto sector

Este tercer sector estaría comandado por Raúl Juárez Smith, alias Tanke o Tanketa y su hermano Víctor. Raúl tiene antecedentes penales por encubrimiento y tenencia ilícita de armas de fuego.

Este sector, formado por ocho personas, rendía cuentas al segundo, comandado por "la reina de la coca" y eran los encargados de la distribución de la droga por lo que ellos llamaban "el muro", el madrileño barrio de San Blas, y recibían las partidas de cocaína tanto del segundo como del cuarto sector, a quienes pagaban cuando vendían la droga. En esta ramificación también algunos componentes ejercían labores de lavado de dinero con el envío puntual a Florida, donde residía Álvaro López Tardón, de importantes sumas de dinero.

El cuarto sector lo formaban exclusivamente cuatro personas, dos matrimonios de nacionalidad colombiana, con la particularidad de que a su nombre había varias sociedades "pantalla", sin aparente actividad empresarial pero usadas para "lavar" el dinero.

El líder o jefe de esta trama era Laurentino Sánchez Serrano, alias Lauro, que vivía junto con su mujer, Fanny Fernández, en un lujoso chalet de la localidad madrileña de Boadilla del Monte, "figurando aquella suntuosa vivienda unifamiliar a nombre de la "pantalla" sociedad Copisanse S.A., cuya representación legal y administradora no era otra que la "testaferro" procesada hispano colombiana Carmen Gloria Sánchez Serrano, hermana del máximo responsable de esta cuarta rama".

Lauro usaba indistintamente a sus hermanos Gloria y Ángel como "testaferros" en el lavado de dinero. Para la Fiscalía, Lauro "mantenía un permanente, constante, ininterrumpido, periódico y fluido contacto, tanto personal como telefónico con las respectivas cúpulas de la segunda y la tercera "ramas" de la misma organización criminal supranacional".

Los Miami y el blanqueo del dinero en España y Estados Unidos

Según la Fiscalía, los Miami movieron unos 140 millones de euros en tres años. Así lo certificaron en un documento al que tuvo acceso elcierredigital.com y en el que se cita al menos a 15 personas como integrantes de la red o entramado económico de la banda. Durante las detenciones y registros, los investigadores pudieron llegar a conocer toda la trama económica gracias a tres libros o agendas incautadas, una de ellas a Artemio López Tardón y las otras dos, una roja y otra negra, en poder de "la reina de la cocaína".

Laurentino Sánchez Serrano, alias Lauro.

Lo primero que hicieron los cabecillas de los Miami, los hermanos Álvaro y Artemio López Tardón, fue constituir varias empresas, todas sociedades limitadas, que usaban con fines instrumentales. Tal y como explica la Fiscalía, "la organización actuaba con el método de unidad de caja, de tal manera que todas las cuentas estuviesen controladas finalmente por los cabecillas de la trama".

Para ello los hermanos López Tardón crearon en España las sociedades The Collection Exotic Cars, Kyte Scholl, Vanaklun, Verwiking, Lux House International Rent Apartments, Castelló 22, Arte Sólido y Comunicación y Spinosa Boards. En Estados Unidos constituyeron 'motu propio' o mediante intermediarios otras ocho, Sport of Miami, la filial The Collection Exotic Cars, corporation, Miamark, Miaone, Murano 98, Contion, Kitchen y All Eyes on Me. Estas sociedades poseían 12 viviendas en Miami.

El modus operandi para blanquear el dinero de la droga era complejo y estaba muy diversificado. Por ejemplo, una de las sociedades de los hermanos López Tardón, The Collection Exotic Cars, era propietaria de dos locales comerciales, tres viviendas en el madrileño barrio de Sanchinarro y dos cuentas corrientes en Bancaja y Caja Valencia con 1,5 millones de euros en total. Esta empresa, por ejemplo, cobraba por intermediaciones no realizadas en operaciones económicas inexistentes. Vendía coches de lujo de alta gama y facturaba falsamente ingresos con la conveniencia y anuencia de un comprador, un hombre de paja que recibía su comisión por usar su firma.

Pero no solo se usaban testaferros particulares, sino que también se usaban empresas "tapadera". A modo de muestra valga un ejemplo, una persona llamada Gorka Múgica, administrador de dos sociedades llamadas Hoteles Nostrum e Ideas Mayal compró supuestamente un Hummer y un Porsche a The Collection Exotic Cars y pagó 142.000 euros por el primero y 34.000 euros por el segundo. Además, sus empresas pagaron a The Collection como proveedor 190.000 y 99.000 euros en varias tandas. Pues bien, Gorka nunca llegó a comprar los coches y sus empresas no proveyeron de nada a la de los hermanos López Tardón, que de esa manera pudieron justificar el ingreso de ese dinero e introducirlo blanqueado en el circuito financiero legal, que previamente Gorka habría recibido en mano de los Miami y a cambio de hacer estos pagos, supuestamente, se habría quedado una comisión pactada. Este era uno de los métodos, pero no el único usado por la organización.

Testaferros extranjeros con cuentas en España

Otra técnica es el uso de testaferros extranjeros, en este caso una ciudadana con pasaporte estadounidense pero de origen brasileño, Fabiani Krenz. Esta mujer llegó a traer a otras dos desde Colombia y Bolivia solo para que abriesen cuentas corrientes en España por valor de 33.500 euros, que luego podía ella manejar y desviar a cuentas de los hermanos López Tardón. Además, su domicilio en Brickell Bay Drive servía también como domicilio social de las empresas de la trama radicadas en Estados Unidos.

Otro de los métodos preferidos era cobrar por intermediaciones. Por ejemplo, la empresa Verwiking, dedicada a la compra, venta y rehabilitación de inmuebles, controlada por Arti, emitió una factura por la intermediación en la "venta de un avión privado" por 165.000 euros, que fueron a parar a una cuenta del Banco de Santander. Este dinero se transfirió a su vez a otra cuenta en dólares del Banco Popular y acabó en Estados Unidos, en una sucursal del Bank of America de Miami, donde vivía y ahora está encarcelado Álvaro López Tardón.

Desde el banco de Santander en Madrid también se transfirió a Miami la cantidad de 599.000 euros para comprar la casa de López Tardón en aquella ciudad.

Álvaro López Tardón estuvo dado de alta en el INEM español desde 1998 hasta 2002. Luego firmó un contrato que le hizo su hermano Arti en la empresa Castelló 22, hasta que se dio de baja en 2004. Por ese período empleado habría cobrado 912.000 euros, así que ya podía justificar parte de sus ingresos, pero cometió un error de principiante y fue declarar ante la Agencia Tributaria (AEAT) unos ingresos de 82.000 euros anuales durante esos años y un gasto de 872.000 euros. Sólo 804.000 euros salieron de una misma cuenta del Banco de Santander, así que los números no cuadraban para los especialistas de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (Udef) de la Policía Nacional, que siguieron el rastro de ese dinero hasta Estados Unidos, donde sus colegas del FBI siguieron buscando.

Familiares en empresas

En algunas de las empresas, como Lux House International Rent Apartments usaron a familiares como accionistas. María Patrocinio Tardón, madre de los Miami, Nieves López Tardón y José Luis Torago, hermana y cuñado respectivamente de los cabecillas de la organización, figuraron como accionistas de esta sociedad que no presentó movimientos comerciales pero que, sin embargo, pagaba a Fabiani Krentz en Estados Unidos.

Los 25 millones de euros incautados a los Miami en su chalet de Madrid.

Artemio López Tardón se llegó a hacer proveedor de sí mismo en una sociedad administrada solo por él, Castelló 22 SL, "pagándose" a sí mismo en una ocasión hasta 365.000 euros. A modo de resumen, el fiscal de la Audiencia Nacional describió que los cauces de blanqueo de capitales eran cuatro.

El primero era la transferencia de cantidades entre cuentas bancarias españolas y americanas de particulares. El fiscal cifra la cantidad transferida hasta marzo de 2010 en 2.823.767,67 euros. El segundo método consistía en transferencias entre sociedades españolas a estadounidenses, en su mayoría a través de una única cuenta del Bank Of America, siguiendo el principio de "unidad de caja". En total, 4.429.895 euros más 1.269.017 dólares.

El tercer modus operandi era la transferencia de dinero en metálico que llevaban personalmente cinco hombres. El más importante, José Ramón Panadero, Jota, auxiliar de vuelo de Iberia, que cubría la ruta Madrid-Miami semanalmente. Estos cinco hombres llevaban unos 80.000 euros mensualmente. Por ejemplo, en una única ocasión Jota sacó más de 15.000 euros de su American Express en dos días en Estados Unidos, dinero que previamente le había ingresado en su tarjeta la organización.

El cuarto cauce usado para lavar el dinero era mandarlo a través de Entidades de Gestiones de Transferencias, es decir, los famosos locutorios donde los inmigrantes mandan dinero a sus familiares. La organización de los Miami habría enviado hasta 645.000 euros por este método.

COMPARTIR: