23 de mayo de 2024
|
Buscar
FIN DE SEMANA

Tres 'nubarrones' acecharán este próximo 2024 a la teleco presidida por José María Álvarez-Pallete en su mercado natural

Telefónica 'peligra' en España: Liderazgo de Orange, conversión de Vodafone en Lowi e 'independencia' de Digi

El Cierre Digital en Sede de Telefónica en la capital de España.
Sede de Telefónica en la capital de España.
Telefónica está cortejando inversores para frenar su caída bursátil. La multinacional ha prometido entregar casi 7.000 millones de euros en dividendos en los cuatro próximos años, pero los mercados le han respondido con indiferencia porque este dinero será detraído de inversiones o reducción de deuda. José María Álvarez-Pallete quiere enfocarse en sus cuatro principales territorios (España, Alemania, Reino Unido y Brasil). Pero en España tres nubarrones le acechan en 2024.

Hasta 6.800 millones de euros de dividendos en cuatro ejercicios han sido comprometidos por José María Álvarez-Pallete para contener el precio de la acción de Telefónica, que bajo su presidencia ha caído un 60%. 

Los mercados saludaron con indiferencia o incluso desagrado, ya que Telefónica cerró en rojo en su Inversor Day. ¿El motivo? Este dinero será detraído de necesarias inversiones o reducción de deuda, envenenada herencia de César Alierta que ha vuelto a crecer por encima de los 27.000 millones. 

Nubarrones

Álvarez-Pallete apuesta por la grandilocuencia discursiva, habla de "valores" o sitúa a Telefónica como "líder tecnológica", mientras el sector vigila al accionariado de Telefónica tras la irrupción de los saudís de STC y la previsible contestación del Gobierno español con la SEPI como ariete.

El directivo apenas promete crecer un 1% por su incapacidad para encontrar nuevas vías de ingreso, que podrían llegar porque las grandes tecnológicas mundiales paguen por las redes o que los pequeños operadores españoles eleven el alquiler de las mismas, si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia lo tiene a bien. 

José María Álvarez-Pallete.

 

Telefónica dice apostar por crecer en sus cuatro principales mercados (España, Alemania, Reino Unido y Brasil), pero en el caso español lo tendrá difícil por tres nubarrones que previsiblemente le acecharán en 2024. 

El principal es que Telefónica en el año de su centenario perderá su tradicional liderazgo en España si Bruselas autoriza la fusión Orange-MásMóvil, que tendrán que compensar al mercado con unos 'remedies' (remedios) que previsiblemente irán a parar a la voraz y emergente operador rumano Digi, que dejará a la compañía de Álvarez-Pallete sin 300 millones de euros que le abona por alquiler de redes. 

La tercera amenaza es la conversión de Vodafone en Lowi tras la compra de la división española del gigante británico por parte del fondo Zegona, que en España ya triunfó con Telecable, MásMóvil o Euskaltel. 

Zegona ha comprado Vodafone España por 5.000 millones y ahora tensionará aun más los precios del mercado español mediante las ofertas diseñadas por su consejero delegado José Miguel García, que capitaneó con éxito Jazztel y Euskaltel. 

Vuelve Zegona al ruedo español

"Llevaban dos años esperando una oportunidad". Esta frase pronunciada desde voces autorizadas del sector de las teleco resume el sentir de los 'tiburones' británicos Eamonn O'Hore y Robert Samuelson, dos exdirectivos de Virgin Media que en 2015 pusieron en marcha el fondo Zegona. 

Esta compañía con escasa valoración bursátil (apenas 2 millones), quiso experimentar en su nacimiento con una inversión en el sector que conocían, el de las telecomunicaciones, y en un país del que desconocían todo, España. 

Y en 2015 Zegona compró Telecable, que dos años después era digerida por Euskaltel, que disparó su valor bajo la batuta de José Miguel García, que previamente se había hecho de oro con la resurrección de Jazztel. 

Publicidad de Lowi. 

Zegona vio la oportunidad, invirtió hasta convertirse en primer accionista de la cablera vasca y, en 2021, tuteló la venta de la misma a MásMóvil. ¿Resultado? 428 millones de euros de plusvalías en apenas 6 años, de los cuales 21 fueron a parar a sus directivos, que ahora quieren repetir el pelotazo con Vodafone España, que pasará a denominarse como su línea low cost, Lowi. 

Vodafone, entre la pérdida de clientes y los recortes

El saludablemente competitivo mercado de las telecomunicaciones en España se mueve al ritmo que marcan los precios low cost de MásMóvil y Digi, que se están comiendo a las tres grandes: Telefónica, Orange y Vodafone. 

Esta última se dejó 165.000 líneas de telefonía móvil y 111.000 en la telefonía fija solo en 2022, consolidando una dinámica que ha llevado a Telefónica, Vodafone y Orange a perder 2 millones de clientes en los dos últimos años. 

Esta sangría afecta especialmente a Vodafone, que ha vivido cambios en su cúpula a nivel global tras la sustitución de Nick Read por Margherita Della Valle, que ha ascendido desde la dirección financiera de la compañía con un plan debajo del precio que implicará 11.000 despidos en Europa con el objetivo de reducir 1.000 millones de costes hasta 2026.

Vodafone España cuenta con 2,2 millones de clientes, pero estos ya no pagan las facturas de antaño porque el hipercompetivo mercado español, señala la propia compañía, "ha dado lugar a un modelo de competencia basado exclusivamente en los precios".

Bien lo sabía Colman Deegan, que dimitió como CEO de Vodafone España a inicios de año tras apenas veinticuatro meses en el cargo. Su sustituto desde el mes pasado es Mário Vaz, que se ha instalado en España tras una década dirigiendo Vodafone Portugal. 

Bajo su liderazgo como consejero delegado, explica la teleco, Vodafone Portugal ha realizado con éxito la transición de la telefonía móvil a la convergencia, convirtiéndose en la empresa más admirada y reputada del sector de las telecomunicaciones portugués, siempre a la vanguardia de la innovación, ofreciendo la mejor experiencia al cliente y aumentando la cuota de mercado y la rentabilidad de la compañía. 

Vodafone España apuntaba caídas de ingresos en torno al 6% y estaba intentando crecer con otras vías complementarias a la tradicional de su negocio. Es el caso de su Marketplace, nuevo espacio cuenta con miles de productos en las categorías de Hogar, Bricolaje, Salud, Movilidad urbana, Deportes y Juguetes, además de dispositivos electrónicos de las mejores marcas, con un catálogo más amplio que el existente en la tienda online de la operadora y con más subcategorías.

Digi, 15 años en España

 

Los precios ultracompetitivos de Digi han permitido que la operadora rumana supere los 5 millones de clientes en España. Fibra de 300 megas por 15 euros al mes, IVA incluido, 5 euros extra con línea de móvil incluida, son las recetas estrella de esta compañía que ultima su salto a la televisión de pago mientras espera aprovecharse de la fusión Orange-MásMóvil. 

Digi se instaló en 2008 en España para dar servicio a sus compatriotas que habían cruzado Europa al calor del boom del ladrillo ibérico. Esta compañía, con el paso del tiempo y al compás de unos precios ultracompetitivos, 15 euros por fibra de 300 megas y 5 euros extra con línea móvil, se ha hecho grande y aspira a consolidarse como el cuarto operador de España por detrás del resultante de la fusión MásMóvil-Orange, Telefónica y Vodafone/Lowi. 

A la fibra, líneas fijas y móviles se le añadirá en Digi el servicio de la televisión de pago, ya que su CEO Marius Varzazu busca un proveedor audiovisual que les permita ser un acto relevante en este campo, tal y como ocurre en su país de origen. 

El directivo, por lo pronto, ha prometido que no quiere subir precios: "Estamos contentos con haber podido mantener este compromiso y en principio lo seguiremos cumpliendo hasta finales de este año. No tenemos ninguna intención de subir nuestros precios".

Eso sí, no descarta hacerlo si la inflación les ahoga: "Creemos que podemos sostener este modelo de negocio y no hace falta subir precios, pero claro depende de cómo va evolucionando la estructura de costes en el futuro. No podemos nunca descartar, pero de momento no trabajamos en esto". 

Digi ha prometido inversiones por valor de 2.000 millones de euros en España si obtiene los remedies, que son los activos que Bruselas obligará a liberar a Orange y Más Móvil cuando les autorice la previsible fusión. 

COMPARTIR: