Juan Carlos Escotet expande su emporio con el banco gallego Abanca pese a las sombras que le persiguen

El banquero hispanovenezanolano Juan Carlos Escotet sigue ensanchando su poderío en España al ritmo del lento pero constante crecimiento de Abanca, rey de las entidades de crédito en el noroeste del Estado y uno de los 100 más ricos de nuestro país según la última lista publicada por Forbes. 

Escotet sigue cultivando sus contactos políticos (Alberto Núñez Feijóo, el presidente autonómico Alfonso Rueda o el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero) quizá consciente de lo fácil que es perder apoyos en la vida pública. 

Y es que muy traumático para él fue que su otro banco, el venezolano Banesco (uno de los principales privados del país boliviariano), fuese intervenido en 2018 por el chavismo después de haber recibido él mismo tantos premios desde los aledaños del Gobierno de Hugo Chávez, tal y como narró Juan Luis Galiacho en Elcierredigital.com. 

Diez años al frente de las antiguas cajas gallegas

Escotet nació en Madrid por casualidad cuando morían los años cincuenta. Este hijo de un leonés y una asturiana exiliados en Venezuela estudió en Estados Unidos y desde mediados de los ochenta fundó entidades económicas venezolanas que dieron frutos a Banesco en 1992. 

Aun así siempre mantuvo lazos con España y miró la crisis de 2008 que hizo polvo a las gallegas Caixa Nova y Caixa Galicia, fusionadas en 2010 con el nombre de Nova Galicia Banco que tuvo que ser rescatado por el fondo gubernamental parido para frenar la epidemia bancaria, el FROB. 

Este fondo les inyectó en 2011 alrededor de 2.500 millones de euros, lo que supuso su nacionalización tras la autorización de Bruselas, y de otros 5.500 a finales de 2012. A ambas cicatrices se le sumó el adiós de su banco digital EVO Banco, hoy en las fauces de Bankinter. 

La decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de subastar bancos rescatados a precio de saldo conllevó que el histórico betancino Banco Etxeverría, con más de 300 años de vida y filial de la venezolana banesco, se hiciera con lo que hoy es Abanca por poco más de los 712 millones de euros que pagó al FROB, que asumió la mayor parte de unas pérdidas públicas con las cajas gallegas de 8.269 millones. 

Escotet junto a Abel Caballero. 

Escotet, propietario del 85 por ciento de Abanca y con una fortuna de alrededor de 4.000 millones de euros según Forbes (que le sitúa en la cuarta posición del ranking español, por encima de Juan Roig) ha ensanchado el negocio de las cajas gallegas tras hacerse con la filial portuguesa de Deutsche Bank. 

Y Abanca va aparentemente viento en popa ya que logró hasta septiembre un beneficio atribuido de 428,6 millones de euros, cifra que sitúa su ratio de rentabilidad en el 13 por ciento. "El positivo desempeño de la entidad se sustentó en el dinamismo del negocio retail y en su sólido perfil financiero, para generar un conjunto de resultados de elevada calidad", dicen desde la entidad de crédito gallega propiedad del hoy alicaído Deportivo de la Coruña. 

El mal desenvolvimiento del 'SúperDepor' en la categoría de bronce del fútbol español no es el único disgusto que sufre Escotet, que seguirá al frente del timón de Nueva Pescanova tras no poder haberle vendido el 80 por ciento de la compañía a la canadiense Cook. 

Sea como fuere, los peores momentos para Escotet siguen viniendo del campo personal ya que su hijo menor, Juan Carlos Escotet Alviárez, falleció el pasado año a los 32 años a consecuencia de un accidente náutico ocurrido en la localidad de Los Cayos, en Florida (Estados Unidos). 

Problemas tras no vender Nueva Pescanova a Cooke

Nueva Pescanova sigue en problemas. La principal compañía pesquera de España, y quinta de Europa, ejecutará un nuevo ERE que afectará a alrededor de 100 de los 10.000 trabajadores que componen su numerosa plantilla. 

"El objetivo de la compañía es adaptarse a un entorno global desafiante y asegurar la sostenibilidad de la empresa a largo plazo. Se han explorado odas las alternativas posibles y tomado medidas para minimizar el impacto en sus equipos", dicen desde la empresa con sede en la pontevedresa localidad de Redondela. 

Nueva Pescanova dice que resulta "imprescindible optimizar su estructura para adaptarla a un mercado que atraviesa un momento muy difícil. Nueva Pescanova busca, con estos ajustes, mejorar su posicionamiento en el mercado y mantener la excelencia en sus servicios y productos". 

El comité de empresa no está de acuerdo con la medida y considera "que hay suficientes mimbres para llegar a un punto de encuentro. Le solicitamos que suspendan cautelarmente la medida comunicada para ponernos a trabajar en soluciones para sobrepasar estas dificultades con responsabilidad y en beneficio de todo". 

Nuevos tiempos 

Nueva Pescanova acaba de estrenar consejero delegado, Jorge Escudero, que según la empresa se une "al equipo de la multinacional pesquera para liderar y potenciar el crecimiento de la compañía e incrementar su rentabilidad. El nuevo CEO ha desarrollado una sólida carrera profesional en el mundo de gran consumo y posee una amplia trayectoria internacional". 

La incorporación del ex de Coca Cola llega en un momento delicado para la empresa, que al 97 por ciento está en manos de Abanca. Esta entidad de crédito gallega prepara la venta del 80 por ciento de la multinacional a la canadiense Cooke, que frenó su venta tras detectar algunas sombras contables y posteriormente intentó comprar a la baja sin que fuese aceptada la oferta por el propietario. 

Abanca asegura que desde 2015 han realizado "un considerable esfuerzo para salvaguardar la viabilidad de la compañía y mantener a la matriz y a sus filiales integradas, y a su vez conservar su sede en Galicia. El acuerdo que hemos alcanzado permite cumplir nuestra hoja de ruta e integrar Nueva Pescanova en una de las principales compañías familiares de proteína marina del mundo". 

Nueva Pescanova, de cara a Navidad, quiere recuperar ventas para dejar atrás definitivamente la pesadilla que vivió a partir de 2008, ya que acabó rozando la quiebra con más de 1.500 millones de euros de deuda. 

De aquellos lodos su expresidente, Manuel Fernández de Sousa-Faro, fue ingresado este año en la prisión de Soto del Real para cumplir una pena de seis años de cárcel por un delito continuado de falsedad en las cuentas de la compañía y otro de falsedad de información económica y financiera.