Vuelve el legendario creador de 'Red House': Jeff Espinoza presenta su último álbum

Antes de la pandemia existía en Madrid existía una tendencia a los conciertos de Jazz Rock duro y blues en pequeñas salas. Estas gozabana de intimo sabor con buen sonido y ganas de “romper tímpanos”, así como con la maestría de grupos con ritmo y buen hacer.

Estos locales cuentan con un atractivo especial, ya sea por su decoración, con cierta fijación a los existentes en Liverpool o Nueva Orleans, auténticas cuevas de música con sensibles luces mirando frenéticamente al escenario, son un púnto para los “fans” de grupos y bandas de referencia y oír música, “Galileo Galilei”; “El Sol”; “Segundo Jazz”; “Clamores”; “Bourbon Street” y el “Honky Thonk”. 

Al hacer referencia a este último nombre hablamos de los años 40, tras la Segunda Guerra Mundial. Es como se denominan en Estados Unidos a los locales rudos del sureste profundo que servían alcohol a clientes de clase obrera.

En ocasiones ofrecían espectáculos de pequeñas bandas o pianista con bailarina incluida. Además, en algunos casos eran burdeles y su localización estaba en la frontera con México. Motivo para que tuviera, también un estilo de canción denominada, fronteriza.

El “Honky Tonk” de Madrid, en el final de los 80 y principio de los 90, tuvo una época, que acaparaba los mejores grupos del panorama musical. Conseguía tener un público fiel y numeroso. 

Llegaba hasta el extremo que la fama de algún grupo era tan grande que para actuar allí se cambiaban el nombre, porque anunciarlo con el suyo en los programas de mano que se repartían en el local, que detallaban los eventos del mes, hubiera sido de “llamar a la policía para que pusiera orden”.

Esta situación se vivió con el grupo de “Los Secretos”, que sus ganas de actuar en el Honky para sus “fans” de forma intima. Les hizo llamarse: “Las amotos del espacio”. De no ser así, la avalancha de público hubiera sido descomunal. Éramos únicamente los asiduos los que conocíamos este dato. 

Grupos dignos de mención, que actuaron, en la década de los noventa fueron: “Nacha Pop”; “Los Hombres G” ; “MClan”; “La Frontera”; ”Tequila” y uno muy especial, “Red House”. este grupo tuvo la oportunidad de ser el primero de ofrecer “Blues” en Madrid, capitaneado por  el músico Jeff Espinoza.

Jeff Espinoza fue el fundador del grupo. Francisco Simón era la guitarra principal y en los acordes mandaba Mark Knopfler. Carlos Sánchez estaba en la batería y Manuel Bagüés al bajo.

Jeff Espionza y 'Red House' 

El origen californiano de Jeff le permite tener una voz al mejor estilo del Rock y el blues. Gorda, desgarrada y rápida. Con un fondo sensible y sentimental en la lenta composición musical. Recuerda mucho a Joe Cocker, sin que ello suponga ser una comparación. 

Los logros de este grupo, “Red House”, se cuenta por el éxito de sus actuaciones por todo el país y contrataciones en el extranjero y la salida de varios discos en Vinilo LP y en CD.

Jeff Espinoza regresa a los pequeños escenarios el próximo día 8 de marzo en la sala “Villanos” de Madrid. Lo hace con su nuevo grupo “Jeff Espinoza & The Gypsy Runners”, presentando su nuevo trabajo «Lost Dogs of the Universe».

La banda que ha formado Jeff contiene profesionales del blues como Gaby Jogeix, Manuel Bagüés, Gonzalo Peñalosa y Eze Navas. También cuenta con la producción de Carlos Sartorius.

Trece son los temas que tiene este trabajo con sonidos fronterizos del Rock y el blues dándose la mano con auténtica maestría. En ellos el Rock al estilo americano recuerda mucho a legendarios roqueros como el californiano “Gene Vicent”.

“Jeff Espizosa & The Gypsy Runners” es una formación de música de raíz americana. El grupo combina una sofisticada y auténtica mezcla de música folk, country, rock y blues. Tienen un repertorio único que incluye composiciones originales de Jeff. Y también canciones muy representativas de la mejor música de raíz americana. 

Jeff Espinoza está a cargo de la voz, toca guitarra, la armónica y el banjo. Aparte de cantante y guitarrista, es compositor, actor y doblador en Miami. Nacido en California y afincado en Madrid desde los 80, se introdujo en nuestra capital con Francisco Simón, el “blues estilo americano”.

Interpreta, con absoluto conocimiento el folk, country, blues, rock y góspel. Como compositor, interviene en varios temas de su álbum "Breathe" que ha editado hace poco con su actual banda “Jeff Espinoza & The Gypsy Runners”.

 El año pasado tuvo lugar el festival “Blues 2024 de Antequera”. Santa María se iluminó de blues en el inicio de su festival con “Jeff Espinoza & The Gipsy Runners” y “Lolo Ortega Blues Band”. Pusieron el ritmo en la edición de despedida de la productora “Cambayá Records”, los promotores de este festival. Venían realizándolo desde 1988.