Qué hay detrás del éxito social de los jóvenes VIP: De 'Le Bal' al 'Baile de la Rosa'
Los eventos tradicionales para que los jóvenes de la jet set se presenten en sociedad han aumentado su popularidad
«Bailad, bailad; si no, estamos perdidos». Eso decía Pina Bausch, la reina indiscutible de la coreografía contemporánea, bailarina alemana y maestra del “Tanztheater”, que su traducción al castellano es “teatro danza”.
Esta breve cita expresa a la perfección una necesidad primordial, innata en las personas. Es la de expresarse a través del movimiento corporal sobre una base temporal, un ritmo interno o externo, musical. Y de moverse en relación con un espacio para habitarlo.
Hoy se piensa en la danza principalmente como en una actividad placentera de entretenimiento o interacción social. Una disciplina deportiva o un espectáculo para el tiempo de ocio. En la antigüedad, la danza estaba impregnada de importantes ritos devocionales. Y en ciertos casos se consideraba una auténtica forma de oración, de modo similar al canto.
La danza revela muchas cosas de quienes la practican, así como de los usos, las costumbres y las tradiciones de los pueblos. Algunas formas de baile se perdieron, mientras que otras, afortunadamente, se siguen transmitiendo como un bien valioso y compartido que representa una identidad concreta. Hoy nos ocuparemos precisamente de algunos de estos bailes europeos tradicionales.
Le Bal des Débutantes
“Le Bal des Débutantes” de origen francés, es importante no solo desde el punto de vista social, sino a nivel mucho más global. Sus participantes provienen de diferentes culturas y rincones del mundo. Representan a antiguos “clanes aristocráticos", así como a trayectorias llenas de logros y excelencias individuales.
Y ahora también sirve como el primer 'desfile de moda de alta costura' de las debutantes, jóvenes con linaje o no. Pero perteneciendo por parte de padres a la aristocracia social del país, o por la situación económica de los mismos.
Gracias a lo que hoy son las redes, quienes serían “aspirantes a debutantes” realmente no necesitan hacer su 'debut social', por lo que “Le Bal” se ha convertido en un momento memorable para la alta sociedad.
Ophélie Renouard reúne a una veintena de jóvenes damas y caballeros. Ellos llevan smoking con pajarita blanca y las casas de alta costura las visten a ellas con sus mejores galas. Es el único baile benéfico del mundo en el que las mujeres van de alta costura.
Ophélie Renouard nació en Saigón, de padres franceses que regresaron a París cuando ella tenía 10 años. Es la figura pensante que se encuentra detrás de todo. Pasaba los veranos en los Estados Unidos, en San Francisco, con su madrina estadounidense. Ahora divide su tiempo entre Europa, Estados Unidos y Asia, organizando anualmente, en diversos países, “El bal de las debutantes”.
Tras licenciarse en psicología en la Sorbona, en 1991 empezó a trabajar para la familia Taittinger, organizando eventos como “Le Bal”. En 2010, cuando el consorcio de la familia Taittinger se vendió, Ophélie consagró la vida a “Le Bal” a través de su propia empresa.
Ella ha convertido “Le Bal” de París en el único baile de debutantes del mundo al que solo se puede asistir con invitación. Y este es su “leit motiv”. “Empoderar a las mujeres y hombres más relevantes de las nuevas generaciones y promover la armonía entre las naciones”.
Ello es la demostración de que el idealismo también cabe en la alta sociedad.
Es Ophélie quien elige a los asistentes del siguiente año. Todo un privilegio para quien es elegido.
Las parejas provienen habitualmente de 12 países diferentes. Por lo tanto, reúne a personalidades influyentes de todo tipo de culturas y ámbitos de la vida de todo el mundo. Es una mezcla muy curiosa: un evento exclusivo, con invitación, de influyentes, pero con vocación benéfica.
España ha estado muy bien representada en este evento a lo largo de los años. En 1966, el Baile de Debutantes se celebró en el hotel Miramar de la localidad francesa de Biarritz. Entre las 93 jóvenes elegidas se encontraba la infanta Pilar.
En una versión más contemporánea y ya en París, en 1996 apareció el príncipe Luis Alfonso de Borbón. El listado nacional es amplio: la abogada e influencer Julia Puig estuvo en 2004; la empresaria e influencer María Juncadella Hohenlohe, en el 2005; la influencer española Cósima Ruiz de la Prada, hija de Agata y Pedro J.Ramirez, en el 2007; la empresaria Tatiana Shin Botín, hija de Carolina Botin O`Shea y Christian Shin, en 2009; Almudena Lapique, hija de Cari Lapique y Carlois Goyanes en 2015; Daniela Figo hija de Helen Svedin y Luis Figo en 2016; Amina Martínez de Irujo en el 2017.
En el apartado de caballeros están Guiomar Pérez de Guzmán de León, en 2011; Tomás Terry y González de Gregorio en 2013; Luis Martínez de Irujo en 2017; Mirko Sajonia-Coburgo en 2018 y Lucas Macaya Cisneros en 2023.
La cuenta atrás ha comenzado para la nueva edición del Baile de Debutantes 2025, el último gran acontecimiento social del año. Este 2024 se celebró el pasado 30 de noviembre, en el hotel Shangri-La de la capital francesa. Se trata de un antiguo palacio del príncipe Roland Bonaparte con vistas a la Torre Eiffel. Allí asistió Eugenia de Borbón Vargas.
De esta manera, la hija mayor de Luis Alfonso de Borbón (presente en la edición de 1996) y Margarita Vargas se suma a la exclusiva lista de debutantes. Y también, Sofía Yadigaroglu.
Poco se sabe de ella, al menos por el gran público. La joven es hija de la artista extremeña Inma Barrero, cuya obra pictórica forma parte de exclusivas colecciones privadas en todo el mundo. También del empresario Ion Yadigaroglu, un importante inversor que ha sabido destacar, sobre todo, en empresas relacionadas con el cambio climático y los avances tecnológicos.
Como si de un cuento de hadas se tratase, las adolescentes se enfundan en vestidos de alta costura dignos de princesas y continúan con una tradición que las traslada al siglo XVIII. Entonces, las jóvenes se presentaban ante la reina al cumplir la mayoría de edad. Una tradición al más puro estilo “Bridgerton” solo apta para unas pocas privilegiadas. Solo los hijos de las familias más poderosas y adineradas pueden asistir.
Las participantes, en su mayoría, tienen que acostumbrarse a llevar ropa de alta costura y cambiar los habituales complementos de moda adolescente por "tacones, tiaras y vestidos de fiesta con un valor de hasta 30.000 libras".
Como caso curioso de asistente al “bal” fue la invitación hace unos años a Lauren Marbe, la hija de un taxista del Reino Unido cuyo coeficiente intelectual superaba al de Einstein. Y en 2015, a Olivia Hallisey, una estudiante de secundaria estadounidense que ganó el primer premio de la “Feria de Ciencias de Google” por inventar una prueba para detectar el virus del Ébola.
Cada debutante es escoltada por “un caballero”. Puede ser cualquier joven de su elección, como un hermano, primo, amigo o novio. Pero lo cierto es que casi la mitad de ellas, en particular las que proceden del extranjero, vienen sin caballero y delegan en los organizadores de “Le Bal de las debutantes” la tarea de encontrarlos.
La organizadora Renouard ha declarado que “elegir a los caballeros en función de la edad, el idioma, la estatura y quizá también sus orígenes, da unos resultados excelentes a la hora de formar las parejas”.
En siglo XVIII el baile era un recurso perfecto para aquellas mujeres sin derechos que permanecían fuera de foco, salvo en su papel de madre, hija o esposa. "Era la forma habitual de dar al elemento masculino una mirada a las posibilidades en el apartado matrimonial, financiero y de otro tipo", explicaba de forma más o menos fina el 'New York Social Diary'. Efectivamente, eran otros tiempos. Ahora no se necesita hacer su debut social -cortesía de las redes sociales- sino que solo se trata de dejarse ver y ser visto.
El objetivo de “Le Bal de las debutantes” es recaudar fondos para organizaciones benéficas que ayudan a las mujeres y otras obras de caridad.
Como hemos entrado en “bailes”, no podemos dejar de comentar otros, qué si son de otra índole, no por ello no dejan de ser importantes, sino todo lo contrario.
El Baile de la Rosa
Entre ellos, se encuentra el famoso del Principado de Mónaco, que organiza cada año la familia Grimaldi. Se trata del “Baile de la Rosa”, actualmente presidido por S.A.R. la princesa de Hannover. Este evento anual permite recaudar fondos para la “Fondatión Princesse Grace”. Fue creada en 1964 por la actriz norteamericana Grace Kelly, princesa de Mónaco, tras su boda con Rainiero Grimaldi, Príncipe de Mónaco.
Este evento anual tiene lugar en marzo, en la prestigiosa Salle des Étoiles del Sporting de Montecarlo y es una de las citas más esperadas de la alta sociedad europea. Unión, en cierto modo, de realeza y moda, parte de lo que encarnaba, entre otras muchas cosas, la icónica Grace Kelly.
Como sucede cada año, la organización “Princesa Kelly”, es la encargada de llevar a cabo la realización. Y hasta su fallecimiento en 2019, fue el diseñador Karl Lagerfeld quien siempre ha jugado un papel crucial como director creativo de la velada.
La primavera en Mónaco es un torbellino de fiestas glamurosas. Y es posiblemente el “Baile de la Rosa” el más opulento de todos los existentes en el mundo.
Para el primer Baile de la Rosa, Henry Astrik, director creativo de la “Société des Bains de Mer”, tuvo la idea original de convertir el vals en el baile principal. Y declaró que la rosa, la flor favorita de la princesa Grace, sería la flor oficial del evento. Llenó el espacio con 25.000 de ellas.
Como creyente de los grandes gestos, también insistió en que 100 violines tocaran durante toda la velada. En 1957, se añadió el ballet al entretenimiento de la noche, con una actuación de la bailarina y actriz francesa Colette Marchand. Estas alegres tradiciones se mantuvieron prácticamente iguales hasta mediados de los años 70.
En 1977 el bailarín y miembro de la alta sociedad Jacques Chazot actuó como director creativo del baile y decidió cambiar un poco las cosas. Le dio su toque personal y desde entonces el “Baile de la Rosa” ha tenido un tema distinto, con decoración y atuendos a juego. Este nuevo giro creativo ha contribuido al esplendor y la popularidad del baile.
“El Baile de la Rosa” de 2024 se celebró el 23 de marzo y fue Christian Louboutin el director creativo. Transformó “la Salle des Étoiles” en una glamurosa discoteca con miles de rosas adornando el espacio. Gloria Gaynor, famosa por sus éxitos como "I Will Survive", actuó y la velada concluyó con un elaborado espectáculo de fuegos artificiales.
Como curiosidad, ¿qué cuesta cenar, bailar y estar elegido e invitado al “Baile de la Rosa”?
El precio varía en función de las características de la entrada, la situación en el local y la mesa con personalidades de mayor a menor importancia. Así, oscila entre los 850 y 3.000 euros por persona. Se trata no solo de un baile, también de una cena con espectáculo donde no suelen faltar los DJ y los artistas de primer nivel. Como el cantante Mika, que se encargó de animar la velada en 2023, o como el pasado año 2024, con Gloria Gaynor.
Los otros Bailes de Debutantes
En Estados Unidos se celebra “El Baile Internacional de Debutantes de Nueva York” que rivaliza con “Le Bal” de Paris. Se promociona como el lugar más codiciado para un debut social y la elección popular para los vástagos de los políticos estadounidenses. El evento bienal comenzó en 1954.
Entre los asistentes notables a lo largo de las últimas seis décadas se incluyen Patricia Nixon y Julie Nixon Eisenhower. También la nieta de Lyndon B. Johnson, Lucinda Robb, dos de las nietas de Dwight D. Eisenhower, Ashley Walker Bush, Cornelia Guest y numerosas princesas. El baile se lleva a cabo típicamente en el Hotel Waldorf Astoria, pero también ha tenido lugar en el cercano hotel Plaza y en The Pierre.
Otro caso, es el de Inglaterra. Allí se celebra el baile de debutantes “Queen Charlotte's Ball”, que fue iniciado por el rey Jorge III en 1780. Fue un regalo de cumpleaños para la reina Carlota. El baile anual, servía como el evento social culminante de la temporada londinense en la sociedad británica. Las mujeres jóvenes de la alta sociedad eran presentadas ante la corte real de la reina. El baile fue descontinuado por la monarquía a mediados de la década de 1950 y luego revivido como un evento anual. Se separó de la corte real a principios del siglo XXI.
El “Queen Charlotte's Ball” inspiró la proliferación de bailes de debutantes en todo el Atlántico. Las debutantes participan en un ensayo general antes del baile con motivo del aniversario de la reina Carlota. En este caso, el pasado año se celebró, el 245 aniversario en “One Whitehall Place”. Fue el 31 de agosto 2024 en Londres. Las jóvenes que asisten al gran baile son presentadas a los invitados y hacen una reverencia ante la tarta de la reina Carlota.
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