
El legado de Shakespeare: La historia de 'Los dos hidalgos de Verona' vuelve al teatro
Esta obra de William Shakespeare se estrena en la Comedia de Madrid con una versión renovada de Donnellan y Ormerod
Los británicos Declan Donnellan y Nick Ormerod se adentran en una de las primeras obras de William Shakespeare: 'Los dos hidalgos de Verona'. Para escribirla, el autor inglés se inspiró en un pasaje de 'Los siete libros de la Diana', novela pastoril del hispanoportugués Jorge de Montemayor, cuya primera edición apareció en Zaragoza en 1560.
Existe consenso entre los estudiosos en que esta comedia en cinco actos, escrita hacia 1590, fue una de las primeras piezas de Shakespeare. Forma parte de la colección de treinta y seis obras teatrales consideradas auténticas, recopiladas y editadas por John Heminges y Henry Condell en 1623, siete años después de la muerte del dramaturgo.
A lo largo del tiempo, 'Los dos hidalgos de Verona' ha sido una de las comedias menos representadas de Shakespeare. Se considera una obra irregular, pero marca un primer paso hacia sus “comedias altas”. Tiene elementos que anticipan Romeo y Julieta: el amor juvenil, el padre que se opone, la escalada de una ventana para ver a la amada prohibida, y la ciudad de Verona como escenario.
La obra plantea un debate entre la amistad y el amor, cuestionando las jerarquías afectivas tradicionales. Los protagonistas son dos hombres unidos por una amistad profunda, sin contenido sexual. Shakespeare se pregunta si esa amistad es más fuerte que el amor romántico.
A finales del Renacimiento, la amistad como forma de amor sin sexo era tema habitual en la literatura. Se consideraba un vínculo de alto compromiso sentimental, incluso más elevado que las relaciones amorosas.
En la obra, Shakespeare muestra desconfianza hacia el amor. Sus personajes creen estar enamorados, pero sus motivaciones revelan que muchas veces confunden el amor con la obsesión.

Así, surge la gran pregunta: ¿qué es el amor?. Una posible respuesta la encontrará el público en el Teatro de la Comedia de Madrid, donde la Compañía Nacional de Teatro Clásico representa la obra hasta el 1 de junio.
El reparto está encabezado por Alfredo Noval, Manuel Moya, Irene Serrano y Rebeca Matellán. Completan el elenco Jorge Basanta, Prince Ezeanyim, Alberto Gómez Taboada, Goizalde Núñez y Antonio Prieto.
Valentín y Proteo son los dos hidalgos. Sus actos de traición y perdón culminan en un final amargo. Manuel Moya, quien interpreta a Valentín, confiesa que al leer la obra por primera vez se sorprendió por la profundidad de la relación entre los dos amigos: «Me despertó muchas preguntas respecto a la amistad entre hombres».
Alfredo Noval, que interpreta a Proteo, ofrece otra lectura: «En nuestra versión, cobra fuerza el concepto del apego. Proteo actúa movido por sentirse desplazado de la vida de Valentín. Ese apego, su único vínculo afectivo, se transforma en un monstruo que arrasa con todo».
'Los dos hidalgos de Verona'
La historia comienza en Verona. Valentín se marcha a la corte del duque de Milán. Proteo se queda, enamorado de Julia (interpretada por Irene Serrano). Poco después, el padre de Proteo lo envía también a Milán. Allí, Silvia (Rebeca Matellán), hija del duque, se ha prometido a Valentín en contra de la voluntad paterna.
Cuando Proteo ve a Silvia, se enamora de ella y olvida a Julia. Traiciona a Valentín, acusándolo ante el duque de querer fugarse con Silvia. Valentín es desterrado y se convierte en líder de unos bandidos en el bosque de Mantua. Julia se disfraza de hombre y viaja en busca de Proteo.
Descubre su infidelidad con Silvia. Al final, todo se resuelve en el bosque: Valentín impide que Proteo viole a Silvia, el duque acepta la unión entre Valentín y Silvia, y Proteo se arrepiente y vuelve con Julia.

Aunque Shakespeare admiraba a las mujeres y solía retratarlas como figuras fuertes, en esta obra ambas protagonistas se resignan tras ser traicionadas. El final es contradictorio y amargo, incluso para la época. Shakespeare presenta a Proteo como un joven incapaz de gestionar sus emociones.
Recurre al engaño, la seducción y la manipulación como únicas herramientas. Para Noval, el mayor reto fue no justificar las acciones de Proteo, sino vivirlas en el momento con el público como confidente.
Para Valentín, la vida no tiene sentido sin Proteo. Su mayor motivación es estar con él. Si bien la relación puede parecer homosexual, Manuel Moya afirma que su unión es más profunda y pura: «Son dos amigos que se pertenecen».

Julia está enamorada de Proteo. Su obsesión por recuperarlo la lleva a situaciones extremas que refuerzan su carácter cómico. Se disfraza de hombre para seguirlo y comprobar si aún la ama.
Silvia, hija del duque, ha sido criada por su padre. Aunque él quiere casarla con Turio, un hombre que ella detesta, Silvia se interesa por Valentín, a pesar de no entender sus juegos de seducción.
La actriz Irene Serrano, que interpreta a Julia, señala que en el proceso creativo reflexionaron mucho sobre el amor heterosexual, la amistad entre hombres y entre mujeres.
«Declan nos decía que estas obras parecen hablar de las incomodidades e insuficiencias de las relaciones heterosexuales. Son historias sobre educación sentimental. Enamorarse tiene más que ver con uno mismo que con la otra persona. También en la amistad sentimos que el otro nos pertenece, y eso puede generar celos o abandono», señaló.
Shakespeare diferencia a los personajes por su forma de hablar: los sirvientes y bandidos se expresan en prosa; los nobles, en verso. Esta distinción se refleja con acierto en la traducción de Josete Corral, que mantiene el vuelo poético.
El elenco tras la obra
Declan Donnellan dirige la obra y se encarga de la dramaturgia, junto a Nick Ormerod, que diseña la escenografía y colabora también como figurinista.
Manuel Moya, nacido en Valdepeñas (Ciudad Real), es licenciado por la RESAD. Ha trabajado en Hamlet, Malditos 16, Desengaños amorosos, El ángel exterminador y Tres sombreros de copa. Actualmente forma parte de La vida es sueño, dirigida por Donnellan.
Alfredo Noval nació en Medina del Campo (Valladolid). Estudió en la ESADCyL y se tituló en Rusia. Cofundó la compañía “Malalengua” y debutó en Don Juan Tenorio, dirigido por Blanca Portillo. Ha trabajado en 'La villana' de Getafe, 'El perro del hortelano' y La vida es sueño. Ganó el Premio Met Madrid Teatro 2022 y el Premio Godot al mejor intérprete.
Irene Serrano es licenciada en Interpretación por la RESAD y en Comunicación Audiovisual por la UCM. Ha trabajado con el Centro Dramático Nacional y la Compañía Nacional de Teatro Clásico en montajes como La señora y la criada, La vida es sueño, El burlador de Sevilla y El desdén con el desdén.
Rebeca Matellán, actriz vasca nacida en 1987, tiene formación en la RESAD y ha trabajado en cine, televisión y teatro. Es miembro de “La Intemerata”, compañía con la que ha ganado un premio a la mejor interpretación.
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