
José Carreras deja los escenarios: Luces y sombras en la vida del tenor catalán
El cantante barcelonés miembro de 'Los Tres Tenores' actuará en Buenos Aires como parte de su gira mundial de despedida
El cantante José Carreras (Barcelona, 1946) se presenta en Buenos Aires para actuar el próximo 31 de mayo como parte de su gira mundial de despedida. Se subirá al escenario del Movistar Arena argentino en el marco de su gira mundial de despedida. Allí estará acompañado por la cantante argentina Verónica Cangemi y llevará la dirección musical a cargo de David Giménez.
José Carreras es un caso extraordinario. Debutó a los 11 años en una obra de Manuel de Falla. Su formación en el Conservatorio del Liceu de Barcelona y su encuentro con Montserrat Caballé lo impulsaron en el ámbito operístico internacional. Destaca en sus roles en clásicos del género de Verdi y Puccini.
Cantó en los teatros más prestigiosos y alcanzó popularidad global cuando se reunió con otros dos héroes de la ópera: Plácido Domingo y Luciano Pavarotti. Lo hizo en una magistral de marketing y visión artística para plasmar con la marca 'Los Tres Tenores' una serie de espectáculos en vivo y grabaciones que popularizaron la ópera alrededor del mundo.

José Carreras afirma que “la ópera no cambia, sí lo hacen los intérpretes y la modernización de las producciones”. Recuerda con emoción cantar junto a Pavarotti y Domingo en la primera actuación de los tres. Se denominó 'Los Tres Tenores' y tuvo lugar el 7 de julio de 1990 en Roma, en las Termas de Caracalla. Estaba acompañada de una orquesta de 200 músicos dirigida por extraordinario director de orquesta Zubin Mehta.
Este concierto marcó el inicio de la exitosa colaboración de los tres tenores, quienes interpretaron una selección de canciones clásicas y populares. José Carreras llegó a este concierto tras haber superado una leucemia, algo que el público italiano le agradeció. Al salir al escenario, le ovacionó con un enorme aplauso. Tras aquella famosa primera noche de 1990, confesó que la enfermedad a la que debió enfrentarse reforzó su gratitud hacia los demás. Nada cambió para él: “Cada uno es de una manera y no dejas de ser el mismo de siempre”.
Tiene recuerdos maravillosos de aquella noche. Especialmente porque fue muy emocionante cantar junto con sus colegas, los mejores tenores del mundo en aquel momento. Además de por haber superado la leucemia. Fue una noche mágica. Como gran aficionado al fútbol, cantar para el “Mundial de 1990”, fue también otro motivo de satisfacción.
El impacto de 'Los Tres Tenores'
El impacto de la creación de 'Los Tres Tenores' fue extraordinario con la popularización de la ópera a nivel global. Consiguieron que la ópera llegase a un público mucho más amplio de diversos niveles sociales y saliera de alguna manera de los teatros de la ópera. No hay ninguna duda que este fue el principio de un éxito al interpretar no solo óperas, sino bajar a la operística con canciones de conocimiento del público.

Para Carreras, cada personaje que interpreta en el escenario supone un gran reto. Se estudia a fondo el carácter del personaje, el libreto y la puesta en escena. Todo forma un conjunto que el intérprete debe de saber interiorizar para poder ofrecer una interpretación que describa las emociones, el sentimiento y que sea capaz de llegar al público.
Todas las óperas tienen su grado de dificultad. Tiene un especial afecto a más de una de las óperas que he interpretado, pero todas y cada una de ellas han marcado su trayectoria profesional y le han forjado como cantante.
José Carreras y su lucha contra la leucemia
"La enfermedad cambia muchas cosas. Principalmente la visión de la cotidianidad, de enfrentarte a las situaciones vitales. Pero también finalmente cada uno es de una manera y no dejas de ser el mismo de siempre. Con tus defectos y tus cualidades. En lo que a la música se refiere, no tiene la sensación de que haya cambiado la manera de relacionarme", dice el propio Carrera.
Pero lo sí que le cambió la enfermedad, fue su sentimiento de gratitud hacia la sociedad civil y la ciencia por todo lo que le habían dado. Fue por este motivo que decidió crear la Fundación que lleva su nombre y que lucha contra esta terrible enfermedad. La Fundación es en estos momentos su máxima prioridad. Los logros que han ido consiguiendo, están todos encaminados a buscar la curación para todos los enfermos.
Entiende que la ópera tendrá otros canales de difusión y que continuará teniendo la importancia que ha tenido siempre. "La llegada de canales de música que invaden a los oyentes, nos beneficia a todos. Vulgarizar la ópera y la música clásica debería ser una misión de los gobiernos y los ministerios de cultura", asegura.

Ha tenido el privilegio de haber podido trabajar con los mejores directores de orquesta y de escena de todos los tiempos, así como también con los cantantes de más renombre mundial. Esto ha sido un privilegio y también una gran responsabilidad al no poder defraudar ni al público ni a sus compañeros.
Es evidente que todos ellos han marcado de alguna manera su trayectoria profesional. Cabe destacar a dos grandes del mundo de la ópera, que son Herbert Von Karajan y Montserrat Caballé. Con el director de orquesta tuvo una larga y muy fructífera relación. Y con la cantante lírica interpretó los grandes hitos y momentos de su carrera.
Esta es su gran despedida. La música ha ocupado hoy y siempre un lugar importantísimo en su vida, quizás la más importante al sér su trabajo vocacional. Y por ello, lógicamente, no entiende la vida sin música.
José María Carreras Coll, nació en Barcelona el 5 de diciembre de 1946. Es un cantante, compositor y director de orquesta. En 1988 creó la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia, que él mismo padeció. Fue galardonado con la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña en 1984 y con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1991.

Carreras demostró sus aptitudes musicales desde niño. Cantaba a los pasajeros del buque en el cual se trasladó a Buenos Aires, donde vivió con su familia en 1951, en la ciudad de Villa Ballester. Allí vivieron por un año y después regresaron a España. A los ocho años realizó su primera actuación en público al cantar “La donna è mobile” en la radio española. A los once apareció por primera vez en el Liceo barcelonés como un joven tenor en el papel de narrador de la ópera de Manuel de Falla 'El retablo de Maese Pedro'.
Durante su adolescencia, Carreras estudio en el Conservatorio Superior de Música del Liceo. Debutó en 1970 en Barcelona como Ismael en “Nabucco” y en la ópera “Norma”, llamando la atención de la soprano Montserrat Caballé, que protagonizaba la obra. Caballé le invitó a cantar en la producción “Lucrezia Borgia”, el primer gran éxito de Carreras. Volvió a cantar con Caballé en 1971 interpretando “Maria Stuarda” en Londres. Los dos cantantes han coincidido en diversas obras con posterioridad.
En 1972 debutó en los Estados Unidos en el papel de Pinkerton de “Madama Butterfly”. En 1973 debutó en Londres, y en 1974 en Viena interpretando “La Traviata”. A los 28 años, Carreras había cantado ya 24 óperas diferentes. En 1978 interpretó “Don Carlo” en el Festival de Salzburgo, bajo la dirección de Karajan.
En 1984 graba la "versión operística" de “West Side Story” en el papel de Tony al lado de la soprano Kiri Te Kanawa, versión compuesta y dirigida por Leonard Bernstein. Esta versión tuvo un premio Grammy en 1985.
En 1987, le fue diagnosticada una leucemia linfoblástica y los médicos le dieron pocas posibilidades de sobrevivir. Tras duros tratamientos que incluyeron radioterapia y quimioterapia, y un autotrasplante de médula, Carreras pudo reanudar su trayectoria artística. En 1988 creó la "Fundación Josep Carreras", una organización que apoya económicamente la investigación contra la leucemia y que mantiene un banco de donantes de médula ósea.
Ha grabado principalmente para Philips Classic. En total, existen más de 120 grabaciones oficiales incluyendo óperas completas, además de canciones populares, clásicos del cine, canciones de Navidad, música ligera, sacra, musicales de Andrew Lloyd Webber, tango, misas y oratorios. Estos discos, los podemos escuchar en español, portugués, catalán, inglés, italiano, alemán, francés, chino, japonés o coreano.
Esta es su gran despedida de su interpretación en el mundo de la música, en el “MoviStar Arena” de Buenos Aires. La música ha ocupado hoy y siempre un lugar importantísimo en su vida quizás lo más importante, al ser su trabajo absolutamente vocacional, y lógicamente, “no entiende la vida sin música”.
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