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Una mujer en primer plano en blanco y negro frente a un edificio clásico con columnas y detalles arquitectónicos ornamentados.
CULTURA

Adiós a Mara Recatero, la directora y realizadora de TV que llevó el humor al teatro

La esposa de Gustavo Pérez Puig, fallecida a los 84 años, deja como legado sus obras de Jardiel Poncela, entre otros

La cultura española está de luto al haber perdido a una de las grandes mujeres que estuvieron en primera fila en la dirección de teatro. Se trata de una mujer entrañable, delicada en la construcción de las obras teatrales y un hito del mundo del teatro, Mara Recatero (Madrid, 1949). Su nombre artístico venía de María Teresa Recatero Giménez. Fue una realizadora de televisión y directora de teatro, viuda del dramaturgo Gustavo Pérez Puig. Recatero falleció el pasado domingo en su residencia de Marbella, a la edad de 84 años.

La historia de Mara Recatero comienza en la época en la que televisión española, en su primera cadena, iniciaba la puesta en escena de teatro en TV. Se incorporó como ayudante de dirección en el programa denominado Estudio 1. Ahí se adaptaban guiones de obras notables de teatro español, siendo seguido por millones de televidentes. En la noche de los martes, llevaban el teatro a las casas con obras de clásicos y de autores modernos, la mayor parte comedias o con obras de costumbres.

La audiencia de los años 80 era tremenda. No había muchas posibilidades de asistir al teatro por la falta de economía. Se consideraba muy caro, y los productores sufrieron las consecuencias.

Dos personas mayores sentadas en sillas rojas, una mujer con cabello canoso y un hombre con chaqueta clara.
Mara Recatero y Gustavo Pérez Puig. | Cedida

Ya en esa etapa, Recatero dejó clara su preferencia por el repertorio del teatro español del siglo XX, sobre todo de los dramaturgos humoristas. Durante toda su vida profesional se mantuvieron fieles a esta preferencia. Aunque no desdeñaron, tanto ella como Gustavo Pérez Puig, estrenos de las últimas décadas del pasado siglo.

El legado de Mara Recatero

Desde 1979, trabajó en teatro, siendo su primera obra “Herminia”. Más adelante, dirigiría piezas como “Los habitantes de la casa deshabitada”, de Enrique Jardiel Poncela; “El hombre del atardecer”, de Santiago Moncada;​ “Un marido de ida y vuelta” y “El hotelito”, de Antonio Gala; ​ “Cuatro corazones con freno y marcha atrás” ​y “Usted tiene ojos de mujer fatal”, ambas de  Jardiel Poncela.

Este último autor era el preferido de su marido, el dramaturgo Gustavo Pérez Puig. Él era Director del Teatro Español, y durante muchos años, sus representaciones estuvieron bajo la dirección de Mara.

En 1984, Recatero se sitúa como directora adjunta del Teatro Maravillas, hasta 1989. Compagina esa labor con colaboraciones en televisión, como “El baile” en 1985; “El mar y el tiempo” o el espacio musical “A media voz en 1989”, emitidas en TVE.

Un teatro elegante con asientos rojos y un telón decorado con un escudo y detalles dorados.
El Teatro Español en Madrid. | Teatro Español

En 1990, fue nombrada directora adjunta del Teatro Español, coincidiendo con la etapa en que fue dirigido por su marido. Esto suscitó algunas críticas, por ejemplo del sindicato UGT y de Izquierda Unida. En esa etapa realizó varios montajes en el Español como “La noche del sábado” de Jacinto Benavente; “Picospardo's”; “Carlo Monte en Monte Carlo”, divertida comedia de Jardiel o “Misión al pueblo desierto”.

En el año 2000, acomete la realización de Cyrano de Bergerac con un éxito clamoroso​. Más tarde, la obra “Celos del aire”; “Corona de amor y muerte”, y otra vez con Jardiel Poncela en su obra cumbre “Eloísa está debajo de un almendro”. Con posterioridad, continuó dirigiendo sobre los escenarios, pudiendo citarse entre sus montajes “Melocotón en almíbar” y “La decente”, ambas de Miguel Mihura. Y otra vez Enrique Jardiel Poncela con “Vamos a contar mentiras” y “Las cinco advertencias de Satanás”.

Cartel amarillo de la opereta
Cartel de la obra 'Carlo Monte en Monte Carlo' dirigida por Mara Recatero. | Cedida

Tras la salida del Teatro Español, Mara y Gustavo, volvieron a la producción privada. Siempre con sus autores preferidos, Miguel Mihura y Enrique Jardiel Poncela, como autores emblemáticos. Produjeron y dirigieron “Melocotón en almíbar” y “La decente”, la más prestigiosa obra de Mihura. “Tres sombreros de copa” y vuelta a las obras de Jardiel, con “Vamos a contar mentiras” y “Usted tiene ojos de mujer fatal”.

En muchas de sus producciones, tanto para teatros públicos como privados, trabajaron con un núcleo estable de intérpretes: Ana María Vidal, Amparo Baró, Juan Carlos Naya, Luis Barbero, Félix Navarro, Ramon Langa José Carabias… Con bastantes de ellos tenían una dilatada relación profesional desde los tiempos de Estudio 1.

En 2011, presentaron en el teatro Marquina Las “5 advertencias de Satanás”, de Jardiel, con Mara firmando la dirección de escena. Fue el último trabajo de los dos. Mara todavía dirigiría en 2013 un montaje de “El hotelito”, de Antonio Gala.

Una mujer mayor con expresión de sorpresa o emoción mira el contenido de una billetera en una escena en blanco y negro.
Representación de 'Eloísa está debajo de un almendro' de Enrique Jardiel Poncela. | TVE

Fue ganadora del último Premio Mayte de Teatro en el 2001 con un comité presidido por Rafael Ansón. Tras la muerte de su esposo, Gustavo Pérez Puig, el año 2012, se retiró de cualquier actividad artística o social. Con Gustavo formó una pareja que emprendió diversas aventuras teatrales. Desde la producción a la dirección. Y ofrecieron a los espectadores de teatro en Madrid, principalmente, las grandes obras de los grandes dramaturgos de comedia españoles del Siglo XX.

Para Mara Recatero, Jardiel Poncela significaba mucho, y de ello dejo constancia en un escrito: "He dirigido siete veces a Jardiel, en los habitantes de la casa deshabitada, Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Un marido de ida y vuelta, Usted tiene ojos de mujer fatal, Carlo Monte en Montecarlo, por segunda vez Los habitantes de la casa deshabitada, y por último, Eloísa está debajo de un almendro".

"Reconozco que leer las acotaciones de Jardiel, para un profesional, es casi tener la comedia montada, porque él escribía como autor y director de sus obras, pero también tengo que confesar que, después de entender lo que él quiere de sus obras, yo lo olvido y hago mi propia versión. Jardiel es complicado, muy complicado, pero a mí me gusta complicarlo aún más", confesaba Mara Recatero.

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