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Un hombre de cabello largo y canoso sonríe mientras mira hacia un lado, vistiendo una camiseta negra.
CULTURA

La Escuela de Teatro llega a la universidad: El grado no permitido en España hasta hoy

La Universidad Complutense, junto al dramaturgo Álvaro Tato, promueve el título de 'Estudios Teatrales' en sus aulas

A partir de este curso, 2024/2025, en las aulas de la Universidad Complutense de Madrid se va a poder estudiar el teatro "como hecho escénico" y desde todos los ámbitos. Una formación para los alumnos que se necesita "desesperadamente". 

La intención de esta incorporación es crear un tejido cultural, que impulse hacia el futuro el teatro en España. También que no se olvide la gran obra teatral de nuestro país, una de las más importantes del mundo. Con un espectacular Siglo de Oro y con un teatro clásico y contemporáneo de calidad reconocida en el mundo entero. 

Así lo ha dicho el dramaturgo Álvaro Tato, miembro fundador de la compañía 'Ron Lalá' y ahora 'padrino' de este grado de 'Estudios Teatrales'. Lo promueve el Instituto de Teatro de la citada universidad Complutense y lo respaldan las facultades de Filología, Filosofía, Geografía e Historia y Bellas Artes.

La labor de Álvaro Tato

Álvaro Tato, poeta, dramaturgo y actor español, nació en Madrid en 1978. Se licenció en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y ha cursado estudios de dirección de escena en la RESAD.

Entre su trabajo como escritor destacan los libros de poesía Vuelavoz (2017) y Zarazas. Coplas flamencas reunidas, publicado en 2015. ​Su composición “Gira” fue Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández en el 2011. 

Desde 1996 escribe y actúa en el grupo de teatro, poesía y música 'Ron Lalá', con el que ha recorrido una veintena de países. Su espectáculo Cervantina, coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, obtuvo el Premio Max a mejor musical. Y Siglo de Oro, siglo de ahora (Folía), el Premio Max 2013 a la mejor empresa de producción de Artes Escénicas.

También es autor de las versiones de la Compañía Nacional de Teatro Clásico de La dama duende (2017), El perro del hortelano (2016) y El alcalde de Zalamea (2015). Y ha escrito Nacida sombra, dirigida por Rafaela Carrasco, Zarzuela en danza, Comedia multimedia, Ojos de agua y El intérprete, entre otros montajes de teatro y danza.

Es profesor de Dramaturgia y Poesía en diversos centros de enseñanza, aunque ahora, por fin, se puede estudiar el teatro en la universidad. "La legislación española, que es muy particular", lo impedía. Junto a Álvaro Tato se encuentra como refuerzo Julio Vélez, catedrático de Filología y uno de los coordinadores de estos estudios.

Un grupo de cinco personas vestidas de negro posando frente a un fondo amarillo.
Compañía 'Ron Lalá'. | Cedida

Hasta ahora se podía aprender interpretación en la Resad (Real Escuela de Arte Dramático), así como en centros y universidades privadas, como El Mirador de Cristina Rotha. Pero no se estudiaba el teatro en todos sus ámbitos.

"Desde los ámbitos sociológico, filosófico, histórico, filológico o ritual, entre otros, solo se estudia aquí", se lamenta el catedrático. Y recuerda que es una formación presente en las universidades europeas, de Latinoamérica y del mundo anglosajón.

La visión del actor Julio Vélez

Julio Vélez es un actor todoterreno nacido en Cuenca y formado entre Barcelona y Madrid. Con más de 80 trabajos de cine y televisión desde 1984.

En cine ha trabajado con directores de la talla de Alejandro Amenabar, Jaume Balagueró, Álvaro Fernández Armero, Fernando Trueba, Vicente Aranda, Benito Zambrano, Gonzalo Suárez, Enrique Urbizu, Gerardo Herrero o Mario Camus.

Se desenvuelve perfectamente tanto en cine como en televisión, dando vida a personajes secundarios y principales. Puede verse su trabajo en Tesis, Tirante el blanco, Si yo fuera rico, Todo por la pasta, La Reina de EspañaMar de Plástico, Isabel, El secreto del puente viejoTierra de lobos, Señoras del HampaLa que se avecinaVíctor RosMujeresR.I.SYo soy BeaEl secuestro de AnabelAdolfo Suárez o La Duquesa, entre otros trabajos.

Julio Vélez asegura que "en un mundo totalmente utópico y maravilloso, los estudiantes deberían hacer arte dramático a la vez que estudios teatrales". Por ahora y para contrarrestar la falta de formación práctica, los promotores del grado animan al alumnado a formar una compañía y organizan encuentros con profesionales del sector.

Ya ha pasado por las aulas de la Complutense Stefan Kaegi, el fundador de la compañía alemana 'Rimini Protokoll' o Eduardo Barba, del 'Teatro Odin'. Y se espera a 'Las Niñas de Cádiz', entre otros.

"No podemos dedicarnos solo a la teoría", asegura Vélez. "Hay que saber que una obra depende de que un foco esté bien o mal puesto, de que funcione el sonido. De conocer las dietas que necesitan los actores, de hacer un presupuesto, etc.".

Por ello, este grado introduce asignaturas como producción o iluminación escénica.

Un hombre pensativo con traje oscuro se apoya en una mesa de madera junto a un coche de juguete rojo, con una pared de ladrillos al fondo.
Julio Vélez. | Compañía Ron Lalá

Álvaro Tato aprovechó la ceremonia de 'botadura de este grado' para desear a los alumnos que adquieran la sabiduría suficiente para tender puentes con las artes teatrales desde la universidad. "La sabiduría que requiere el conocimiento del pasado para poder tener tejidos culturales y teatrales mucho más sólidos que los actuales".

Es deseo del dramaturgo que construyan un criterio mucho más firme respecto a los premios teatrales, las estructuras, la programación, el repertorio, las giras y que se acabe con el "centralismo madrileño".

"Nuestras artes escénicas necesitan ubicarse en el contexto de las universales de una manera muchísimo más destacada. Se merecen un lugar tan potente como el de la cultura anglosajona", añade.

"Nos tenemos que quitar el miedo a nuestros clásicos y nuestra cultura en general", ha advertido Tato. "Hay que conseguir que dentro de pocas décadas se vean con naturalidad en todas las capitales del mundo montajes de Calderón, Lope de Vega, Valle Inclán o Lorca, pero también de Vallejo o Juan Mayorga".

Álvaro Tato es el creador de la compañía 'Ron Lalá' y lamenta que el cuerpo de gestores teatrales actual no tenga un interés sobre la enseñanza teatral. Recuerda que algunos vienen de la política o de la gestoría general.

"No tienen nada que ver con las artes escénicas, si fuera de otra manera formarían un tejido más o menos coherente". Una opinión que comparte Vélez al recordar que las industrias culturales son casi el 4% del PIB del país.

Como exploradores en esta jungla "con un mundo maravilloso por descubrir" ve Álvaro Tato a los alumnos matriculados que emprenden este curso. Como la aventura de los 'Estudios Teatrales'.

Una visión que comparten algunos de los estudiantes como Salomé Muñoz Ramos, que los eligió como primera opción atraída por la regiduría y la producción de teatro.

Otra alumna se muestra menos contenta. Aunque quería adquirir formación teórica sobre teatro, "hasta ahora" le parece "muy lejano a lo que esperaba". "No me convence del todo, espero que nos vayamos enfocando más en teatro, en dramaturgia, en cultura teatral pura y dura".

Algunos alumnos han llegado a la universidad al ser rechazados en la Resad. Es el caso de Valentina, que reconoce que está disfrutando mucho el grado, a pesar de que echa de menos una parte más práctica. Alena los descubrió cuando iba a elegir Historia del Arte y destaca que haya alumnos procedentes de ramas diferentes y muy implicados.

Estudiantes de distintos puntos de España "efervescentes", como los califica Julio Vélez. Y detalla que alrededor del 50% tienen perfil de arte dramático, un 30% proceden de Humanidades y el resto han cursado otras carreras.

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