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Tres personas con batas blancas actúan en un escenario teatral con proyecciones de imágenes en blanco y negro de fondo, una de un rostro masculino y otra de un grupo de personas
CULTURA

'Blaubeeren', una obra dirigida por Sergio Peris-Mencheta que rememora el Holocausto

La obra reflexiona sobre el nazismo y explora la vida en Auschwitz y se ofrece en los Teatros del Canal de Madrid

Los Teatros del Canal de Madrid suelen ofrecernos obras que nacen de una excusa escénica para convertirse en auténticos proyectos teatrales. Este es el caso de ‘Blaubeeren’, dirigida por Sergio Peris-Mencheta. La obra parte de un álbum de fotos de la Segunda Guerra Mundial para desplegar una reflexión sobre el nazismo y el Holocausto.

Se trata de un teatro documental basado en un texto de Moisés Kaufman y Amanda Gronich. La palabra ‘Blaubeeren’, que en alemán significa ‘arándanos’, da título a una pieza sobre la memoria, la culpa heredada y la banalidad del mal. El montaje puede verse hasta el 26 de junio.

La obra explora la vida cotidiana de los nazis que trabajaron en el campo de concentración de Auschwitz, a partir de un álbum fotográfico inédito encontrado de forma casual en 2007. La propuesta escénica combina imágenes, documentación real y testimonios de descendientes de verdugos, en una dramaturgia que nos obliga a mirar de frente la historia.

Un álbum revelador

El punto de partida es el hallazgo de un álbum de 116 fotografías atribuido a Karl Höcker, último ayudante del comandante de Auschwitz-Birkenau. Las imágenes, tomadas entre 1944 y 1945, muestran a oficiales nazis en momentos de ocio: descansando, celebrando cumpleaños, riendo bajo el sol… todo ello a escasos metros del mayor centro de exterminio de la historia.

El álbum fue descubierto por una mujer que, al finalizar la guerra, pasó una noche en Auschwitz. Al revisar una mesilla, encontró el álbum y reconoció en las imágenes a familiares suyos asesinados en el campo. Lo guardó y, años más tarde, acabó en manos de los autores, quienes lo confiaron a Rebecca Erbelding, archivera del Museo del Holocausto de EE. UU.

Un hombre con bata blanca y guantes observa una fotografía antigua de varias mujeres sentadas en fila mientras señala la imagen, con el título Blaubeeren Here There are blueberries en la parte inferior
'Blaubeeren' | Teatro Arriaga

Las fotografías fueron analizadas por historiadores hasta que un empresario alemán reconoció a su abuelo en una de ellas. Ese descubrimiento lo llevó a indagar en el pasado familiar y a contactar con otros descendientes de nazis que, como él, enfrentan una pesada herencia.

La obra se articula como una indagación sobre la responsabilidad histórica y la necesidad de transmitir la memoria. A través del álbum ‘Höcker’, se nos muestra la convivencia de lo cotidiano con el horror, y el desconcierto que provoca ver la banalidad del mal retratada en picnics y sonrisas.

La banalidad del mal

Peris-Mencheta ha declarado que ‘Blaubeeren’ es un espectáculo “sobre la banalidad del mal que puede suceder en cualquier parte”. Las escenas escenifican una inquietante normalidad en medio del genocidio. La obra también incluye la historia de Marrick Smith, nieto del arquitecto de Auschwitz, y del propio Karl Höcker.

Kaufman, descendiente de sobrevivientes del Holocausto, señala: “Una cosa es cometer una violencia indescriptible contra un pueblo. Otra muy distinta es marcar las matanzas en masa con canciones casuales y picnics despreocupados al aire libre”.

Ocho personas posan en un escenario oscuro, algunas sentadas y otras de pie, varias sostienen instrumentos musicales como guitarra, acordeón y violín, con iluminación tenue que resalta sus figuras.
'Blaubeeren' | Teatro Arriaga

El montaje combina el testimonio de Erbelding, la investigación de los autores, entrevistas con descendientes de criminales nazis y una escenografía que recuerda al Muro de Berlín. Las imágenes proyectadas nos enfrentan a una historia que sigue viva y nos interroga como sociedad.

Según Peris-Mencheta: “Si nos apoyamos en las generaciones que nos precedieron, viviendo y beneficiándonos de un sistema injusto que ellos construyeron, ¿qué responsabilidad tenemos de corregir sus errores?”. Su objetivo es llevar esta obra al mayor número posible de espectadores para fomentar la reflexión y el aprendizaje colectivo.

Sergio Peris-Mencheta, compromiso y regreso

Sergio Peris-Mencheta (Madrid, 1975) es actor y director de cine, teatro y televisión. Hijo de un madrileño y una rusa hija de exiliados, estudió en el Liceo Francés y fue jugador internacional de rugby. Inició estudios de Derecho y Empresariales en la Universidad Carlos III, pero descubrió su vocación actoral en el grupo de teatro universitario dirigido por Inés París.

Se formó en la Fundación Shakespeare del Ateneo de Madrid y saltó a la fama con el personaje de Dani Daroca en la serie ‘Al salir de clase’. Debutó en el cine con ‘Jara’ (2000) y participó en películas como ‘El arte de morir’, ‘Menos es más’ y ‘Tiovivo c. 1950’ de Garci.

Hombre de cabello ondulado y bigote posando en un evento con fondo de logotipos y letras blancas sobre fondo negro
Sergio Peris-Mencheta | Europa Press

Su consagración llegó en 2006 con ‘Los Borgia’ y luego en producciones internacionales como ‘Resident Evil: Afterlife’ y ‘Love Ranch’. En 2007 repitió con Garci en ‘Luz de domingo’. Junto a Xabier Murúa y Nuria Cruz-Moreno fundó la productora Barco Pirata, con la que estrenó ‘Incrementum’ en 2011.

Tras superar una grave enfermedad y un trasplante de médula por leucemia, Peris-Mencheta regresa con ‘Blaubeeren’, finalista del Pulitzer en EE. UU. el pasado año. Su compromiso artístico y humano lo coloca de nuevo en el centro de la escena española con un montaje que no deja indiferente.

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