15 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Los actuales monarcas se quedarán en el castillo de Balmoral donde falleció la reina y las campanas de la Abadía de Westminster sonarán como homenaje

Un año de la muerte de Isabel II de Inglaterra: Con un Carlos III que no despierta pasiones y sin actos oficiales

El Cierre Digital en Las joyas reales de coronación tras el rey Carlos III de Inglaterra.
Las joyas reales de coronación tras el rey Carlos III de Inglaterra.
El 8 de septiembre se cumplía un año de la muerte de la reina de Inglaterra, Isabel II. Un año en el que su hijo, Carlos III, ha tenido que ascender al trono. Su reinado ha destacado por su neutralidad. Con respecto a este primer aniversario del fallecimiento de la monarca, no se harán actos oficiales, pero los actuales reyes permanecerán en el castillo de Balmoral, donde falleció la reina. Las campanas de la Abadía de Westminster sonarán como homenaje a la reina fallecida.

El pasado 8 de septiembre de 2022, Isabel II de Inglaterra falleció a los 96 años en su castillo de Balmoral, Escocia, tras un reinado de más de siete décadas. El eterno heredero, su hijo Carlos, ascendió así al trono a sus 73 años con la obligación de continuar el legado de su madre y a la vez, preservar una opinión favorable de la monarquía británica en una sociedad británica muy reacia a los cambios.

Si bien el funeral por la monarca fue multitudinario, este primer aniversario de su muerte será íntimo y no se han previsto homenajes públicos. No existe un protocolo que diga cómo actuar en estas situaciones, pero la tradición de la familia real británica marca que estas ceremonias conmemorativas se celebren como actos privados dentro de la familia.

La reina Isabel II.

De esta forma, está previsto que Carlos III y su mujer Camilla permanezcan el castillo de Balmoral, el mismo donde falleció la reina. Los actuales reyes ingleses acudirán a Crathie Kirk a rezar, una pequeña iglesia cercana al castillo. Por su parte, los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, visitarán la catedral galesa de Sant Davids para un breve servicio privado como parte de un viaje que harán a Pembrokeshire.

Tan solo habrá un recuerdo simbólico, como es tradición en los aniversarios de los reyes, y es que las campanas de la Abadía de Westminster sonarán, a la vez que resonará una salva de veintiún cañonazos desde Hyde Park y la Torre de Londres como signo de respeto al rey. Además, el gobierno británico ha anunciado la creación de un proyecto de memoria permanente en homenaje a la reina.

Lo que está claro es que no se espera ningún gesto por parte del nieto “díscolo” de la difunta monarca, el príncipe Harry. Ni él ni su esposa Meghan estarán presentes en Gran Bretaña en este fin de semana, aunque estarán muy próximos, concretamente en Alemania, para la celebración de los Juegos Invictus. Harry sí que ha estado esta semana en Londres, en la entrega de los premios de la asociación WellChild, pero su estancia ha sido vista como una amenaza que puede ensombrecer el protagonismo de la figura de Isabel II.

Esta mañana, los tabloides británicos reproducen el mensaje grabado por Carlos III en ocasión de este aniversario: "Recordamos con gran afecto su larga vida, su devoto servicio y todo lo que significó para tantos de nosotros". "Estoy profundamente agradecido, también, por el amor y el apoyo que nos han mostrado a mi esposa y a mí durante este año, mientras hacemos todo lo posible por estar al servicio de todos ustedes", añadió.

Un año de reinado neutro

Según los analistas británicos, el rey Carlos III estaría manteniendo un perfil neutro en estos primeros meses de reinado para ceder todo el protagonismo a su hijo Guillermo. El monarca, fiel defensor de causas como el cambio climático, la innovación y la tecnología verde, ha mantenido un riguroso silencio en estos temas y tan solo ha hecho apariciones en contextos políticos.

Este primer año de reinado ha sido un periodo de adaptación y evolución tanto para el monarca como para el Reino Unido. A medida que avanza su papel como monarca, queda por verse cómo continuará dando forma a la corona británica y su relación con una sociedad en constante cambio. Según un reciente sondeo de YouGovs, el 59 por ciento de los británicos consideran que el rey hace un "buen trabajo", frente al 17 por ciento que piensa lo contrario. El príncipe de Gales y su tía, la princesa Ana, siguen contando con el apoyo mayoritario del pueblo inglés, mientras que Camila sigue sin ser aceptada por una gran parte de la población.

Carlos III y Camila. / Foto: The Royal Family Web.

Por supuesto, ningún reinado está exento de desafíos y controversias, y más en una familia real como la británica, acostumbrada a escándalos como el fallecimiento de Lady Diana, primera esposa de Carlos III, la aceptación de Camila como miembro real o la presunta relación del hermano pequeño del soberano, el príncipe Andrés, con el pederasta Epstein.

Desde su ascenso al trono el 8 de septiembre de 2022, Carlos de Inglaterra se ha enfrentado a un escrutinio constante y una atención sin precedentes por parte de la prensa y la opinión pública. Este año de reinado ha sido testigo de una serie de cambios en la forma en que los ingleses ven a la institución de la monarquía en general. Para muchos británicos, la monarquía representa una continuidad y una tradición, y la figura de Carlos III encarna el apego a las costumbres ancestrales del Reino Unido.

La discusión sobre si la monarquía debería mantenerse como fuente de cohesión para el Reino Unido en la escena internacional o si debería reformarse, incluyendo la abdicación de Carlos III en su hijo Guillermo es un tema recurrente en la opinión pública. En resumen, la perspectiva de los ingleses sobre Carlos de Inglaterra y su función en la actualidad es variada y matizada.

Carlos III de Inglaterra tiene ante sí el reto de lidiar con problemas familiares como es el regreso a la “familia” de su hermano Andrés o la función de su hijo Harry desde fuera de ella, además de tener pendientes otras cuestiones internacionales como el descontento de varios países de la Commonwealth. El futuro de la monarquía británica dependerá en gran medida en la capacidad de la familia real inglesa para equilibrar las tensiones entre tradición y modernidad y continuar siendo relevante para el pueblo británico en el siglo XXI.

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