26 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

Adela, hija del conocido cantante madrileño, denunció en mayo de 2019 la desaparición de su hermano, que para entonces ya había muerto

Luces y sombras de 'El Fary' cuando cumpliría 85 años: El trágico final de su primogénito

El Cierre Digital en 'El Fary'.
'El Fary'.
El 20 de agosto de hace 85 años nació ‘El Fary’. Taxista, cantante y actor son algunos de los trabajos por los que se le conoce en España, país en el que es uno de los referentes del género de la copla pop. Su vida personal también ha sido muy comentada. Se casó en dos ocasiones y tuvo un hijo fruto de uno de sus primeros amores. ‘El Cierre Digital’ fue el medio encargado de dar a conocer el paradero y final de este en mayo de 2019.

Hace 85 años nacía en Madrid, en el barrio de Las Ventas, el mítico cantante y actor José Luis Cantero Rada, conocido como ‘El Fary’. Murió a los 69 años por un cáncer de pulmón después de una vida dedicada a múltiples oficios. Frutero, camarero, jardinero y taxista son algunos de los trabajos que desempeñó, pero por el que se dio a conocer al mundo fue el de cantante.

Al Fary se le empezó a conocer por la imitación que hacía de uno de sus ídolos, el cantante Rafael Farina, de quien cogió su apellido para su nombre artístico. Su sueño era ser cantante y en 1960 comenzó sus andadas, presentándose a diversos concursos radiofónicos. Siete años después, al sustituir a un cantaor, Antonio Molina se fijó en su talento y le fichó para una de sus giras.

El primer disco del Fary se lo pagó con el dinero que ganó como taxista y lo vendió en el Rastro de Madrid. Fue en el año 1969 y, un año más tarde, ya tenía cierto nombre dentro del género de la copla pop, del que es uno de los mayores referentes.

La faceta como actor del Fary

Además de cantante, el Fary es conocido por su trabajo como actor. Aunque no tiene una extensa filmografía, algunos de sus papeles han sido relevantes. En 1988 protagonizó la película ‘Ojos sin luz’, en la que interpretaba a un talentoso cantante que tenía que elegir entre dos amores.

Una de sus interpretaciones más conocidas fue en la serie de Antena 3 ‘Menudo es mi padre’, en la que rescataba otra de sus profesiones: taxista. Duró dos temporadas, tras las que fue cancelada.

'Menudo es mi padre', serie protagonizada por el Fary.

Su lado más artístico fue aprovechado por Santiago Segura en su conocida saga Torrente. Así, en el año 1998, compuso la canción ‘Apatrullando la ciudad’ para Torrente, el brazo tonto de la ley y apareció posteriormente en la tercera película de la saga, ‘Torrente 3: El protector’, interpretándose a sí mismo.

Su vida privada

De la vida privada del Fary se conocen los tres amores con los que tuvo descendencia. De su romance con Ana Rodríguez nació su primogénito, José Luis, también apodado Luisito. Posteriormente, se casó con Pilar de Miguel, la que fue su primera mujer y madre de dos de sus hijos, Adela y Luis. Su segunda esposa fue Concepción Olmedilla, con quien tuvo a Javier y Raúl.

Elcierredigital.com fue el medio de comunicación encargado de desvelar el trágico final de su primogénito. En mayo de 2019, Adela Cantero —la segunda hija del Fary— denunció a este periódico que su hermano mayor, José Luis, estaba en paradero desconocido. Luisito, como era conocido, sólo mantuvo contacto con su hermana Adela Cantero de Miguel —fruto de la relación que duró diez años del Fary con Pilar de Miguel—, que nació dos años después que José Luis.

Adela Cantero, hija del Fary.

"Yo me lo traje a mi casa de Alicante hace diez años, intentamos que dejara las drogas y el juego. Se gastó los 300 mil euros de la herencia de nuestro padre en apenas un año y aunque lo llevé al médico y quisimos ayudarlo, no hubo manera", contaba en su momento Adela a elcierredigital.com. Su último domicilio conocido, según pudo investigar nuestro periódico, fue en el número 103 de la calle Ronda del Sur, en el madrileño barrio de Entrevías.

José Luis había estado unos 20 años en prisión por varios delitos de robo. Era politoxicómano, pero en una de sus salidas penitenciarias su hermana Adela lo recogió y José Luis aprovechó para reclamar su parte de la herencia del Fary, 300.000 euros, que gastó, según su hermana, "en drogas y juegos online, porque estaba enganchado al juego también" y recordaba que "volvió a las andadas aquí en Alicante y cuando se acabó el dinero, robó un coche y lo estrelló, luego entró en una tienda, les dijo a las chicas que se metiesen dentro de las cortinas y luego salió a esperar a la policía sentado en un banco". El dinero lo agotó en apenas un año y no tenía donde ir.

Durante un tiempo, el dinero de la herencia se lo estuvo administrando su abogado, Ramón Fernández de Mera, pero luego Luisito se lo reclamó. Su abogado logró que evitase la prisión por última vez, donde querían meterlo por conducir sin carnet. En 2017, un informe médico presentado por su abogado decía que padecía cáncer de próstata y de riñón y que tenía que acudir a diálisis con frecuencia, también destacaba que era "consumidor activo de cocaína y heroína", que padecía hepatitis C sin tratar y una EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

El final de Luisito

Dos días después de que elcierredigital.com publicara el llamamiento desesperado de su hermana, recibió una información de una vecina del madrileño barrio de Vallecas. "Luisito murió hace un año o así. Estaba muy malito del cáncer y falleció en casa después de irse del hospital Gregorio Marañón, donde estaba ingresado".

Milagros, la ya mencionada vecina, habló con elcierredigital.com después de ver la repercusión de la noticia en el programa de Telemadrid Aquí hay madroño. Milagros explicó que "murió hace un año aproximadamente, lo ingresaron en el hospital, pero él no quiso quedarse y fue a morir a casa. Vivía con otro chaval llamado Miguel. Tenía una pensión y había dejado las drogas. Él se tomaba una cerveza de vez en cuando. Jugaba al mus en una bodega de la calle Mudela y aquí todo el mundo lo conocía".

José Luis, primogénito del Fary.

Milagros contaba que conocieron a Luisito porque un familiar suyo cumplió condena con él hace muchos años, primero en Carabanchel y luego en Aranjuez y "cuando mis padres iban a comunicar, pues aprovechaban y lo visitaban a él. Estaba muy solo y a mis padres les daba pena. Luego cuando salió venía aquí a comer a casa algunas veces, no tenía donde ir, le dimos ropa de mi hermano y de alguna manera, lo adoptamos porque nadie se ocupaba de él. Luego alquiló una habitación aquí muy cerca", recuerda Milagros, que añade que "iba todos los sábados a comer al bar de un amigo en Aranjuez porque conocía allí a alguien que le daba alguna ayuda de vez en cuando".

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