Logo El Cierre Digital
Dos mujeres sentadas en un sofá rojo frente a una mesa con libros, con un gran espejo dorado detrás.
COLUMNAS

Subsistir al eclipse reversible

Columna de opinión Pilar Redondo

Necesitamos sentir, dejar huella en la memoria. 

Deshacer el humo hipnotizado que desenhebra el proceloso pasado que se presenta en su envoltura de poesía. Sobre el azul infinito la ceniza se apaga y se enciende, atravesando las configuraciones que son un viaje de vuelta al pasado sin raíz, sajado... El destino se impone para saldar una deuda. Esta puede ser la yugular de: "Decir nadie", libro de Rocío Biedma

"Acaso fui/ un gameto equivocado,/ el grito de mandrágora/ al cesar la lluvia./ Algún sueño roto./ Quizás nací,/ bajo una estrella invertida,/ el peso efímero de un aura/ que desprende asonancias./ Tal vez preexistí,/ en la negación de unos labios/ una noche de eclipse,/ cuando la luna se esconde/ y se vertebra el silencio." (Poema: Certezas).

Este volumen ha visto la luz en la Editorial Nuevos Ekkos. Está incluido en la Colección de poesía y narrativa: La palabra inquieta, con el nº 17. La imagen de portada es de la pintora Basi Mateo. El prólogo es autoría de Cristina Piña y el epílogo es de Arístides Naranjo

Este poemario de naturaleza elegíaca es un camino de exploración personal, actúa como el viento alisio. Apoyado sobre el alma el olvido sin reloj que derrumbado y solo transita por el tiempo perpetuo, puebla y abrillanta las insumisas gotas de rocío. Deshacer el camino transido de incomunicación, al norte de las lágrimas trepadoras el eclipse reversible traspasa la memoria de la cicatriz que sacude el nido.

El hilo argumental de estos textos es el dolor contenido que la poeta ha arrastrado toda la vida, propiciado por la indisoluble unión con la figura materna y su desafección.

El afecto, la estima, el mimo, la ternura, el abrazo, el beso, el cariño, el aprecio portan a hombros la sensación de orfandad.   

"No me hablaste de amor nunca,/ de que los niños crecen queridos/ y son cometas muy altas./ Que se sienten pequeños como un pájaro,/ descalzos, temblando,/ porque tienen miedo;/ de que el azul del cielo/ puede volverse oscuro,/ muy oscuro./ No me contaste que el dolor/ es una ardillita/ que carcome los recuerdos,/ ni que cuando no hay calidez/ se mueren las jacarandas." (Poema: Silencios).

Rocío es una creadora integral, exhibe un magistral uso del lenguaje que domina con rigor lírico y forja con los lectores un vínculo emocional del que surge la empatía.

Añora el amor maternal que es parte de su lucha. Los interrogantes y su buzón de sugerencias la retan, la penetran y parecen gritar: dejadme con mis alas...

En cada hendidura de las sílabas se contiene un mundo en sí mismo.

Más allá del silencio colmado de preguntas las decepciones y las insatisfacciones toman forma de luna sin reflejo. En cada palabra la incandescente esperanza se baña desnuda, grita y se rebela.

La felicidad y la alegría pasan por la vida de esta jienense casi sin pisarla, quedan desiertas, buscan en los resquicios de cada letra la mano que quizás las salve...

El vacío repleto de carencias regresa del ayer rugiendo, sucumbe y se hospeda en la búsqueda imborrable que ignora la mirada y la protesta de esta escritora. El recuerdo no lleva escrito el nombre de su progenitora.

"Hablemos del perdón,/ esa palabra tan honda y con acento,/ que llaman indulgencia, y se enraíza,/ donde ya no logra volver,/ porque el frío se ha instalado/ en un lado recóndito de su desierto./ (...)./ A veces, muchas veces/ tiene alas y amaneceres,/ (...)./ Y miro de frente al sol cada mañana/ abriendo las ventanas para que pase la luz/ y se quede." (Del poema: Perdón).

Obtener por respuesta el excomulgado eco de la niebla que descalzo se adentra en la anatomía de su corazón que barre para dentro de sí mismo.

En los encalados muros de los fonemas vibra la tímida y vaporosa luz que en ocasiones se adentra, esperando en la orilla de las pupilas fijas que detienen su carrera para astillar la sagrada dimensión de la ausencia que justifica y acoge la palpitación interna que sabe nadar en la fértil siembra de la soledad...

"No ha sido fácil/ guardar tanto dolor/ en un frasco transparente./ (...)/ Trasquilar las raíces/ que se han ido enredando/ (...) Ser libélula, anidar,/ perder, subsistir,/ y hacer de la palabra/ todo mi universo." (Del poema: Subsistir).

➡️ Libros ➡️ Andalucía ➡️ Columnas

Más noticias: