
La palabra se coloca la montera
Columna de opinión por Pilar Redondo
El 13 de marzo a las 8 de la tarde, el salón Julio Romero de Torres del Real Círculo de la Amistad colgó el cartel de no hay billetes. La cuadrilla saltó a la arena, hicieron el paseíllo. El diestro Augusto Centeno esperaba al toro en la puerta de toriles, a porta gayola. Dio unos lances muy acertados, empezando con una caleserina, y después una serie a capote vuelto.
Hizo una gran faena. Cortó dos orejas y rabo, dio la vuelta al ruedo y salió a hombros por la Puerta Grande. Esta podía ser la sinopsis en clave taurina del acto de presentación del libro: Poemas camperos, del escritor Augusto Centeno Blanco.
"(...). / De romper el paseíllo/ atravesando tu arena,/ del murmullo de la gente/ cuando el clarín ya suena./ Del golpe de ese cerrojo/ al abrirse su puerta,/ de faenas antológicas/ en la historia de tu ruedo/ donde se ha derramado sangre/ de toros y toreros./ (...). <Del poema: 'Coso de los califas'>.
El poemario está publicado en Detorres Editores. El prólogo es autoría de Íñigo Benjumea de la Cova. La ilustración de cubierta esta realizada por Juan Pedro Cañete Vidaurreta. Las ilustraciones interiores corresponden a Carlos López Quecuty.
El mundo vital y poético de Augusto es el campo y cuyos puntos cardinales son: el caballo, el toro, la ganadería y la caza. Nada de esto es inusual teniendo en cuenta que es biznieto de Antonio Guerra, hermano de Rafael Guerra, "Guerrita", Segundo Califa del Toreo Cordobés. Buen "encaste".
Su pasión por el caballo le ha llevado a ser jinete internacional en la variedad de RAID.
Acompañando al autor estuvieron el editor, el prologuista, Manuel Vázquez Silva que es el Presidente de la Tertulia: El Castoreño, que ha colaborado en el acto. Y Rubén Márquez, que puso los acordes musicales, después para clausurar el acto "dio la alternativa" a la otra mitad del dúo: Dos compares, que nos deleitaron con parte del proyecto en el que están trabajando: unas sevillanas dedicadas a Manuel Benítez 'El Cordobés'.
Rafael Ruiz se encargó de grabar el evento.
"Torerío en la vida,/ muletazos para soñar,/ Señorío y sabiduría,/ saber estar y mandar./ José María Montilla,/ torero a carta cabal./ Templanza y categoría.../ ¿Dónde se puede encontrar?/ Que Dios guarde muchos años/ ese aroma de azahar.../ Maestro de sinfonías,/ Califa de la amistad." <Poema: José María Montilla>.
Junto a Augusto en su "alternativa poética" estuvieron destacadas personalidades relacionadas con La Fiesta, nombraré a algunas: José María Montilla, Chiquilín, Julio Benítez. José María Portillo, gran aficionado, anterior Presidente de la Tertulia: El Castoreño, y hombre de generosidad infinita, tuvo el detalle de regalarme este libro.
José Luis Cuevas, amante de la Fiesta y la cultura, con su cámara fotográfica captó cada latido del momento.
Este volumen está dividido en 7 apartados:
* Mi tierra.
* Toreros.
* Con aroma a campo.
* El toro y su mundo.
* Cacerías inolvidables.
* En el recuerdo.
* El palco del cariño. (Este último es muy original, ya que son mensajes que le han dejado amigos). Y después una especie de epílogo titulado: 'Despedida'.
"Se apaga el ingenio,/ se agotan las letras/ de tanto insistir./ Se cumplen los sueños./ No existen recetas./ Qué bello es vivir./ Caballos y toros,/ mi mundo es así.../ Y son estas letras/ humildes reseñas/ que suelo escribir./ Más, Calixto Torres/ apostó por mí,/ sin dudas ni tregua/ me dijo que sí,/ Qué grande es el hombre/ sin nada pedir./ Que tiró p,alante.../ ¡Na más que decir!". (Augusto Centeno Blanco).
El sol invicto decide "encunarse" entre las astas de la poesía que vacía su corazón trasplantado en el albero. La luna ciñe su alma a la desembocadura del ignífugo destino que cada tarde licua la raíz de la resurrección. La visceralidad de la piel dona luz al crepúsculo caramelizado por el instante amurallado por la muleta. Peregrinación a la sed de la sangre de los versos bravos e indomables.
La hoguera con los ojos vendados sutura las heridas del silencio sobre la dermis del horizonte donde se condensa la voz de las columnas califales.
La verdad embiste contra las cicatrices irreversibles y la escritura malherida que deletrea la perfección de las huellas de la inmortalidad. El herido eco del clarín se aferra a la memoria de los claveles enlutados. Imbricar los contornos de las denudas cometas donde el deshabitado secreto cabalga acercándose al peligro.
Tras el burladero la mutación de los afectos, el cuerpo se convierte en lenguaje.
La libertad huérfana surca ocasos y pacta con la vida hasta vaciar la muerte.
La palabra se coloca la montera y comienza la lidia...
"Sus versos, son la sabiduría de un cordobés de primera, canta al toro, al caballo, al campo, a nuestra tierra, con la verdad por delante de esos toreros que cambiamos una ovación por una vida entera. Enhorabuena, hermano Augusto. ¡Eres flamenco, torero, buen ganadero, mejor persona y poeta!". (Rafael González, Chiquilín).
Más noticias: