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Dos actores vestidos de manera cómica actúan en un escenario iluminado con un arco de luces rojas y un cartel verde.
COLUMNAS

Día Mundial del Teatro

Columna por Alfonso Abril

El Día Mundial del Teatro fue iniciado en 1962 por el Instituto Internacional de Teatro (ITI) para rendir homenaje y celebrar la belleza, la creatividad, el trabajo duro y el arte que hay en todos los aspectos de la producción teatral.

Este año el mensaje ha sido escrito por el director griego Theodoros Terzopoulos, educador, autor, fundador y director artístico de la Compañía de Teatro Attis, inspirador de las Olimpiadas de Teatro y presidente del Comité Internacional de las Olimpiadas de Teatro. 

El principal objetivo es dar a conocer lo que representa el teatro para la cultura a nivel mundial. El teatro encierra una verdadera magia y es que, el sólo hecho de poder estar tan cerca de los actores y ver sus expresiones en vivo, deja al espectador sin palabras. A diferencia de otras artes escénicas, tiene la particularidad de despertar verdaderas pasiones, sentimientos y emociones una vez que comienza la obra.

Theodoros Terzopoulos nació en 1947 en Makrygialos, Pieria, descendiente de una gran familia de agricultores de origen póntico. Estudió inicialmente en la escuela de teatro de K. Michaelides en Atenas (1965-1967) y luego en el Berliner Ensemble en Berlín Oriental (1972-1976). Durante sus estudios en Alemania Oriental, recibió una importante influencia de Heiner Müller

De regreso a Grecia, trabajó primero en Tesalónica y, a partir de 1978, con el Teatro Nacional del Norte de Grecia. Allí dirigió cuatro obras y su escuela de teatro asociada entre 1981 y 1983. En 1985, se convirtió en director del festival de teatro antiguo del Centro Cultural Europeo de Delfos . 
 

Un hombre mayor con cabello canoso y expresión seria, vistiendo una chaqueta oscura, sobre un fondo negro.
Theodoros Terzopoulos. | Cedida

Ese mismo año, fundó el grupo de teatro Attis, con el que presentó “Las bacantes de Eurípides” en Delfos en 1986, adquiriendo con los años fama y reconocimiento internacional por su dirección radical y pionera. En 1993, fundó las Olimpiadas de Teatro, de las que también asumió la presidencia. 

A lo largo de su carrera, ha dirigido numerosas tragedias griegas antiguas, así como obras griegas y europeas modernas en festivales y teatros de todo el mundo. Incluyendo el reestreno de "Las bacantes de Eurípides" en El Electro teatro Stanislavsky en 2015. Posteriormente se centró en la obra, “El regreso de Dionisio” que ha sido traducido a varios idiomas.

Han sido muchos los premios acumulados por esta personalidad que este año ha sido el elegido para hacer el discurso anual de la conmemoración del año del teatro. Premios como en 1986, el Premio Lorca por Bacantes de Eurípides en Barcelona; Premio Stanislavski, a la mejor dirección por la interpretación, “Cuarteto de Heiner Muller”, en Moscú, 1993; Gran Premio de Teatro por la obra “Los Persas de Esquilo”, en Brasil, en 1994; Premio a la Mejor Dirección por la interpretación “Antígona” de Sófocles, en el Festival de las Naciones, de Seúl, en 1994; Premio a la Mejor Dirección por la interpretación Dionisio),en Bogotá; en 1998;Premio a la Mejor Dirección por la interpretación “Prometeo encadenado” de Esquilo en  Nueva Delhi, en el 2000; Premio Honorario de Teatro por la Unión de Críticos de Teatro, Atenas, Grecia, 2006;Premio Honorario de Teatro, Estambul, Turquía, 2006; Premio a la Mejor Actuación por la obra “PrometheusBound”, en el Modern Drama Valley Theatre, de Shanghái, en2019; Premio a la trayectoria, Festival Internacional de Teatro de El Cairo, 2019; Premio Nacional de Teatro Fígaro por la contribución al desarrollo del teatro mundial, San Petersburgo, 2020; Premio Internacional de Teatro Yuri Liubimov, Instituto Internacional de Teatro ITI Fundación Yuri Liubimov, 2020; El Premio Internacional del Público Zvezda Teatrala en la categoría «Mejor Actuación dirigida por un director no ruso en Rusia» por la puesta en escena de Mauser en el Teatro Alexandrisnky, 2020; Premio del Festival MITEM por la actuación Ajax, “la locura”,en Budapest, 2021; Premio del Festival MITEM por la performance “Amor”, en Budapest, en el 2022.

Según Heiner Müller, en junio de 1987 en Berlín dijo que: “En el teatro de Terzopoulos el mito no es un cuento de hadas, es una experiencia condensada; el proceso de ensayo no es la representación de un concepto dramático, es una aventura en un viaje al paisaje de la memoria, una búsqueda de las claves perdidas de la unidad entre el cuerpo y el habla, la palabra como entidad natural”.

El Teatro Attis

El Teatro Attis fue fundado en 1985 en Delfos por Theodoros Terzopoulos. Uno de sus objetivos fundamentales es la investigación sobre la tragedia griega antigua y obras significativas del drama internacional. En sus 35 fructíferos años de vida, el Teatro Attis ha presentado 2100 representaciones en todo el mundo. Colabora con festivales internacionales y teatros extranjeros como coproductor de producciones multilingües y multiculturales. 

Promueve el método de interpretación de Theodoros Terzopoulosy ha organizado 400 talleres y 50 conferencias teóricas. La mayoría de ellas en colaboración con las academias de teatro más prestigiosas. Se han publicado y traducido libros sobre el Teatro Attis a numerosos idiomas (griego, inglés, alemán, chino, turco, ruso, polaco, coreano, mandarín, italiano y francés). Y se han publicado numerosos artículos y ensayos en revistas teatrales y académicas. 

Las representaciones de drama antiguo del Teatro Attis se consideran ejemplares y se estudian en academias y departamentos de teatro de todo el mundo. El Teatro Attis suele acoger exposiciones artísticas (Kounellis, Psichopaidis, Tziotis, Meimaroglou, Chrysikopoulos, etc.), maratones de poesía y presentaciones de libros. Cuenta con dos escenarios.

El escrito que conmemora este día 27 de marzo y que se lee en el mundo entero en las entidades teatrales y escenarios de teatro por sus directores y actores como en España, a parte de su lectura, existe la costumbre de imponer una bufanda blanca a la estatua de Ramón del Valle Inclán, situada en el Paseo de Recoletos de Madrid, a la altura del Café Gijón. Allí acuden en la mañana del 27 de marzo, directores, autores y actores para imponer la bufanda y depositar flores.

El escrito del griego Theodoros Terzopoulos. Para este día, dice así:

¿Puede el teatro escuchar la llamada de auxilio que envía nuestro tiempo, en un mundo de ciudadanos empobrecidos, encerrados en las celdas de la realidad virtual, atrincherados en su asfixiante intimidad? ¿En un mundo de existencias robotizadas dentro de un sistema totalitario de control y represión en todo el espectro de la vida? ¿Le preocupan al teatro la destrucción ecológica, el calentamiento global, la pérdida masiva de biodiversidad, la contaminación de los océanos, el deshielo de los casquetes polares, el aumento de los incendios forestales y los fenómenos meteorológicos extremos? 

¿Puede el teatro convertirse en parte activa del ecosistema? El teatro lleva mucho tiempo observando el impacto humano en el planeta, pero le está resultando difícil hacer frente a este problema. ¿Le preocupa al teatro la condición humana tal y como se está configurando en el siglo XXI, donde el ciudadano está manipulado por intereses políticos y económicos, por redes mediáticas y empresas formadoras de opinión? ¿Dónde las redes sociales, por mucho que faciliten, son la gran coartada para la comunicación, porque proporcionan la necesaria distancia de seguridad con el Otro? 

Una omnipresente sensación de miedo al Otro, al diferente, al Extraño, domina nuestros pensamientos y acciones. ¿Puede el teatro funcionar como taller para la convivencia de las diferencias sin tener en cuenta la herida sangrante? 1 o 2 veces, la herida sangrante nos invita a reconstruir el Mito. Y en palabras de Heiner Müller "El Mito es un agregado, una máquina a la que siempre pueden acoplarse máquinas nuevas y diferentes. Transporta energía hasta que su velocidad creciente hace estallar el campo de la civilización y yo añadiría el campo de la barbarie. ¿Puede el teatro arrojar luz sobre los traumas sociales y dejar de arrojar luz sobre sí mismo?  

Preguntas que no admiten respuestas definitivas, porque el teatro existe y perdura gracias a las preguntas sin respuesta.  Preguntas suscitadas por Dionisio, pasando por su cuna, el Thymeli del teatro antiguo, y continuando su silencioso viaje de refugiado entre paisajes bélicos, hoy, en el Día del Teatro Mundial. Miremos a los ojos de Dionisio, el extático dios del teatro y del Mito que une el pasado, el presente y el futuro, hijo de dos partos, de Zeus y Sémele, el que expresa identidades fluidas, femenina y masculina, colérica y afable, divina y animal, en el límite entre la locura y la razón, el orden y el caos, acróbata en la frontera entre la vida y la muerte. 

Dionisio plantea una pregunta ontológica fundamental "¿de qué va todo?", una pregunta que impulsa al creador hacia una investigación cada vez más profunda sobre la raíz del mito y las múltiples dimensiones del enigma humano.  Necesitamos nuevas formas de contar historias encaminadas a cultivar la memoria y dar forma a una nueva responsabilidad moral y política que emerja de la dictadura multiforme de la Edad Media actual. 

Theodoros Terzopoulos.

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