Baroja y las siete clases de españoles
Columna de opinión por Julio Merino
Aunque hoy quiero hablar de las siete clases de españoles que hay, según don Pío Baroja, antes les doy una pequeña nota por el aniversario de su muerte (30-10-1956). La escribí en mi obra "Los Grandes de España":
"Fue un vasco gruñón, arisco, protestón, rebelde, hipercrítico, bohemio, tímido, retraido, ateo, solterón empedernido, comecuras y férreo enemigo del nacionalismo vasco y anticomunista a ultranza. Se llamó Pío Baroja y murió tal día como hoy del año 1956. Fue panadero y médico, pero por encima de todo fue un gran novelista. Baroja se pasó la vida encerrado en su casa de Madrid o en el caserío de Vela de Bidasoa escribiendo novelas o "Memorias noveladas". En el camino dejó importantes obras, como "El árbol de la ciencia", "La inquietudes de Shanti Andía", "El laberinto de las sirenas", "Pilotos de altura" (la trilogía del mar), "La feria de los discretos" o los 22 tomos de las "Memorias de un hombre de acción", en los que da vida al aventurero Eugenio de Aviraneta. Murió a los 84 años de edad."
Las siete clases de españoles
Corría el año 1904 y aquella tertulia, que había abierto el gallego Ramón María del Valle-Inclán en el Nuevo Café de Levante, hervía por las noches con la flor y nata de los intelectuales de la Generación del 98. Y con los artistas más significados, entre ellos Ignacio Zuloaga, Gutiérrez Solana, Santiago Rusiñol, Mateo Inurria, Chicharro, Beltrán Masses o Rafael Penagos.
Y aquella tarde noche del 13 de mayo de 1904, el que sorprendió a todos los presentes fue Pío Baroja. Porque cuando se estaba hablando de los españoles y de las distintas clases de españoles, el novelista vasco sorprendió a todos y dijo:
"La verdad es que en España hay siete clases de españoles... sí, como los siete pecados capitales. A saber:
1) Los que no saben.
2) Los que no quieren saber.
3) Los que odian el saber.
4) Los que sufren por no saber.
5) Los que aparentan que saben.
6) Los que triunfan sin saber.
7) Los que viven gracias a que los demás no saben".
Unamuno y Benito Pérez Galdós aplaudieron a Baroja. Sobre todo por el último punto, el que dice "los que viven gracias a que los demás no saben". Estos últimos se llaman a sí mismos "políticos", "dirigentes" y a veces hasta "intelectuales" o "listos"...
Y yo me hice un jeroglífico en mi cabeza, pensando en lo que votarían en unas Elecciones Generales estas siete clases de españoles y en mi mente encuentro estas respuestas:
-¿Qué votarían los que no saben? Depende de que tengan subvención o no la tengan.
-¿Qué votarían los que no quieren saber? Aspirar a una subvención, ocultando que no quieren saber.
-¿Qué votarían los que odian el saber? Abstención, porque no conocen a nadie del partido que le puedan proporcionar una subvención.
-¿Qué votarían los que sufren por no saber? Abstención pasiva, los que están cabreados porque no tienen subvención.
-¿Qué votarían los que aparentan que saben? Los que hacen saber al Partido que pueden contar con su voto, pensando en que así les darán una subvención.
-¿Qué votarían los que triunfan sin saber? Votarían seguro al PSOE, porque ya tienen subvención.
-¿Qué votarían los que viven gracias a que los demás no saben? Apuntarme al PSOE y llegar a ser concejal, diputado autonómico o diputado nacional... y si soy más listo llegar a un sillón de director general, subsecretario o ministro. Y en el peor de los casos Asesor del Presidente del Gobierno, Don Pedro Sánchez.
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