El zorro en el gallinero

El zorro estaba dentro del gallinero y nadie se dio cuenta.

Que tres coportavoces políticos hayan dado una rueda de prensa conjunta y no satisfagan las expectativas de los periodistas (y probablemente, de su electorado), es cuando menos, el primer caso en la historia democrática española.

Que un partido político necesite tres portavoces para explicar la conductas privadas censurables de su presidente, es otra excepcionalidad periodística.

Que el presidente de un partido, borrara con el codo lo que decía con la mano sobre el feminismo y el respeto a la mujer, no es exclusivo pero en este caso, es bochornoso. Hay que recordar las cosas que dijo este personaje cuando un alto cargo le robó un beso a una deportista en un gesto inadmisible.

Y finalmente, que toda una ministra de Sanidad, doctora y madre -según pregonaba en su campaña electoral- diera lecciones de ética, de política y de compromiso social cuando era el azote de la presidenta de la Comunidad de Madrid, y venga ahora a decir que no sabían nada y no se dieron cuenta de lo que pasaba, es cuando menos insuficiente.

Una doctora que tiene a un enfermo como compañero político y no se da cuenta, quiere decir que se equivocó en su diagnóstico. Y esto, en política y en medicina, es algo grave.

La doctora y las dos militantes que daban lecciones en la asamblea de Madrid, ahora resulta que no sabían nada y no se percataron que un compañero de partido era un cínico, un hipócrita, un estafador político, un maltratador… Y un enfermo. Y quienes lo sabían, unos/as encubridores/as.

¿Y estas son las políticas que venían a dar clases de cómo debe ser la política? Aviados estamos.

Mario Zóttola es autor de “Crisis. Como prevenir, actuar y comunicar en casos de crisis” (Vitruvio)