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Persona sonriendo sentada en una escalera con alfombra roja, usando un vestido de tirantes negro brillante.
CLOSET

Key Echavarría, la top model que a sus 55 años sigue desfilando con éxito en pasarelas

La modelo sostiene que "las firmas y diseñadores deberían obviar la edad y contar con todas nosotras"

La trayectoria de Key Echavarría arranca hace más de cuatro décadas en República Dominicana, su país natal. Titular de una imagen poderosa y bendecida por los rasgos del mestizaje del Caribe, a Key Echavarría no se le han resistido las portadas más prestigiosas de las revistas de los noventa, las pasarelas internacionales o las marcas, diseñadores de la escena internacional o fotógrafos reconocidos que hallaron en esta sorprendente profesional inspiración, carácter y una inapelable profesionalidad.

Pero ¿qué sucede con las mujeres que pertenecen a este segmento profesional, pasada una edad? Key Echavarría, afincada en España desde hace casi treinta años, comparece hoy ante nosotros para explicarnos, cómo es la vida de una modelo a los 55 años. Nos encontramos con Key Echavarría en el Parque de El Retiro, donde da comienzo el shooting. Un lugar que nos hace viajar en el tiempo y el espacio. Flashes que revientan el cielo luminoso y el paisaje horizontal de Madrid, posturas que recordaremos para siempre y la sonrisa de una modelo que nos habla de belleza senior, pero, sobre todo, de talento senior.

- Como modelo internacional y con la experiencia que te ha dado haber transitado por las décadas más importantes de la historia de la moda, ¿crees que la edad no importa, por citar este famoso tópico?

Las mujeres a nuestra edad, estamos en un momento dulce. Es una etapa en la que lo emocional y lo intelectual se funden. Se produce un diálogo interior distinto, que pienso que nos beneficia. Hoy me veo realmente como soy, en todas mis dimensiones. Ni la presión ni las responsabilidades ni los años me impiden ver lo que me gusta de mí, y en base a eso hacer lo que deseo. Nunca me he sentido tan segura de mí misma, ni he tenido tan claro lo que me gusta de mí, como mujer y como ser humano. La edad, no es solo un número, es la suma de muchas cosas. Pero no tiene nada que ver con la evaporación de la energía y la emoción: es decir; cumplir años no significa encaminarse a la decrepitud. Y hay un tópico que es cierto: los 50 son los nuevos 30. Así lo vivo yo.

- ¿Por qué decidió comenzar en el mundo de la moda?

Hay un dicho que dice: "las modelos nacen, no se hacen", aunque todo es muy relativo. En mi caso, esa forma de entender la profesión, desde una perspectiva vocacional y natural, me va como anillo al dedo. Y es que yo siempre tuve claro que había nacido para esto. Comencé a los once años de edad. Por aquel entonces, ya sabía desfilar de manera natural. Dos años después gané mi primer concurso como 'Modelo del año' en República Dominicana. A partir de ese momento, nada me paraba y decidí trasladarme a Estados Unidos. Mi primer contrato fue con la agencia Ford Models en Nueva York y, posteriormente, me mudé a Miami, una ciudad que marcó mi vida y mi carrera profesional.

-  A lo largo de su carrera, ¿con qué firmas o diseñadores ha trabajado?

- He trabajado para firmas como ESCADA o MOSCHINO, TOMMY HILGFIGHER, FRANCIS MONTESINOS, o marcas de enorme prestigio como MAC, SASK FIVE AVENUE, L ́OREAL PARIS, entre otras muchas.

- ¿Cree que desde que usted comenzó ha habido un cambio de paradigma en el mundo de la moda?

Hay un evidente cambio de paradigma en todos los ámbitos de la vida. Nada es gratuito; me refiero a la herencia que nos han dejado las distintas crisis, los retos medioambientales, la puesta en valor de la mujer en la sociedad y su rol, la inclusión de otros colectivos, antes ignorados como consumidores y hoy reivindicados, como, por ejemplo, las personas con diversidad funcional, o con cuerpos no normativos y que hoy forman parte del escenario de la moda. Todo eso es un cambio en el paradigma. Han cambiado las mentalidades de las marcas, las dinámicas de los medios de comunicación y las agencias, y eso tiene una reverberación en la forma en la que el consumidor o consumidora nos percibe. Por tanto el mensaje ha cambiado en la medida en la que lo ha hecho la sociedad.

Persona con chaqueta dorada y collares de cuentas negras y verdes, posando frente a un fondo de textura oscura.
La modelo Key Echavarria | @pepebotellaphoto

- Respecto a este cambio de paradigma, ¿ha llegado a sufrir discriminación como mujer afroamericana?

Sí, se daban. Se daban muchas cosas por sentado. Había un cliché. Los estereotipos son difíciles de desactivar y la tendencia es la que es. Si tienes un acento determinado es porque vienes de un país determinado en el que suceden una serie de cosas. Todo ese recorrido mental y de asociación de ideas lo hemos sufrido simplemente por ser mujeres. Si a eso le añades el origen cultural o étnico, y la ignorancia, lógicamente el cliché se infla. En los años 90, y ante un escenario de globalización creciente, la industria y las marcas se dieron cuenta que se estaban perdiendo una cuota muy importante del mercado: las mujeres racializadas. Y hubo una fuerte apuesta, que contribuyó a generar conciencia y a normalizar ese mestizaje social y cultural. La moda lo reflejó. Por motivos de mercado, sí. Pero fue bueno. Unos cuantos años antes habría sido impensable que una modelo afroamericana como Naomi Campbell triunfara y fuera imagen de los diseñadores más importantes. La moda, como parte de la escena cultural y popular es una herramienta indudable de transformación social.

- ¿Cree que existe un incremento en el interés que despiertan las modelos senior entre los diseñadores, creativos, marcas y agencias?

A día de hoy es un grupo reducido. En España, el primer paso, y bastante visible, lo dio L' Oréal Paris al juntar a un grupo de modelos a partir de los 55 años. Estas firmas o diseñadores están dando visibilidad a este grupo de modelos, pero se tiene que potenciar más el hecho de animar a las mujeres de nuestra edad y, sobre todo, que no nos dejen atrás.

Persona sonriendo con vestido colorido sentada junto a una pared blanca con un diseño decorativo en la esquina.
La modelo key Echavarria | @pepebotellaphoto

-Supongo que esta apuesta ha impulsado que se rompan tabúes, ¿cree que muchas mujeres mayores de 55 años se sientan identificadas con estas modelos?

Sí. En mi caso, yo me encuentro a muchas mujeres que dicen: "madre mía, lo tuyo es genética". No obstante, hay un poco de todo. Hay genética pero también mucho cuidado. Para mí es muy importante cuidarme, ya que, por más genética que tengas, si no te cuidas desde un principio, es muy difícil que puedas llegar así a esta edad.

-¿Podría decirme un referente que exista en este momento como modelo senior?

Por ejemplo, Pino Montesdeoca. Es una persona maravillosa y me ha ayudado muchísimo. Es un referente, y como modelo la admiro mucho. Tanto ella como yo, que reflejamos dos parámetros distintos, podemos lanzar un mensaje a las mujeres de nuestra edad. En primer lugar, que se cuiden y, por otro lado, que también se quieran y se acepten. Es muy positivo que haya diversidad.

- En un momento en el que se habla de empoderamiento y de emancipación del colectivo femenino, ¿qué mensaje cree que puede trasladar la profesión que usted representa de cara a las mujeres de más de 50?

La verdad es que no me siento legitimada para representar a nadie, ni considerarme la voz de ningún colectivo. El mundo está lleno de mujeres que sufren por distintos motivos. Y eso es algo que siempre tengo presente. Sí ue es cierto que, gracias a la lucha desde diferentes espacios, hemos conseguido muchas cotas de igualdad. Y desde ahí, desde esa pequeña rendija desde la que puedo expresarme, intento aportar algo. Se trata de generar opciones, supongo, a partir de lo que yo soy, de donde yo vengo, y desde lo que yo represento.

- Las modelos, como profesionales de la imagen, seguramente cuentan con técnicas. Aquello que algunas veces llamamos secreto de belleza o de seducir a la cámara. ¿Cuál es el suyo ?

Mi secreto es la sonrisa. Nunca he parado de reírme.

- El diseñador Karl Lagerfeld, el que fuera director creativo de Chanel, ha vuelto a la escena pública. Una figura polémica que apostaba por la mujer extremadamente delgada, ¿qué opinión le merece como mujer y como profesional este enfoque?

Los diseñadores tienen que empezar a elaborar diseños para todo tipo de mujeres y, sobre todo, para un cuerpo saludable. Las grandes firmas no pueden potenciar el prototipo de 'mujer normativa', excluyendo al resto, porque hacen un daño bestial, sobre todo a las chicas jóvenes. Deben de apostar por la belleza saludable. Por ejemplo, hay muchas firmas que apuestan por mujeres curvy. Todos estos nuevos enfoques no sólo les beneficia en términos comerciales, sino que además estamos generando nuevos modelos de belleza más inclusivos y que logren que más mujeres se identifiquen. Esto es, nuevos modelos de identificación.

- Y en cuanto a la belleza sénior, ¿qué papel juega ese interés comercial del que hablamos?

Es un error identificar interés comercial o estrategia de mercado con “lo malo”. Estamos en el mundo en el que estamos. Las cosas están cambiando. Hoy hablamos de economía circular, de moda sostenible o de darle una segunda vida a las prendas. La apuesta por este target (las mujeres de más de 55), por supuesto que lleva implícita una estrategia de mercado. Pero yo digo: “bienvenida la estrategia si consigue poner en la primera línea a perfiles históricamente discriminados”.

- ¿Qué opina del intrusismo laboral en el mundo de la moda?

A mí me da la sensación de que, en la actualidad, todo el mundo puede ser modelo. Esta profesión requiere años de formación en la que hay mucho trabajo detrás. No estoy de acuerdo en que, después de todos los años en los que nosotras nos hemos formado, cualquiera pueda desempeñar nuestra profesión. Sí que es cierto que también las modelos a veces saltamos a la televisión como presentadoras o al mundo de la interpretación, convirtiéndonos en actrices. En cualquier caso, el intrusismo, en determinadas profesiones es inevitable: yo le pediría simplemente a las personas que viren a otra profesión aprovechando su fama que lo hagan con respeto, formándose, entiendiendo el oficio y, en definitiva, lanzando un mensaje positivo pero serio a la sociedad.

- Si la moda no hubiera aparecido en su vida, ¿a qué le habría gustado orientar su futuro?

No soy ambiciosa. Y para mí la popularidad siempre fue una consecuencia, nunca un fin. Así que mis sueños siempre fueron subsidiarios de esa mentalidad. Quise ser traductora, porque me encantaba el hecho de viajar e interpretar conversaciones o artículos. Y fíjate, me hubiera gustado ser azafata de vuelo. De hecho, yo cuando viajo me visto como si fuera una azafata de vuelo, es decir, me pongo el pañuelo, me peino, etc... Lo hago de manera inconsciente. Hay algo de pasión por la interpretación, que es lo que me ha dado ser modelo; interpretar el sueño de un creativo, por ejemplo. Y creo que eso es lo que une a todas las mujeres que he querido ser, y en la que me temo que me he convertido.

- ¿En qué momento profesional y personal se encuentra ahora?

Estoy súper feliz y con contratos que me resultan muy estimulantes. Toda esa excitación tiene que ver con el trabajo diario, fisico y mental, con la necesidad de seguir avanzando, y espero que de aportar algo, un valor añadido, pero también algo así como una misión, o un propósito vital. A veces siento que este recorrido, este viaje que sigue, tiene algo de arco de transformación. Es decir, siento que puedo aportar mucho a quienes empiezan, no solo como modelos sino en cualquier ámbito que tenga que ver con la comunicación, la moda o la imagen. Al fin y al cabo, cuando eres modelo trabajas con profesionales de la peluquería, el maquillaje, la fotografía, el diseño, el estilismo... y de todos ellos y ellas he aprendido mucho. Y eso está en mi bagaje vital.

Mujer sonriente con sombrero de ala ancha y vestido de encaje beige posando en una calle con edificios de fondo.
La modelo Key Echavarria | @pepebotellaphoto

- ¿Cómo aborda el futuro?

Con la misma ilusión inaugural. Con anhelos recién estrenados que arrancan en cada uno de los trabajos que se me presentan. Con muchas ganas de seguir. Tal vez la diferencia es que siento que ahora esto no va solo de lucirme y sentir que deslumbro (que también), ahora siento que tengo algo más profundo que comunicar. Y bueno, acabo de firmar con una agencia muy importante de España. Pero por razones que comprenderás no te puedo detallar más, porque al final hay cosas que no nos pertenecen por completo, sino que son el proyecto de una marca, de una agencia o de un creativo que deben mantenerse en secreto hasta que estén totalmente listas para ser recibidas con toda la maquinaria, luces y focos. Pero por concluir te diré que el futuro lo abordo desde un plano muy personal: la familia, mis hijos, mis amigos o mi entorno. Porque hay algo que es cierto: todo está conectado.

-Fotografía: Pepe Botella (@pepebotellaphoto) 

-Estilismo: Ewin Puello (@ewinpuello) Showroom 

-Vestuario: Mes Demoiselles para B SIDE @beside_showroom 

-Maquillaje y peluquería: Javier Reyes para Clarins @javierreyes_official

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