
Buckingham Palace no puede esconder el nuevo problema de salud del rey Carlos III
El Palacio de Buckingham informa de un nuevo imprevisto en la salud del rey Carlos III tras su reaparición pública
La preocupación ha vuelto a instalarse en torno a la figura del rey Carlos III tras su reciente reaparición pública. En el inicio de la visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, el monarca ha sido captado con el ojo derecho visiblemente enrojecido. A pesar del carácter solemne y cuidadosamente coreografiado del acto, la imagen ha disparado rumores y obligado a Buckingham Palace a ofrecer explicaciones.
El palacio ha confirmado que el soberano ha sufrido una hemorragia subconjuntival, una afección ocular llamativa, pero en principio leve. Según han informado, durante la noche anterior al encuentro oficial, se le ha reventado un pequeño vaso sanguíneo del ojo. La escena, más aparatosa que grave, ha bastado para sembrar la inquietud, teniendo en cuenta el historial médico reciente del rey.

Desde la institución han sido rápidos en aclarar que este nuevo percance no guarda relación con el tratamiento oncológico que sigue el jefe del Estado. Carlos III fue diagnosticado de cáncer a principios de 2024, un hecho que marcó un punto de inflexión en su agenda y su imagen pública. Sin embargo, este episodio ocular se ha descrito como un hecho puntual, sin vinculación con su enfermedad de fondo.
Buckingham Palace aclara el estado del rey Carlos III
La hemorragia subconjuntival, en términos médicos, no requiere tratamiento específico y suele desaparecer en cuestión de días. Puede estar provocada por gestos tan comunes como un estornudo o un ataque de tos, y rara vez supone una amenaza real para la salud ocular. En el caso del rey, el único efecto visible ha sido el marcado enrojecimiento del globo ocular derecho, que no ha afectado ni a su visión ni a su agenda.

Durante la recepción oficial en el Castillo de Windsor, Carlos III ha mantenido la compostura y ha ejercido de anfitrión sin mostrar señales de incomodidad. Ha presidido la ceremonia junto a la reina Camila, recibiendo a los Macron en el estrado real mientras sonaban salvas de honor. Después, ha encabezado la procesión en carruaje hasta el castillo, acompañado por el príncipe Guillermo y la princesa de Gales.
El rey Carlos III no frena su agenda y Buckingham Palace asegura que su evolución es positiva
Aunque el estado de su ojo ha sido un elemento inesperado, el protocolo se ha desarrollado con absoluta normalidad. Fuentes próximas al rey han reiterado que su salud está “controlada” y que, pese al cáncer, su evolución ha sido positiva. Su equipo médico supervisa cada paso y, según aseguran desde su entorno, sigue cumpliendo con las recomendaciones con disciplina.
En mayo, un asistente real ya anticipaba que el rey había aprendido a convivir con su diagnóstico y que intentaba mantener su rutina con la mayor normalidad posible. “No veo ninguna diferencia respecto a cómo ha sido siempre”, comentaba entonces. Esa actitud se ha visto reflejada este martes, donde, pese al imprevisto ocular, el monarca ha dado una imagen de entereza y compromiso institucional.

La visita del presidente francés representa un momento de alto nivel diplomático, y el rey ha querido demostrar que sigue plenamente implicado. Su aparición, aunque empañada por este leve incidente, ha servido para reforzar su papel en la escena internacional. Y mientras el ojo enrojecido captaba flashes y titulares, su presencia mantenía intacto el peso simbólico de la corona.
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