
Estos son los dos platos principales de la comida madrileña en su mes más castizo
El cocido y el bocata de calamares forman parte de la idiosincrasia de Madrid y destacan por ser sencillos y sabrosos
Si no eres de Madrid y quieres disfrutar de sus platos más típicos estas en la época perfecta. Y es que la capital se encuentra en su mes más 'castizo'.
Hoy te propongo un par de recetas de las más emblemáticas de la capital, el bocata de calamares y el cocido madrileño. Aprovecha este mes de mayo para preparar el cocido, que de aquí a nada estamos en verano y no apetece tanto.
El bocata de calamares
El bocata es muy fácil de preparar, basta con tener calamares frescos limpios y cortados en anillas. Se remojan en agua y se rebozan con harina.
El exceso de harina se puede quitar utilizando un colador y seguidamente se fríen en abundante aceite muy caliente a unos 180 grados.

Una vez fritos los ponemos en papel absorbente y montamos el bocata con gran cantidad de calamares. Así como una pizca de sal. Si prefieres se le puede añadir zumo recién exprimido de limón o una mayonesa casera con medio diente de ajo.
Cocido madrileño
Siempre se ha dicho que en cada casa se prepara el cocido de una forma distinta. Lo cierto es que los ingredientes son muy similares, también de unas regiones a otras.
Y aunque en sus orígenes era un plato humilde y pobre, hoy en día es todo un lujo. Sinceramente, con los ingredientes que lleva es difícil, por no decir imposible, que salga un mal plato.
Para este plato necesitamos un puñado de garbanzos castellanos por comensal, medio morcillo de ternera, medio kilo de pollo o gallina, una punta de jamón, un cuarto de costilla de cerdo, 150 g de tocino veteado, dos chorizos, dos morcillas, un hueso de rodilla, un hueso de jamón, tres zanahorias, dos puerros, medio repollo, un nabo, cinco patatas, sal, aceite de oliva y fideos para la sopa.
Para su elaboración debemos empezar la noche anterior poniendo en remojo los garbanzos. Si no queremos que se encallen en la cocción, habrá que añadir un puñado de sal gorda.
Partiendo de agua fría, ponemos a cocer las carnes y los huesos, con los dos puerros y el nabo, retirando con una espumadera toda la espuma que sueltan.

Cuando empiece a hervir añadimos los garbanzos, escurridos y previamente lavados. En la olla rápida, en 35 minutos los tendremos. Lo que suelo hacer yo, si lo pongo en la olla exprés, es a mitad de la cocción apartar un poco de caldo y añadir agua. Os recomiendo meter los garbanzos en una malla para poder sacarlos con facilidad.
Cuando esté prácticamente hecho, añadimos las patatas y las zanahorias y el repollo y lo ponemos otros 10 minutos.
Los chorizos y las morcillas los pongo en una olla aparte para no engrasar el cocido. Cuando ya está todo hecho, sacamos las carnes y las servimos en una fuente a la que incorporamos chorizos y morcillas.
En otra servimos los garbanzos, las patatas, las zanahorias y el repollo. Para hacer la sopa, colamos el caldo y añadimos los fideos cuando el caldo empiece a hervir, en tres minutos, si son fideos finos, estará lista.
La forma tradicional de servir en la mesa el cocido madrileño son los tres vuelcos. Primero la sopa con los fideos, segundo los garbanzos y las verduras y por último las carnes. Es plato único, sabroso y contundente.
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