Han pasado ya 9 meses desde que María Josefa Padilla, de 77 años desapareció de su casa en Quesada, Jaén. Sin embargo, su familia y la organización SosDesaparecidos siguen luchando sin descanso para saber qué ha pasado con ella, desde que el pasado 3 de septiembre desapareciera en El Cortijuelo, una pedanía de la localidad jienense de Quesada.

Josefa Padilla desapareció en septiembre.

Su hijo Jesús Sánchez explica que " mi madre salió de casa de madrugada y echó a andar, pero no sabemos hacia donde, lo descubrimos a la mañana siguiente y llamamos a la Guardia Civil". Se organizó entonces un grupo de búsqueda de 200 personas que tomaron diferentes direcciones. No encontraron rastros ni del camisón de la mujer, ni de sus zapatillas.

María Josefa Padilla acaba de cumplir 77 años y padece alzheimer, "pero no era nada que le impidiese hacer vida normal, vivía con mi padre y yo también estoy aquí con ellos y solo imaginamos que a a lo mejor esa noche le dio algo y se desorientó o algo porque la enfermedad no era tan grave", añade su hijo Jesús Sánchez. Vestía con camisón y zapatillas de estar por casa cuando salió de su vivienda.

El cartel con la búsqueda de Josefa.

El mismo 3 de septiembre se comenzó a buscarla con un amplio dispositivo que contó con vecinos de Quesada, pero también de la cercana localidad de Huesa. "Pero con todo esto del COVID dejamos de buscar y ahora esperamos reanudar las tareas", añade Jesús.

Pero la búsqueda no ha dado resultado e incluso la Subdelegación del Gobierno en Jaén llegó a solicitar a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir el cierre de las compuertas del pantano del Negratín para facilitar los trabajos de localización en el cauce del río que pasa por allí, el Guadiana Menor, que entonces como recuerda su hijo "llevaba bastante agua y ese es nuestro miedo", dice.

En las primeras semanas se organizó un amplio un dispositivo compuesto aproximadamente por medio centenar de agentes, pertenecientes a distintas unidades. Un helicóptero realizó continuas batidas diarias por las zonas cercanas a la pedanía. También se desplazaron los especialistas del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que efectuaron un minucioso rastreo por el cauce del río Guadiana Menor, muy cercano al núcleo urbano de El Cortijuelo.

Josefa, desaparecida en El Cortijuelo.

También participaron tres perros del Servicio Cinológico, especializados en la localización de personas, así como agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana, del Seprona, que batieron con motocicletas los caminos y parcelas aledañas, y las patrullas territoriales. Con ellos, familiares y voluntarios, algunos vecinos y otros de colectivos como la ONG Guardias Civiles Solidarios e incluso el Infoca. 

Pero dos semanas después empezaron a retirarse la mayor parte de los medios. Terminaron de buscar en el cauce del río desde El Cortijuelo aguas abajo hasta la desembocadura al Guadalquivir. En total se ha rastreado por 38 kilómetros sin resultado alguno. Ahora familiares y voluntarios siguen organizándose los fines de semana para rastrear las zonas cercanas a El Cortijuelo y esperan obtener, al menos, una respuesta.