Una banda organizada de al menos cuatros personas ha intentado asaltar esta madrugada a María José Álvarez Mezquíriz, la presidenta de la empresa de seguridad y servicios Eulen. El ataque se produjo en Madrid, cuando la empresaria iba de regreso a su casa en coche, conducido por su escolta personal.

El suceso se produjo algo antes de las 1.50 horas, que fue cuando el guardaespaldas llamó a la policía alertando de lo que había sucedido. El coche de la empresaria, un modelo de marca Mercedes, circulaba por la calle de José Bastos, en la exclusiva zona de La Florida, en el distrito de Moncloa-Aravaca, cuando se produjo el asalto con el método conocido como del “bocadillo”.

Les cerraron el paso con dos vehículos, un Renault Scénic por delante y otro por detrás. Del primer coche, bajaron dos hombres armados con pistolas y apuntaron al escolta y a la presidenta de forma intimidante. El escolta disparó al aire en al menos dos ocasiones, consiguiendo que los presuntos sicarios huyeran. Por otro lado, María Jose sufrió un golpe en el costado y una crisis de ansiedad.

La Policía Nacional está al mando de esta investigación y analizan las hipótesis del asesinato o secuestro de la empresaria quien, desde el fallecimiento de su padre, se encuentra envuelta en una batalla judicial con el resto de sus hermanos.

Podrían ser sicarios

Se baraja la posibilidad de que los asaltantes sean sicarios. Para los investigadores, se podría tratar de una banda contratada para este hecho en concreto y el asalto llevaría tiempo siendo planeado.

Los investigadores de la Brigada de Policía Judicial de Madrid están tomando declaraciones a las víctimas y posibles testigos de la urbanización, tampoco descartan hacerlo con otras personas de la empresa y personal de la empresaria.

Una batalla por la herencia de Eulen

El 26 de noviembre de 2015 fallecía David Álvarez, el empresario de Eulen y Vegasicilia. Dejó una herencia envenenada con una guerra familiar digna de Falcon Crest. Silvia Jofre, una pintora y actriz argentina que rodó con Almodóvar, lo dejó todo para unirse a Jesús David Álvarez, el primogénito del clan. Durante 10 años vivió en la retaguardia una historia de amor secreto desde la que asistió a una guerra sin cuartel donde el dinero ha pesado más que la sangre.

Sin duda alguna, la parte del testimonio de Silvia Jofre que más ha llamado la atención ha sido la referente al enfrentamiento entre los miembros de la familia Álvarez. El origen del conflicto hay que buscarlo en la decisión del fallecido de casarse con Maite Esquizábel, su secretaria. Era su tercer matrimonio y el empresario tenía 82 años, 38 más que Maite. La reacción de sus siete hijos, nacidos de su primer matrimonio con María Vicenta Mezquíriz, fue dispar. Los dos mayores, María José y Jesús David, se mantuvieron a favor de su padre. Los otros cinco intentaron inhabilitarlo.

David Álvarez junto a sus siete hijos.

Finalmente, a la muerte de fundador de EULEN y VegaSicilia, el 26 de noviembre de 2015, el testamento establecía una pensión vitalicia para su viuda y el tercio de mejora para sus hijos fieles. Los cinco restantes impugnaron el testamento.

Sin embargo, la aparente unidad entre Jesús David y María José ha sido puesto en entredicho por Silvia en la entrevista concedida a nuestro periódico: “Según él, su hermana era incapaz y sólo estaba de fiesta en fiesta, mientras él hacía todo el trabajo. Decía que él era el único que tenía que trabajar como un burro”.

“De sus otros cinco hermanos, los que estaban en contra de su padre, imagínate lo que pensaba. Todos se odian en esa familia. Nadie confía en nadie. Si se pueden traicionar lo hacen. Al inicio de la relación yo le dije que me gustaría hacer un retrato a Paloma Segrelles, que estaba casada con su hermano Emilio. En ese momento me dijo: “Se van a divorciar y ésta no se va a llevar nada”. Cuando descubrieron la infidelidad de Emilio, él me decía: “Es un gili.... A mí no me habrían pillado en algo así”, explicaba Silvia Jofre sobre las relaciones familiares del que fuera su pareja.

El propio fundador de la saga sabía de las malas relaciones entre sus vástagos y cuando el rey emérito Juan Carlos I le concedió un título nobiliario, el Marquesado de Crémenes, uno de los últimos de su reinado, David Álvarez pidió que fuera vitalicio y no hereditario. “A Jesús David le sentó fatal. Él era el primogénito y habría sido el siguiente Marqués de Crémenes. Cuando se enteró, me llamó hecho una furia”, asegura Silvia Jofre.

Una batalla a que día de hoy no ha terminado y se ha cobrado otra víctima, el propio Jesús David, que dejó de ser vicepresidente y Consejero de EULEN en septiembre de 2018. “Su hermana María José se la tuvo guardada siete meses. De hecho, en esa época empezaron a pincharnos el teléfono. Ahí empezó la peor etapa de David. Su declive y debacle”, rememora Silvia Jofre para Elcierredigital.com.