La investigación policial se inició el pasado mes de enero cuando los agentes tuvieron conocimiento de que varias personas vendían terminales de manera ilícita tanto en su establecimiento como en una página web.

Los agentes detectaron que existía un grupo organizado con funciones claramente definidas. Así, siete de los integrantes, conocidos como "conseguidores", se encargaban de obtener productos de telefonía financiados con documentación que previamente habían falsificado. Concretamente, contaban con teléfonos móviles de alta gama, ordenadores o cámaras fotográficas y demás material electrónico.

Algunos móviles de alta gama.

Posteriormente, vendían los productos por un valor "muy inferior" al real del mercado en un establecimiento de telefonía regentado por dos personas que ofertaban todo lo adquirido de manera ilícita. Así, ofrecerían los productos en su comercio, de manera online, o a través de otras plataformas de venta online, consiguiendo un beneficio total de casi 2 millones de euros.

Tras realizar la investigación, los agentes identificaron a los nueve miembros del grupo que fueron detenidos en el pasado mes de junio. En el registro del establecimiento se intervinieron casi 200 móviles de alta gama, 17 ordenadores, relojes, drones, videoconsolas, cámaras fotográficas y demás accesorios de electrónicos.