Rosa María G. W. fue una de las primeras desaparecidas de este 2024. Su hija denunció la desaparición de la anciana de 84 años después de que el día 1 de enero no la viera por casa. Tres meses después el cadáver de Rosa María apareció en el cementerio de Torrero de Zaragoza. Según medios locales, podría haber muerto a las horas de desaparecer.

El cuerpo sin vida de Rosa María fue encontrado el pasado día 5 de abril por un empleado del cementerio que, alertado por el olor, se acercó a una zona que permanecía oculta a simple vista, de ahí que no la encontraran hasta pasados más de tres meses desde su desaparición.

La causa de la muerte de Rosa María aún no está clara, pero el cuerpo se haya en avanzado estado de descomposición, lo que dificulta determinar cuándo falleció exactamente. Por el momento, no se estaría barajando un crimen ni violento ni homicida.

El contexto de la desaparición de Rosa María

A principios del pasado mes de enero se denunció la desaparición de Rosa María G. W., de 84 años. La vecina del barrio de Delicias de Zaragoza desapareció la mañana del 1 de enero.

En una conversación con elcierredigital.com su hija explicaba: “En Nochevieja cenamos juntas y todo estaba bien, ella se fue a dormir temprano y yo algo después. El día de Año Nuevo yo me levanté tarde, a las 12 de la mañana, y vi que no estaba. Normalmente salía a pasear, porque ella siempre ha sido muy activa e independiente. En Año Nuevo tampoco solíamos comer juntas así que imaginé que habría ido a dar un paseo. Además, vi que se había llevado la basura y pensé que se había ido a dar una vuelta por ahí y que luego a lo mejor se iba a tomar un café con mis primas. Fue cuando llegó la tarde y nadie la había visto que me alarmé”.

Cementerio de Torrero de Zaragoza.

La fecha de la desaparición de Rosa María dificultó también su rastreo, pues se le perdió la pista el día 1 de enero, cuando la gran mayoría de los establecimientos cercanos estaban cerrados: “Pregunté en un supermercado y en varios locales del barrio que la conocían y todos me dijeron que la habían visto otros días, pero que el día 1 no la vieron”, contaba su hija.

Sobre el carácter y las rutinas de Rosa María, su hija explicaba: “Es muy independiente, le gusta mucho caminar y va siempre enfocada, como que no se fija mucho en la gente, va a sus cosas siempre. Paseaba sobre todo por la calle Delicias, que le gustaba mucho, y por la zona del Pilar. También iba muchas veces a la Basílica del Pilar, a ver a la Virgen y poner alguna vela”.

La desaparecida no llevaba teléfono móvil, ya que su familia le compró uno pero a ella no le gustaba y lo tenía guardado en su casa. Este fue otro de los aspectos que dificultaron que la anciana fuera encontrada.