Kevin Cui, de 24 años, estrelló su vehículo, un Wolkswagen Golf contra el vehículo que conducía Víctor López. Eran las 6 y media de la mañana del domingo y Víctor se dirigía por la M-50, unas de las arterias que rodean la ciudad de Madrid a su nuevo trabajo en el centro comercial Carrefour.

Captura de una conversación en Forocoches sobre Kevin Cui.

Una mujer que circulaba también con su vehículo en la misma carretera se convirtió en un testigo clave al declarar ante la Guardia Civil que Kevin la había adelantado a una velocidad endiablada solo unos segundos antes de que le viera detenerse y dar media vuelta en la misma carretera convirtiéndose así en un conducto kamikaze. Ella pudo esquivarlo, pero no Víctor, de 20 años, que circulaba unos kilómetros detrás de ella y ambos coches impactaron en el kilómetro 25 de la M-50.

Que el conductor suicida triplicaba la tasa permitida de alcohol en sangre quedó evidenciada cuando le hicieron pruebas en el hospital de Coslada. Como entonces no se apreciaban indicios de delito en su comportamiento, más allá de un accidente de tráfico, un juez decidió ponerlo en libertad.

A la izquierda el joven Víctor, a la derecha, Kevin Cui.

Pero tras escuchar la declaración de la testigo el juez de Instrucción número 13 de Madrid lo hizo detene y fue acusado de tres delitos: homicidio imprudente, conducción bajo los efectos del alcohol y conducción temeraria con desprecio a la vida de las personas.

La corta vida de Kevin Chui está plagada de juergas a todo ritmo. Le gustaba vivir rápido y al límite. Tiene DNI español, pero sus padres son chinos. Se crió en Leganés, pero Kevin se integró prefectamente en su entorno y estudió en un colegio caro de aquella localidad, el Legamar.

Era conocido por organizar los viajes de fin de curso y fiestas nocturnas en discotecas, donde le gustaba fotografiarse con chicas de su edad y copas llenas de alcohol. Todo el mundo sabía que su novia era una modelo china, de 25 años, identificada como A.

 

Imagen del coche de Kevin Cui después de estrellarse contra el de Víctor López

La vida de Victor era la de un joven trabajador que aquella mañana madrugó para comenzar a trabajar como carnicero en el Carrefour de San Fernando de Henares. Compartía casa con su novia Laura. Desgraciadamente su único hermano, Roberto, murió el año pasado. Según publicó el diario El País, su madre le dejó un mensaje de whatsapp en el móvil: "Que se te dé bien el día". 

Kevin estuvo internado en el hospital hasta el jueves, pero el viernes el juez lo mandó detener y tras tomarle declaración lo envió a prisión, escoltado por agentes de la Guardia Civil.