El delincuente, que ha sido arrestado en virtud de una orden internacional de detención, nació en París (Francia) y tiene nacionalidad estadounidense, aunque es de origen ruso, según ha informado la Guardia Civil. En la operación Nkorina, que ha permitido su detención, ha participado el Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO).

El detenido con la Guardia Civil.

Según el relato de la propia víctima, tras la agresión, este hombre se despertó en una habitación repleta de todo tipo de armas, atado de pies y manos. Fue trasladado en una furgoneta y golpeado con insistencia y en repetidas ocasiones por el ahora detenido y un cómplice, llegando incluso a utilizar una antorcha para quemarle las manos.

Debido a estas torturas, la víctima ofreció a sus atacantes la dirección de su residencia y el código de alarma, así como el lugar donde tenía unos 50.000 dólares.

El detenido, que ya está a disposición de la Audiencia Nacional, fue buscado en la provincia de Madrid y en la isla de Tenerife, donde finalmente fue hallado viviendo con su mujer en una vivienda en alquiler de Guargacho, en San Miguel de Abona. En el arresto participaron unidades especiales de la Guardia Civil y del FBI desplazadas hasta la isla canaria.

La Guardia Civil destaca que este tipo de huidos suelen buscar zonas pobladas para esconderse de la acción de la Justicia, sobre todo donde existan abundante presencia de foráneos para pasar desapercibidos.

Durante el año pasado se dio un fuerte repunte de este tipo de detenciones y entregas, con 915 arrestos, un 22% más que en 2017, cuando se contabilizaron 750 casos.