Mswati III es el actual rey de Suazilandia, también conocida como Esuatini, situada en el sur de África. Se trata de uno de los países más pobres del mundo. Además, es el territorio con más casos de VIH del mundo. Sin embargo, su rey vive rodeado de riqueza y exento de las penurias de sus ciudadanos. Mswati III se opone firmemente a la democratización del país y es el último rey absolutista del continente africano

El gobierno y la vida privada de Mswati III han estado repletas de denuncias y escándalos que impiden que el país avance. Ha sido acusado de matrimonios  forzosos con menores, secuestros y extrañas desapariciones. En cuanto a su vida privada, ha sido acusado por sus esposas de maltratos que de poco sirvieron: dos de ellas fallecieron en extrañas condiciones. Y es que Mswati tiene 15 esposas, 34 hijos y 4 nietos. 

Mswati III / X.

Una de las últimas polémicas protagonizada por Mswati III, conocido como ‘El León’, tuvo lugar en noviembre de 2019. El rey compró al menos quince vehículos de marca Rolls-Royce, que supuestamente eran para sus esposas y para su madre. También llegaron al país 12 camiones cargados de BMW. Se calculó que podía haber gastado unos 15 millones de euros en vehículos. 

Mientras tanto, casi la mitad de los 1,2 millones de habitantes viven bajo el umbral de la pobreza y el país está repleto de enfermedades. No obstante, Mswati prefiere invertir en sus lujos que en una mejoría de las condiciones sociales de los ciudadanos de Suazilandia. Repasamos sus orígenes, decisiones y escándalos más polémicos. 

Los 'líos' de Mswati III


Mswati III llegó al trono a los 18 años el 25 de abril de 1986. Fue el hijo 108 del rey Sobhuza II, que tuvo 70 esposas y 200 hijos. Su fortuna personal ronda los 100 millones de dólares y la mayoría de dinero invertido ha sido en la construcción y renovación de palacios para albergar a sus mujeres hasta la compra de una flota de limusinas, un jet de lujo, que costó un cuarto del presupuesto nacional.

Una de sus polémicas más llamativas es que en 2018 decidió cambiarle el nombre al país, que pasó a llamarse Esuatini, alegando que Suazilandia se parecía demasiado a Switzerland, Suiza en inglés, lo que al parecer debía quitarle proyección internacional. Para celebrarlo se compró un Airbus A340-300 con capacidad para 227 personas por 160 millones de euros.

Mswati III / Eswatini Government

Ha sido muy criticado por la prohibición de los partidos políticos, su constitución que no proporciona protección alguna a las mujeres y la legalidad de los matrimonios forzosos. De hecho, llegó a imponer la poligamia a los hombres del país para ‘resolver’ el problema de la superioridad numérica de mujeres. 

Los reyes de Suazilandia siempre han sido polígamos y Mswati no iba a ser menos. Mswati III, es conocido por celebrar anualmente la ceremonia de la ‘danza de los juncos’, donde puede elegir en cada ocasión una nueva esposa. En esta ceremonia, miles de mujeres se reúnen alrededor de la reina madre. El día de la ceremonia, el rey, su madre y su hermana mayor eligen a 365 mujeres que estarán a disposición del rey durante todo el año. Él puede, si lo desea, hacer de algunas de ellas su nueva esposa.

La poligamia de 'El León'


Las primeras dos esposas de Mswati fueron impuestas, pero el resto salieron de estas ceremonias. La primera mujer llegó del clan Matsebula y la segunda del clan Motsa, pero sus hijos nunca podrán gobernar. Con ellas tuvo seis hijos varones. La tercera esposa le dio a la princesa Sikhanyiso, que es medianamente conocida internacionalmente al haber tenido una carrera como cantante de pop. 

Su sexta esposa, Senteni Masango fue encontrada muerta en 2018. Masango decidió fue acusado de acabar con su vida por medio de una sobredosis de antidepresivos, una semana después de la muerte de su propia hermana. La octava esposa de Mswati, Angel Dlamini, huyó de su esposo en mayo de 2012 y se mudó a Sudáfrica. Se aseguró que su huida estaba relacionada con la violencia que sufrió a manos de su esposo. No obstante, en 2018 decidió regresar con Mswati.

Mswati III / Journal of the United Nations.

El caso más polémico fue el de su esposa número 10, Zena Mahalangu. Esta mujer fue secuestrada por dos hombres del colegio con apenas 18 años. Su madre lo denunció ante la policía, y allí mismo le informaron de que se encontraba en palacio, y que tenía deberes reales. No debió parecerle suficiente explicación porque presentó una denuncia por matrimonio forzoso, pero no le hicieron caso. Sin embargo, Amnistía Internacional presentó una denuncia. 

Su duodécima mujer fue Miss Suazilandia Adolescente, a quien conoció en la ceremonia del junco, y la desposó con 16 años. Cinco años después, la mujer tuvo un romance con el Ministro de Justicia.  Los pillaron en un hotel, y la mujer fue encarcelada, torturada, desterrada, y se le prohibió ver a sus hijos hasta su muerte en 2019 de cáncer de piel.