Un nuevo problema de salud ataca al 'expresident' de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol i Soley, que sufrió un ictus el pasado lunes por el que fue hospitalizado de urgencia en el Hospital de Barcelona.

El expresident comenzó a tener dificultades a la hora de hablar en la mañana del lunes, por lo que fue rápidamente trasladado al hospital y derivado esa misma tarde al Hospital Santa Creu i Sant Pau. El hospital público se encargó de profundizar en el grado de afección del paciente para comprobar que el ictus fue provocado por la obstrucción de una arteria cerebral.

Jordi Pujol fue incluido en el Código Ictus a pesar de su avanzada edad —tiene actualmente 92 años— para garantizar su supervivencia y mantener sus capacidades cerebrales. Según han informado recientemente fuentes de la familia, el exmandatario se encuentra “estable”, pero tendrá que permanecer entre tres días y una semana más en el hospital.

Hace menos de un año elcierredigital.com informaba sobre la arritmia cardíaca que sufrió el expresident y que le llevó también a ser ingresado.

Los inicios de Jordi Pujol i Soley

Nacido el 9 de junio de 1930 en la ciudad Condal, Jordi Pujol se licenció en Medicina por la Universidad de Barcelona. Fue durante sus años universitarios cuando el que fue presidente de la Generalitat entre 1980 y 2003, dio sus primeros pasos en la vida pública a través de organizaciones católicas, tanto políticas como culturales, en defensa de la democracia y de la identidad de Cataluña.

El 19 de mayo de 1960 fue uno de los protagonistas del incidente del Palacio de la Música al interrumpir un concierto, al que asistían varios ministros, e iniciar con parte del público el prohibido Cant de la senyera de Maragall. Un consejo de guerra le sentenció a siete años de prisión de los que, beneficiado por varios indultos, sólo cumplió dos años y ocho meses en la cárcel de Zaragoza y ocho meses de confinamiento en Gerona.

Jordi Pujol en sus años como President.

A comienzos de los sesenta fundó con otros financieros la Banca Catalana. Posteriormente, se lanzó a la creación del Banco Industrial de Cataluña y, por iniciativa suya y de algunos otros compañeros, fundó un Instituto de Estudios que analizó cuestiones de economía, cultura, aspectos sociales y de convivencia.

En 1972 creó los Grupos de Acción al Servicio de Catalunya (GASC), a los que en 1974 se adhirieron otras agrupaciones dando lugar a Convergencia Democrática de Catalunya, CDC, partido del que Pujol fue nombrado secretario general en 1976. En enero de 1977, coincidiendo con la convocatoria de las elecciones constituyentes, dimitió de los cargos ejecutivos de sus empresas para dedicarse íntegramente a la política.

Sus primeros años en política

En las elecciones legislativas del 15 de junio de 1977, fue elegido diputado por Barcelona, donde trabajó al frente de su grupo parlamentario Minoría Catalana y fue vicepresidente de la Comisión de Defensa.

Entre diciembre de 1977 y 1980 fue conseller del gobierno provisional de Cataluña presidido por Josep Tarradellas, que había regresado del exilio. En septiembre de 1978 CDC firmó un acuerdo con Unió Democrática de Catalunya (UDC) por el que partir de esa fecha ambos partidos se presentarían a las elecciones en coalición bajo el nombre de Convergencia i Unió (CiU).

Volvió a ser elegido diputado en las elecciones generales del 1 de marzo de 1979, pero un año después abandonó su escaño de diputado para ser candidato a la presidencia de la Generalitat por CiU. Obtuvo el triunfo y el 28 de abril fue nombrado presidente de la Generalitat, tomando posesión el 8 de mayo.

Desde temprano se impuso lograr una mayor cuota de autonomía para Cataluña. A este ámbito corresponden las negociaciones que mantuvo con el presidente Felipe González y que se concretaron en numerosas transferencias, como las agrarias, INEM y obras públicas.

El 29 de abril de 1984 revalidó en las elecciones autonómicas. Ese año su gestión estuvo marcada por el "caso Banca Catalana", sobre los presuntos delitos de apropiación indebida y de falsedad en documento mercantil. Pujol fue hallado inocente por la Audiencia de Barcelona en 1986.

Reelegido presidente de la Generalitat en las elecciones de 1988, en el VIII Congreso de Convergencia (enero 1989) fue elegido presidente del partido en sustitución de Ramón Trías.

Revalidó por mayoría absoluta el cargo en los comicios del 15 de marzo de 1992. El 3 de julio de ese mismo año fue nombrado presidente de la Asamblea de Regiones de Europa (ARE), superando por amplio margen a sus dos principales contrincantes, la francesa Marie Christine Blandin y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Anteriormente había ocupado la vicepresidencia de esta organización (1988-1992). Fue reelegido para presidir la ARE en 1994 y dejó el cargo en diciembre de 1996.

Años complejos y apoyo al PSOE de Felipe González

La mayoría insuficiente obtenida por el PSOE en las generales de junio de 1993 abrió un nuevo periodo para Pujol y CiU, que ofrecieron sus votos y apoyo al gobierno de Felipe González pero sin formar coalición.

Jordi Pujol y Felipe González.

El año 1994 fue especialmente intenso y complejo para Jordi Pujol tanto en la política española, donde su apoyo al gobierno socialista fue fundamental para su continuidad, como en Cataluña, donde los casos de corrupción dañaron la imagen del ejecutivo catalán. Su gobierno se vio afectado por el estallido del "caso de la Rosa", por las investigaciones judiciales que afectaron al consejero de Industria, Antoni Subirá y, por el "caso Cullell", que acabó con la salida de éste como consejero de Política Territorial.

Sin embargo, Jordi Pujol adquirió un papel fundamental en la política nacional. A raíz del estallido del "caso GAL" multiplicó su actividad en apoyo del gobierno de Felipe González. Con esta frenética actividad, intentó dar una imagen de estabilidad política, insistiendo en la idea de que aprovechar la recuperación económica era la primera prioridad y no debía ser perturbada por discusiones políticas.

En septiembre de 1995, Pujol dio por concluido el apoyo de CiU al gobierno socialista, alegando la incapacidad del ejecutivo González de superar el clima de crispación, falta de credibilidad y desconfianza, lo que motivó que la capacidad de acción del gobierno quedara disminuida.

El cambio al Partido Popular

Poco después, Pujol anunció el adelanto de las elecciones autonómicas catalanas para el 19 de noviembre, en las que resultó reelegido presidente. Sin embargo, CiU sólo logró la mayoría simple. Pujol fue investido en segunda ronda con los únicos votos de su partido.

Las elecciones generales de 1996 dieron un vuelco a la situación política. Se produjo el cambio de gobierno -salen los socialistas y entran los populares-, CiU recibe 16 diputados y se convierte en el socio de gobierno necesario porque el PP logró una mayoría simple.

Firmado el pacto de gobernabilidad entre Aznar y Pujol el 26 de abril de 1996, durante esta legislatura los convergentes asumieron mayor número de competencias, tuvieron una mejora de la financiación -cesión del 30 por ciento del IRPF-, se afianzó el proceso de "normalización lingüística" y se produjo el despliegue de la policía autonómica.

Jordi Pujol.

En el área doméstica, estos años se caracterizaron por el resurgimiento de las tensiones con su socio de coalición, Unión Democrática de Cataluña, que finalizaron con un acuerdo de respeto político entre Pujol y Durán Lleida y la promesa de una recomposición de las relaciones entre los dos partidos.

Pujol también tuvo que conducir la primera transición en su partido. Su estrecho colaborador, Macia Alavedra, dejó el cargo a Artur Mas, llamado a asumir mayores funciones en el partido y la coalición.

Las autonómicas de octubre de 1999 dieron paso a un nuevo horizonte político en la comunidad. Como sucedió en 1980 y 1995, CiU no logró la mayoría absoluta, los socialistas se quedaron a las puertas de ganar y el Partido Popular se erigió en el socio necesario de gobierno, algo incómodo para Pujol.

El 16 de noviembre fue investido por sexta vez presidente de la Generalitat. Pujol fue votado en primera ronda gracias a los 12 diputados del PP.

Últimos años en política

El 31 de marzo de 2001 Pujol anunció ante el consejo nacional de CDC que no se presentaría a las elecciones catalanas. Su delfín, Artur Mas, fue elegido secretario general de CDC en 2000, jefe de su Gobierno en febrero del año siguiente y candidato de CiU a las autonómicas en enero de 2002. Poco antes había negociado con Josep Antoni Durán Lleida la conversión de CiU en una federación.

También tuvo que lidiar con varios conflictos, desde la protesta social en las comarcas del Ebro por el Plan Hidrológico, hasta la polémica por los contratos que su administración concedió a algunos de sus hijos, pasando por el desgaste del "caso Pallerols" sobre la presunta financiación ilegal de UDC y la salida del ex dirigente Pere Esteve. Asimismo, el 17 de octubre de 2001 el socialista Pasqual Maragall presentó una moción de censura en contra de Pujol, que fue rechazada por el Parlamento.

El 10 de septiembre de 2003 Jordi Pujol convocó las elecciones autonómicas para el 16 de noviembre y, en vísperas de la Diada, se despidió con un discurso solemne de agradecimiento a los catalanes tras 23 años.

En las elecciones que se celebraron en noviembre de 2003, CiU, con Artur Mas como candidato, fue el partido con más escaños. Sin embargo, las negociaciones posteriores para formar gobierno confluyeron en un pacto tripartito entre el PSC, ERC e ICV-EUiA, que puso fin a 23 años de hegemonía convergente en la Generalitat.

Marta Ferrusola y Jordi Pujol.

Pujol dejó su cargo de presidente de la Generalitat el 16 de diciembre, fecha en la que el socialista Pasqual Maragall fue investido nuevo presidente.

Durante la Conferencia Nacional de CiU, celebrada en Tarragona el 27 de noviembre de 2004, Jordi Pujol fue nombrado presidente fundador de la coalición nacionalista.

La 'herencia' familiar

Además, Jordi Pujol está inmerso en la investigación judicial bautizada como 'caso Pujol', que implica al propio Pujol y también a su familia -Marta Ferrussola y sus hijos-. La Audiencia Nacional ha procesado al clan como “organización criminal” por urdir un plan para enriquecerse dada su “posición privilegiada”. Por ello, la Fiscalía Anticorrupción pide para el patriarca, Jordi Pujol nueve años de prisión.

En junio de 2020, ante al argumento esgrimido por la familia de que la fortuna procede de la herencia de un abuelo, el entonces juez instructor, José de la Mata, ya destacó que no existían indicios sólidos para acreditar ese origen: “A lo largo de la investigación, no se ha aportado elemento alguno que permita contrastar la veracidad de esta versión, ni tampoco se ha suministrado explicación alguna razonable y contrastable por ninguno de las personas investigadas de esta familia sobre este particular”.