Nacido el 9 de junio de 1930 en Barcelona, estudió en la Escuela Alemana y más tarde en una academia particular. Jordi Pujol se licenció en Medicina por la Universidad de Barcelona. Fue durante sus años universitarios cuando, el que fue presidente de la Generalitat entre 1980 y 2003, dio sus primeros pasos en la vida pública a través de organizaciones católicas, tanto políticas como culturales, en defensa de la democracia y la identidad de Cataluña.

En 1956 participó en la huelga de tranvías de Barcelona y en la destitución del presidente de La Vanguardia, Luis de Galinsoga, cuyas declaraciones anticatalanistas provocaron gran indignación.

El 19 de mayo de 1960 fue uno de los protagonistas del incidente del Palacio de la Música al interrumpir un concierto, al que asistían varios ministros, e iniciar con parte del público el prohibido "Cant de la senyera" de Maragall. Un consejo de guerra le sentenció a siete años de prisión de los que, beneficiado por varios indultos, sólo cumplió dos años y ocho meses en la cárcel de Zaragoza y ocho meses de confinamiento en Gerona.

A comienzos de los sesenta fundó con otros financieros la Banca Catalana, cuyo origen parte de la Banca Dorca que, con sede en Olot, fue adquirida en 1959 por la familia Pujol. Posteriormente, se lanzó a la creación del Banco Industrial de Cataluña, y por iniciativa suya, junto con la de algunos compañeros, formó un Instituto de Estudios que analizó cuestiones de economía, cultura, aspectos sociales y de convivencia.

Jordi Pujol y su mujer, Marta Ferrusola. 

Con el lema "fer pais" emprendió una serie de actividades culturales, sociales, políticas y de resistencia en pro de la defensa de los valores e intereses catalanes. Para estas actividades contó con el respaldo financiero de la Banca Catalana.

Además de Banca Catalana, Jordi Pujol estuvo vinculado con otras empresas. Así, fue vocal de Autopistas Concesionarias Españolas, ACESA; Seguros CHASYR, Fibroquímica y editora del Correo Catalán.

En 1972 creó los Grupos de Acción al Servicio de Catalunya (GASC), al que en 1974 se adhirieron otros grupos formando Convergencia Democrática de Catalunya, CDC, partido del que Pujol fue nombrado secretario general en 1976. En enero de 1977, coincidiendo con la convocatoria de las elecciones constituyentes, dimitió de los cargos ejecutivos de sus empresas para dedicarse íntegramente a la política.

Vida política 

En noviembre de ese mismo año pronunció una conferencia en el Colegio de Abogados de Barcelona sobre el momento político español, que tuvo gran repercusión nacional. En 1977 participó en la "Comisión de los diez" en las negociaciones de la oposición y el Gobierno; en marzo de ese año decidió abandonar dicha comisión.

En las elecciones legislativas del 15 de junio de 1977, fue elegido diputado por Barcelona, donde trabajó al frente de su grupo parlamentario Minoría Catalana y fue vicepresidente de la Comisión de Defensa.

Entre diciembre de 1977 y 1980 fue conseller del gobierno provisional de Cataluña presidido por Josep Tarradellas, que había regresado del exilio. En septiembre de 1978 CDC firmó un acuerdo con Unió Democrática de Catalunya (UDC) por el que partir de esa fecha ambos partidos se presentarían a las elecciones en coalición bajo el nombre de Convergencia i Unió.

Volvió a ser elegido diputado en las elecciones generales del 1 de marzo de 1979, pero un año después abandonó su escaño de diputado para ser candidato a la presidencia de la Generalitat por CiU. Obtuvo el triunfo y el 28 de abril fue nombrado presidente de la Generalitat, tomando posesión el 8 de mayo.

Desde temprano se impuso lograr una mayor cuota de autonomía para Cataluña. A este ámbito corresponden las negociaciones que mantuvo con el presidente Felipe González y que se concretaron en numerosas transferencias, como las agrarias, INEM y obras públicas.

El 29 de septiembre de 1982 superó una moción de censura presentada por 15 diputados del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC)y que proponía como candidato a presidente de la Generalitat al diputado Josep Benet Morell.

El 29 de abril de 1984 revalidó en las elecciones autonómicas, después de que CiU lograse el 46,6 por ciento de los votos.

Ese año su gestión estuvo marcada por el "caso Banca Catalana", sobre los presuntos delitos de apropiación indebida y de falsedad en documento mercantil. Pujol fue hallado inocente por la Audiencia de Barcelona en 1986.

Reelegido presidente de la Generalitat en las elecciones de 1988, en el VIII Congreso de Convergencia (enero 1989) fue elegido presidente del partido en sustitución de Ramón Trías.

Revalidó por mayoría absoluta el cargo en los comicios del 15 de marzo de 1992. Su partido obtuvo 71 de los 135 escaños de la Cámara.

El 3 de julio de 1992 fue nombrado presidente de esta Asamblea de Regiones de Europa (ARE), superando por amplio margen a sus dos principales contrincantes, la francesa Marie Christine Blandin y presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Anteriormente había ocupado la vicepresidencia de esta organización (1988-1992). Fue reelegido para presidir la ARE en 1994 y dejó el cargo en diciembre de 1996.

La mayoría insuficiente obtenida por el PSOE en las generales de junio de 1993 abrió un nuevo periodo para Pujol y CiU, que ofrecieron sus votos y apoyo al gobierno de Felipe González pero sin formar coalición.

También, gracias a este mayor protagonismo, Pujol consiguió la cesión del 15 por ciento del IRPF además de otras competencias.

Jordi Pujol. 

El año 1994 fue especialmente intenso y complejo para Jordi Pujol tanto en la política española, donde su apoyo al gobierno socialista fue fundamental para su continuidad, como en Cataluña donde los casos de corrupción dañaron la imagen del ejecutivo catalán. Su gobierno se vio afectado por el estallido del "caso de la Rosa", por las investigaciones judiciales que afectaron al consejero de Industria, Antoni Subirá y, por el "caso Cullell", que acabó con la salida de éste como consejero de Política Territorial.

Sin embargo, Jordi Pujol adquirió un papel fundamental en la política nacional. A raíz del estallido del "caso GAL" debió multiplicar su actividad en apoyo del gobierno de Felipe González. Con esta frenética actividad, intentó dar una imagen de estabilidad política, insistiendo en la idea de que aprovechar la recuperación económica era la primera prioridad y no debía ser perturbada por discusiones políticas.

En septiembre de 1995, Pujol dio por concluido el apoyo de CiU al gobierno socialista, alegando la incapacidad del ejecutivo González de superar el clima de crispación, falta de credibilidad y desconfianza, lo que motivó que la capacidad de acción del gobierno quedara disminuida.

Poco después, Pujol anunció el adelanto de las elecciones autonómicas catalanas para el 19 de noviembre, en las que resultó reelegido presidente. Sin embargo, CiU sólo logró la mayoría simple -60 diputados-, ya que había perdido cinco puntos y 10 diputados. Pujol fue investido en segunda ronda con los únicos votos de su partido.

En esta legislatura se fijó como prioridad la difusión y fortalecimiento del sentimiento de catalanidad junto con la obtención de nuevas competencias y la mejora de la financiación.

Las elecciones generales de 1996 dieron un vuelco a la situación política. Se produjo el cambio de gobierno -salen los socialistas y entran los populares-, CiU recibe 16 diputados y se convierte en el socio de gobierno necesario porque el PP logró una mayoría simple.

Firmado el pacto de gobernabilidad entre Aznar y Pujol el 26 de abril de 1996, durante esta legislatura los convergentes asumieron mayor número de competencias, tuvieron una mejora de la financiación -cesión del 30 por ciento del IRPF-, se afianzó el proceso de "normalización lingüística" y se produjo el despliegue de la policía autonómica.

Asimismo tuvo lugar la desaparición de los gobernadores civiles, el traspaso del tráfico, de los puertos y un nuevo sistema de financiación de la sanidad.

En el área doméstica, estos años se caracterizan por el resurgimiento de las tensiones con su socio de coalición, Unión Democrática de Cataluña, que finalizaron con un acuerdo de respeto político entre Pujol y Durán Lleida y la promesa de una recomposición de las relaciones entre los dos partidos.

Pujol también tuvo que conducir la primera transición en su partido. Su estrecho colaborador, Macia Alavedra, dejó el cargo a Artur Mas, llamado a asumir mayores funciones en el partido y la coalición.

Las autonómicas de octubre de 1999 dieron paso a un nuevo horizonte político en la comunidad. Como sucedió en 1980 y 1995, CiU no logró la mayoría absoluta -56 diputados-, los socialistas se quedaron a las puertas de ganar y el Partido Popular se erigió en el socio necesario de gobierno, algo incómodo para Pujol.

El 16 de noviembre fue investido por sexta vez presidente de la Generalitat. Pujol fue votado en primera ronda gracias a los 12 diputados del PP.

En esta VI Legislatura, no dejó de demandar la administración única y la participación de Cataluña en la UE.

El voto favorable de CiU a la huelga general del 20 de junio de 2002 fue respondido por el PP con su alineamiento con la oposición en el Parlamento y estuvo a punto de romper la colaboración entre ambos.

En este ambiente, Pujol se dedicó a reordenar la casa de cara a su adiós. El 31 de marzo de 2001 Pujol anunció ante el consejo nacional de CDC que no se presentaría a las elecciones catalanas. Su delfín, Artur Mas, fue elegido secretario general de CDC en 2000, jefe de su Gobierno en febrero del año siguiente y candidato de CiU a las autonómicas en enero de 2002. Poco antes había negociado con Josep Antoni Durán Lleida la conversión de CiU en una federación.

También tuvo que lidiar con varios conflictos, desde la protesta social en las comarcas del Ebro por el Plan Hidrológico, hasta la polémica por los contratos que su administración concedió a algunos de sus hijos, pasando por el desgaste del "caso Pallerols" sobre la presunta financiación ilegal de UDC y la salida del ex dirigente Pere Esteve. Asimismo, el 17 de octubre de 2001 el socialista Pasqual Maragall presentó una moción de censura en contra de Pujol, que fue rechazada por el Parlamento.

En 2003 asumió durante un año la presidencia de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos.

El 1 de octubre de 2003 pronunció su último discurso como presidente de la Generalitat en el Debate de Política General. Aprovechó la ocasión para definir el carácter pacífico y constitucional del nacionalismo catalán, y condicionó su colaboración con el Gobierno central a un cambio de política autonómica.

El 10 de septiembre de 2003 Jordi Pujol convocó las elecciones autonómicas para el 16 de noviembre y, en vísperas de la Diada, se despidió con un discurso solemne de agradecimiento a los catalanes tras 23 años.

En las elecciones que se celebraron en noviembre de 2003, CiU, con Artur Mas como candidato, fue el partido con más escaños. Sin embargo, las negociaciones posteriores para formar gobierno confluyeron en un pacto tripartito entre el PSC, ERC e ICV-EUiA, que puso fin a 23 años de hegemonía convergente en la Generalitat.

Pujol dejó su cargo de presidente de la Generalitat el 16 de diciembre, fecha en la que el socialista Pasqual Maragall fue investido nuevo presidente.

Durante la Conferencia Nacional de CiU, celebrada en Tarragona el 27 de noviembre de 2004, Jordi Pujol fue nombrado presidente fundador de la coalición nacionalista.

La 'herencia' familiar

El que fue presidente de la Generalitat entre los años 1980 y 2003, y fundador de Convergència Democràtica de Catalunya  está inmerso en la investigación judicial bautizada como 'caso Pujol', que implica al propio Pujol y también a su familia -Marta Ferrussola y sus hijos-. La Audiencia Nacional ha procesado al clan como “organización criminal” por urdir un plan para enriquecerse dada su “posición privilegiada”. Por ello, la Fiscalía Anticorrupción pide para el patriarca, Jordi Pujol nueve años de prisión. 

La Familia Pujol. 

En junio de 2020, ante al argumento esgrimido por la familia de que la fortuna procede de la herencia de un abuelo, el entonces juez instructor, José de la Mata, ya destacó que no existen indicios sólidos para acreditar ese origen: “A lo largo de la investigación, no se ha aportado elemento alguno que permita contrastar la veracidad de esta versión, ni tampoco se ha suministrado explicación alguna razonable y contrastable por ninguno de las personas investigadas de esta familia sobre este particular”.