Una mujer de 40 años fallecía en el distrito madrileño de Puente de Vallecas en la noche del lunes 8 de enero. Alrededor de las 22.00 horas de la noche, Natalia, que se encontraba en un vehículo, recibió tres disparos con un arma de fuego que le impactaron en el hemitórax izquierdo. Los sanitarios de Samur-Protección Civil encontraron a la mujer en parada cardiorrespiratoria y, pese a realizar una reanimación cardiopulmonar avanzada, no pudieron revertir la parada.

Tras los hechos, el Grupo VI de Homicidios de la Policía Nacional puso en marcha una investigación. Esta mujer se encontraba en el asiento del copiloto de una furgoneta de grandes dimensiones cuando se acercó un todoterreno del que se bajó el individuo que realizó los disparos. Ahora los investigadores tratan de encontrar al individuo que disparó y a su cómplice, que fue quien le alejó del lugar de los hechos en el todoterreno.

Los vínculos familiares de la víctima: El Pipi y el Gordo Maya


De acuerdo con las principales hipótesis, este crimen se podría tratar de un ajuste de cuentas o una guerra entre bandas, ya que Natalia era mujer del Pipi, líder de la banda del BMW, que se encuentra en prisión. La víctima contaba con antecedentes y se sospecha que participaba en las actividades delictivas del Pipi, que fue condenado a 11 años de cárcel en 2023 por blanqueo de capital y robos con fuerza.

Tal y como recoge Vozpópuli, el entorno de la víctima ha señalado a otra familia con la que tenía disputas desde comienzos de Navidad. Se trata del clan Carrera, una peligrosa familia de Alcalá de Henares. Este enfrentamiento comenzó por una pelea de uno de los hijos de la víctima con su cuñado, que pertenece a los Carrera. Tras conocer los hechos, Natalia amenazó al hombre con acabar con su vida. Sin embargo, no se descarta que se pueda deberse a cuentas pendientes con el marido y el sobrino de Natalia.

Las principales hipótesis apuntan a que la disputa habría sido entre el Carrera y el conocido como clan de 'Los Silva'. Hace unos días, la mujer habría tenido "una discusión" por causa de uno de sus cinco hijos. Según lo relatado, la riña habría terminado con una 'jura de venganza' contra el clan de los Silva.

La víctima también es tía del alunicero Francisco Maya Silva conocido como el 'Gordo Maya', de 24 años. Este criminal madrileño fue arrestado en octubre de 2023 en el mismo barrio donde ha sido asesinada su tía y de su apellido podría venir el nombre del clan de 'Los Silva'. La detención de Francisco tuvo que ver con un presunto intento de homicidio llevado a cabo en Seseña, Toledo. Desde entonces se encuentra en prisión.

Las bandas de 'BMW' y 'SEAT' en uno de sus robos

La banda del BMW en uno de sus robos.

El clan al que pertenecía el 'Gordo Maya' también se dedicaba al secuestro bajo tortura de narcotraficantes pertenecientes a otras bandas organizadas para robarles la droga. Francisco fue detenido en el marco de la Operación Albato, que investigaba el presunto secuestro de seis individuos en Navalcarnero por parte de la organización criminal a la que pertenecía Francisco. El 14 de julio de 2023 el Gordo Maya fue disparado en cuatro ocasiones en el distrito de Ciudad Lineal, pero solo le impactó uno de los disparos. 

Este delincuente acumula más de quince arrestos por diversos delitos relacionados con el robo con violencia, secuestro, robo de vehículos, pertenencia a grupo criminal y un presunto apuñalamiento en el distrito de Arganzuela. El Gordo Maya es amigo del Goyito, con quien realizó,  en apenas cuatro años, más de 50 robos en establecimientos. Sin embargo, Francisco fue puesto en libertad.

El Goyito, amigo del Gordo Maya

En noviembre del 2020 elcierredigital.com sacaba a la luz las detenciones del Gordo Maya, de Gregorio Fernández alias el Goyito, del Mansalvas y del Ruso por los robos citados anteriormente. El centro de operaciones de esta banda estaba en Casarrubios del Monte, un pueblo de Toledo limítrofe con Madrid, en un piso de tres plantas okupado por la banda. Allí guardaban 14 vehículos de alta gama y una caravana, todo valorado en unos 300.000 euros.

Gregorio Rodríguez García, el Goyito, ya fue juzgado y condenado a nueve años de prisión, pero tras pagar una fianza de 60 mil euros quedó en libertad. Al Goyito y su banda se le calculan unos 200 robos por el método del alunizaje, con 62 detenciones a sus espaldas.

El Goyito en un coche.

El Goyito.

El Goyito fue imputado por delitos de pertenencia a organización criminal, robos con fuerza, sustracción de vehículos a motor y falsedad documental. Él era el cabecilla de la organización. A principios de 2020 algunos miembros de la banda, como el Gordo Maya, no fueron atrapados y reanudaron las actividades criminales en localidades de Toledo y Madrid. En julio de 2019 el Goyito fue detenido por última vez y en octubre de ese año ingresó en prisión, aunque meses después quedó en libertad.

Los objetivos de este grupo criminal eran casas de apuestas, restaurantes, bares, tiendas de telefonía móvil y estaciones de servicios, lugares de donde robaban el botín tras colisionar previamente los coches para entrar así en su interior. También se les imputaron delitos de falsedad documental, ya que en ocasiones manipulaban las placas de las matrículas de los coches robados, así como el empleo de documentos de identidad falsa en su vida cotidiana. 

Los clanes de la comunidad gitana más peligrosos


El asesinato de Natalia no se trata de un hecho aislado, son varias las ocasiones en las que han tenido lugar graves incidentes entre los clanes de la comunidad gitana en España. Entre estos principales clanes peligrosos se encuentran los Visita, uno de los de Vallecas que ha tenido más presencia en los medios, no solo por el hecho de que uno de sus miembros, apodado el Chule, apuñalara a un vecino de la localidad de 64 años llamado Paco. Tras su asesinato, se inició una campaña vecinal para echar al clan de Vallecas.

El día del apuñalamiento Paco se encontraba celebrando un cumpleaños delante del hogar de los Visita. Sus dos hijos, un primo y un cuñado bajaron a pasear a sus cuatro perros cuando una mujer de esta familia de la comunidad gitana les increpó por la suciedad que generaban los animales y los ladridos.

El Chule.

Los familiares de la víctima discutieron con ella, que se marchó a su domicilio, y más tarde se encontraron una emboscada por parte de una multitud de miembros de los Visita portando palos y navajas. Paco bajó para defender a su hijo y logró defenderle, pero no pudo evitar que le acuchillaran en el cuello y causaran su muerte.

Este episodio se saldó con la entrega de el Chule y la salida del clan de la comunidad gitana de la localidad, cuyos vecinos no dudaron en acudir al patriarca que controla las 136 familias de esta localidad para exigir la marcha de los asesinos de Paco.

Otra clan peligroso es el de la Lupe. Se trata de uno de los clanes más problemáticos de la calle Peña de la Atalaya, en Puente de Vallecas, y en especial en el barrio de San Diego. Se dice que su única ley es la calle y que son los responsables de un gran número de delitos cometidos por la zona: okupaciones, trapicheos de drogas, robos…

Puente de Vallecas.

Todo el mundo los conoce, pero tienen miedo de las represalias y por ello no hablan. Desde 2019 poseían todos los pisos entre el número 51 y 65 de la calle. El clan controla todos los movimientos. Desde 2020 su red de venta de droga se extiende a todos los pisos okupados y no es inusual ver aglomeraciones de personas enganchadas a la heroína por las cercanías.

El clan de los Gordos está radicado en Moratalaz, donde también han recurrido a la ocupación y a la droga. Ya habían tenido problemas en 2012, cuando sus líderes fueron enviados a prisión, y desde 2019 se encuentran actuando nuevamente en Madrid.

En el distrito han okupado al menos cuatro viviendas. Dos de ellas son fincas con una posición estratégica perfecta para el narcotráfico, ya que por estructura del terreno dificultan una posible redada.

Los vecinos del distrito interpusieron varias denuncias por el mercado de la droga que parece extenderse por las calles. Sin embargo, en una entrevista reciente con TeleMadrid, Adela y Juan José, líderes del clan aseguran que han cumplido una condena y que no piensan volver a las andadas. Adela explicó que los vecinos aún les tienen miedo pero que ellos no tienen nada que ver con los narcopisos de Moratalaz.

“Ya hemos pagado mucha condena. Si ahora viene la policía, no tenemos ni una pistola”, señaló de manera vehemente a las cámaras. Sin embargo, Adela también afirmó que si le hacen daño, ella también hará daño. Para los exconvictos, se trata de una trama de una rama de la familia que quedó a cargo de los negocios ilícitos cuando ellos ingresaron en prisión y decidieron seguir utilizando el nombre de los Gordos.