La inquietud ha llegado a Bilbao después de que se desvelase que la Ertzaintza se encuentra en plena búsqueda de un presunto asesino en serie que habría provocado ya la muerte de al menos ocho hombres en la capital vizcaína, según indican las investigaciones. Su método de acción consistía en usar una red de citas para público homosexual —que se especula que pueda ser la app Wapo— para quedar con hombres. Se ganaba su confianza y, cuando quedaban, los drogaba hasta provocar su muerte para luego robarles sus datos bancarios.

Elcierredigital.com se ha puesto en contacto con el criminólogo Eduardo Navasquillo, que ha confesado que, aunque no se descarte la posibilidad de que hubiese más de un implicado en el caso —como sucedió en el caso del crimen del hotel Palace—, “la probabilidad más amplia es que se trate de una sola persona”, debido a que “el perfil no encaja con la definición legal de grupo o banda organizada”.

La investigación se encuentra actualmente bajo secreto de sumario pero algunas de las informaciones que han trascendido sobre el posible asesino en serie le sitúan como un hombre de entre unos 20 y 30 años, de origen colombiano y que se hacía llamar Carlos en la red social que utilizaba para captar a sus víctimas. Según el criminólogo, el sospechoso tendría un claro perfil de “manipulador, de un sociópata que tiene unas capacidades muy grandes para ganarse a la gente incluso a través de internet”.

Perfil de un asesino en serie

“Se trata de una persona que es un asesino en serie, con independencia de la metodología. Y que, lógicamente, lo tenía planificado, lo tenía claro, lo tenía estudiado. Hay una premeditación, porque esta persona se mete en una página web con la idea clara de lo que quiere cometer. A qué tipo de personas quiere llegar y qué tiene que hacer para convencer a estas personas de acudir al domicilio de ellos o a donde le interese y cometer el delito”, explica a elcierredigital.com Navasquillo.

Eduardo Navasquillo.

Añade, además, que “al tratarse de un asesino en serie, el perfil psicológico responde a personas manipuladoras y que tienen muchísima capacidad para entablar conexión con la gente, aunque sea de una manera superficial. Tienen las herramientas suficientes para ganarse a las personas y entrar en contacto con ellas. A través de engaños, mentiras y otras estrategias que ellos utilizan desarrollan esa capacidad manipuladora absoluta, muy grande”.

Aunque el motivo principal parece indicar que es de tipo económico, en las redes sociales se empieza a especular sobre si el hecho de ser asesinados estará relacionado con la naturaleza homosexual de las víctimas. Sobre este punto, el criminólogo advierte que “podría ser desde una persona que se mueve por motivos económicos hasta una persona que lo haga por motivos sentimentales. Desde un desengaño por rabia, por odio, por venganza… Cuando ya hay tantas víctimas puede ser así, porque no deja de ser un asesino en serie”.

Sin embargo, Navasquillo también comenta a este diario que este tipo de delito es “bastante atípico. En España no se da mucho con personas del mismo sexo y que queden a través de redes sociales, o de páginas concretas”. Y especifica que, el hecho de que las víctimas estuviesen en esta app de citas de carácter homosexual puede deberse a que “es más fácil llegar a la víctima que si fuera de diferente sexo. Es un grupo muchísimo más decidido”.

Redes de actuación y perfil de las víctimas

La muerte más reciente relacionada con el caso —que fue una de las que alertó de la posibilidad de un asesino en serie— fue la de un hombre de 43 años el pasado 18 de octubre. Aunque la autopsia no certificó causas delictivas, el hermano de la víctima denunció más tarde que se habían sustraído grandes cantidades de dinero a través de la tarjeta de crédito del fallecido después de su muerte. Gracias al conocimiento de esta circunstancia, se analizaron las muestras de sangre que se conservaban del hombre y se hallaron rastros de éxtasis líquido, droga que incapacita al que la toma. Tras esto, comenzaron las investigaciones de otras cuatro muertes que se produjeron, supuestamente, por causas naturales y que ya se encuentran judicializadas. Todavía se están investigando cuatro más que podrían estar relacionadas.

Teniendo esto en cuenta, Navasquillo opina en una conversación con este diario que el asesino “probablemente busque a sus víctimas en torno a una misma franja de edad, entre los 30 y los 50”. Y lo explica argumentando que a esa edad, “la gente ha tenido diferentes engaños sentimentales, ya tiene experiencia más formada y en muchas ocasiones necesitan o quieren mantener ese tipo de relaciones”. Una edad que haría más fácil al presunto asesino cometer sus crímenes.

También ha salido a la luz que las cuatro muertes que se vincularon al caso en primer lugar eran de hombres que habitaban en el casco histórico de Bilbao, por lo que el criminólogo cree que es probable que “conozca muy bien el entorno”. Y añade que “muchas veces, cuando haces un perfil geográfico criminológico, normalmente la persona que comete este tipo de delitos, este tipo de asesinos en serie, suelen vivir muy cerca del lugar donde cometió los delitos. Vivir o que tenga una vinculación”, como, por ejemplo, que algún ser querido se encuentre por la zona.

Grindr, otra de las 'apps' de citas utilizadas por el presunto asesino.

Intentó estrangular a un superviviente

Según confirmó El Correo, diario que destapó estos sucesos, en el mes de diciembre un hombre denunció a la Ertzaintza una agresión por parte de un varón con el que había quedado a través de una 'app' de citas. Según ha especificado El Mundo, esta víctima salió con vida después de que el presunto culpable de los asesinatos intentara inyectarle éxtasis líquido —sustancia utilizada para matar a sus otras víctimas— sin éxito y, posteriormente, estrangularle.

El presunto criminal no solo no logró su objetivo sino que, al abandonar la vivienda, se dejó la documentación y una mochila que contenía éxtasis líquido. Estas circunstancias hicieron que el hombre intentara pedir perdón a la víctima para evitar las represalias. Según informan también estos diarios, ambos habrían tenido encuentros anteriores. Su contacto, esta vez, se habría efectuado por la aplicación Grindr.

Este caso concreto abunda en la teoría que Eduardo Navasquillo expone a elcierredigital.com, y es que “cabe la probabilidad de que no haya utilizada solamente una [aplicación de citas]. Que él tenga perfiles en varias e incluso publicados varios tipos de perfil, también cabe esa posibilidad”.

Como el caso todavía se encuentra bajo secreto de sumario, todavía quedan por esclarecer muchas incógnitas al respecto. “¿Quedaba con ellos directamente en casa? ¿Quedaban en un sitio, se tomaban unas cervezas y ya tenían dosis de alcohol en el cuerpo? ¿Solo habían quedado una vez? ¿En la primera cita ya cometía los delitos o se ganaba la confianza de ellos, quedaban en diferentes ocasiones y luego se producían los delitos? Son muchas incógnitas que habría que valorar y que habría que analizar”, explica el criminólogo. Incógnitas que, despejadas, ayudarían a clarificar cuál es el perfil exacto del presunto asesino.