20 de abril de 2024
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FIN DE SEMANA

La Ertzaintza busca a los sospechosos de causar la muerte en Bilbao de cuatro hombres a los que habrían narcotizado para conseguir sus datos bancarios

Sumisión química: Las bandas utilizan las app de citas para robar y abusar de las víctimas tras drogarlas

Grindr, app de citas especialmente destinada al público gay.
Grindr, app de citas especialmente destinada al público gay.
La Ertzaintza busca al presunto o presuntos (una banda organizada) causante de la muerte de al menos cuatro hombres en Bilbao. Los investigadores creen que la cifra podría elevarse hasta ocho fallecidos. Según las investigaciones, habría conocido a sus víctimas a través de una red social de citas para homosexuales y, tras ganarse su confianza, quedó con ellas, las drogó y les robó sus datos bancarios. Este suceso pone el foco en la sumisión química, como ocurrió con el crimen del Hotel Palace.

Usaba redes de citas para quedar con hombres, a los que drogaba para luego robarles. Esos son los motivos por los que la Ertzaintza está buscando a un hombre (no se descarta la probabilidad de que sea una banda organizada) en Bilbao, sospechoso de haber matado, presuntamente, a cuatro vecinos de la ciudad usando este método entre septiembre y octubre de 2021. Los investigadores creen las víctimas fallecidas por este método podría elevarse hasta ocho.

Esta práctica es denominada sumisión química y utiliza sustancias psicotrópicas para anular a las víctimas y cometer delitos tales como agresiones sexuales o robos.

Las sospechas sobre este presunto delito surgieron a raíz de la muerte en Bilbao de un hombre de 43 años el pasado 18 de octubre. Aunque la autopsia no certificó causas delictivas, el hermano de la víctima denunció más tarde que se habían sustraído grandes cantidades de dinero a través de la tarjeta de crédito del fallecido después de su muerte. Gracias al conocimiento de esta circunstancia, se analizaron las muestras de sangre que se conservaban del hombre y se hallaron rastros de éxtasis líquido, droga que incapacita al que la toma.

Este primer caso ha abierto la veda a sospechar de muertes anteriores. En concreto, de las de tres hombres que vivían en el casco histórico de Bilbao, usuarios de la misma red social de citas y que habían fallecido, en principio, por causas naturales al no encontrarse signos de violencia en los cuerpos. Aunque el presunto autor habría dejado tras de sí cuatro víctimas, supuestamente intentó la misma acción con otro varón en diciembre, que consiguió salir con vida de la situación. Actualmente el sospechoso, o sospechosos, están en paradero desconocido, con una orden de búsqueda y captura por cometer estos homicidios.

La Ertzaintza baraja actualmente que puedan existir otras cuatro muertes vinculadas al asesino de Bilbao, hombres que habrían contactado con el sospechoso por redes de citas entre homosexuales.

Sumisión química: tiempo para detectarla

El modus operandi de este sospechoso consistiría en ganarse la confianza de sus víctimas a través de las redes sociales para quedar con ellas y luego utilizar sustancias químicas para incapacitarlas y cometer delitos. La práctica, denominada sumisión química, incluye tanto robos como abusos sexuales y, según se especifica en la web de la Comunidad de Madrid, “en los últimos años se ha observado un incremento en el número de casos con estas características: robos, homicidios, sedación e incapacitación de personas mayores, enfermos o niños”.

Vertido de droga en una bebida.

Este reciente caso recuerda a otro sucedido recientemente en el hotel Palace de Madrid, donde falleció el empresario puertoriqueño José Rosado a causa de la sumisión química. Su cuerpo tampoco presentaba signos de violencia, como en el suceso anteriormente mencionado, pero al analizar su organismo se encontró éxtasis líquido, que le habría sido suministrado para poder incapacitarle y acceder a sus cuentas bancarias.

Aunque en estos dos casos el móvil fue el dinero, también es muy común el uso de drogas incapacitantes para cometer delitos de índole sexual. Concretamente, según datos del Ministerio de Justicia, una de cada tres agresiones sexuales de los últimos cinco años habría estado producida por la sumisión química. Un ejemplo de ellos es el de una mujer que denunció que en 2016 dos hombres habían abusado de ella en una caravana durante el campeonato del mundo de windsurf en Las Palmas. Sin embargo, aunque mantuvo en todo momento que bebió un par de sorbos de una bebida que provocó que solo recordara “momentos puntuales” de aquel día, el Tribunal Superior absolvió a los acusados debido a la falta de pruebas.

Debido a este precedente, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias insta a los afectados por este tipo de delitos a someterse a pruebas que puedan demostrar haber sido víctimas de sumisión química. Según un escrito del Consejo General del Poder Judicial al que ha tenido acceso elcierredigital.compueden detectarse más allá de las 72 horas en las que la sustancias permanecen en el organismo. Concretamente, estas drogas dejarían rastro hasta seis semanas después de la agresión.

El Tribunal Superior certifica de este modo que “no sólo los análisis de sangre pueden detectar estas sustancias que, por otro lado y respecto a esta concreta analítica, sólo es rastreable durante las siguientes 24 horas a la ingesta, sino que en análisis de orina deja huella durante un periodo de cinco días, y los rastros en el pelo alargan su rastro de cuatro a seis semanas posteriores a la ingesta”.

Los peligros de las redes sociales de citas

Según datos del portal Statista, en 2021 aproximadamente el 12,83% de la población española utilizaba redes sociales de citas, por encima de países como Francia y Alemania. Tinder es una de las más utilizadas, con unos 60 millones de personas a lo largo del globo terráqueo que se unen a esta app para conocer a gente o encontrar el amor.

Apps de citas.

Esta tendencia se ha visto notablemente incrementada debido a la pandemia, con usuarios entre los 18 y 25 años principalmente (los también llamados Generación Z). “2020 lo ha cambiado todo. La pérdida y la soledad que el confinamiento provocó en las vidas de los jóvenes ha propiciado una nueva fase en su intención de quedar con alguien o para encontrar nuevas formas de conectar”, decía Vicente Balbestre, director de Comunicación de Tinder en el sur de Europa.

Aunque esta práctica tiene sus aspectos positivos, como la reducción de distancias o la posibilidad de conocer a nuevas personas en situaciones adversas como la vivida por la Covid-19, también encierra sus elementos negativos ya que en muchas ocasiones, se utilizan con fines delictivos. Uno de los ejemplos más conocidos es el del mediático timador de Tinder, que se ganaba la confianza de sus víctimas a través de esta red social para, posteriormente, estafarlas.

Por otra parte, estas redes sociales incluirían malas prácticas como propaganda política por parte de los usuarios (en Estados Unidos, por ejemplo, hubo usuarios que hacían propaganda para votar a determinado candidato en las elecciones presidenciales) e incluso la compra-venta de droga. Con perfiles que usan emojis específicos para indicar que venden sustancias, los camellos se esconden en las redes sociales de citas, especialmente en las dedicadas a público homosexual, para vender sus mercancías. 

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