El pasado 15 de julio fallecía a los 87 años el dibujante barcelonés Francisco Ibáñez, padre de sagas como Mortadelo y Filemón, Rompetechos, 13 Rue del Percebe, Pepe Gotera y Otilio y El botones Sacarino. 

El dibujante más importante de la historia de España, y quizá uno de los cinco grandes autores de comic en castellano a nivel mundial, se marchó sin recibir algunos reconocimientos que presumiblemente le pertenecían. 

¿El motivo? En los últimos años la simpatía que derrochaban generaciones de españoles hacia este estajanovista se rebajaron tras salir a la luz denuncias por sus plagios, negros y colaboradores invisibilizados. 

El Ayuntamiento de Barcelona prepara homenaje

El Ayuntamiento de Barcelona prepara la colocación de un semáforo con los personajes de Mortadelo y Filemón. El alcalde Jaume Collboni ha aceptado la idea servida por el profesor navarro Francisco Javier Ibáñez, que no guardaba parentesco alguno con el dibujante. 

Propuesta de semáforo. Vía: Twitter de Francisco Javier Ibáñez. 

Una ciudad danesa le sirvió de profesor al navarro, tal y como ha explicado en La Vanguardia: "En la ciudad de Aarhus hay unos semáforos muy simpáticos de vikingos que hacen honor a sus antepasados. Al verlos, pensé que tendría todo el sentido del mundo trasladar esta idea a Barcelona con Ibáñez. Filemón, que siempre refunfuña, es el que da órdenes, así que sería el rojo. Y Mortadelo, el verde, paseando tranquilo". 

Sombras

Ibáñez se convirtió en el rey del comic español a partir de los años 60. Eso sí, lo hizo plagiado de forma abundante al dibujante belga André Franquin, creador de Spirou o Tomás el Gafe, utilizando a colaboradores que invisibilizó y, en un hecho que quizá habría que achacarle a la editorial Bruguera, utilizando a negros. 

Su eterno ayudante Juan Manuel Muñoz denunció en 2018 en la revista Canino que su nombre había sido borrado de la historia a pesar de llevar 35 años colaborando con él: "Ibáñez me da el dibujo a lápiz bastante plantado. Yo lo perfilo, lo ajusto y lo redibujo buscando que las proporciones y el aspecto de los personajes sea cuanto más homogéneo mejor (. . .) La fase siguiente es pasar a tinta las páginas, realzándolas y dándoles el mejor aspecto, pero manteniendo ese aire inconfundible del estilo de Ibáñez". 

"No ha sido fácil para mí oír una y otra vez cómo negaba mi existencia. Quizás cree que decir públicamente que tiene un ayudante desde hace más de 35 años lo desmerece como creador. Es posible que algún día justifique la injusticia que ha cometido conmigo, que he dedicado toda mi vida profesional a sus personajes", añadió. 

En 2019 en los títulos de crédito de un álbum de Mortadelo y Filemón al fin apareció el nombre de Muñoz. 

Sin Princesa de Asturias

En los últimos años personalidades de la cultura pidieron la concesión del Premio Princesa de Asturias a Ibáñez, que se quedó sin premio por denuncias como la del dibujante David Rubín: "Hoy Ibáñez representa no acreditar ni reconocer a los miembros de su equipo, relegados a la categoría de negros. Representa el plagio, copiar sin manías a otros autores y no querer admitir las evidencias". 

El crítico Gerardo Vilches, en Ara, afirmó que hay series enteras de Ibáñez "que son un catálogo de plagios de André Franquin, como El Botones Sacarino, inspirado en Sergi Grapes y vestido como Spirou.13 Rue del Percebe es una idea de Vázquez que después desarrolló Ibáñez. Y el diseño del primer Mortadelo es sospechosamente igual que el de Fúlmine, un personaje anterior del argentino Guillermo Divito. No compro el argumento de que esto era normal en la época. Si lo comparamos con Vázquez, Escobar o Jan, es evidente que Ibáñez tiene un volumen de plagios muy superior". 

Arriba Tomás el Gafe, abajo un caso de plagio de Mortadelo y Filemón. 

En el medio francés Lagaffemegate.fr se denuncia que "Francisco Ibañez copió, plagió, imitó, recopió y saqueó a Franquin". Y dice que "Francisco Ibañez es un autor de cómics muy popular en España. En Francia o en Bélgica, Ibañez es poco conocido. Sólo sus personajes principales, Mortadelo y Filémon, han sido aquí editados en álbumes. Si coges un cómic de la serie El botones Sacarino de Francisco Ibañez, inmediatamente te darás cuenta que el personaje está profundamente inspirado tanto por Gastón Lagaffe como por Spirou". 

"Sacarino, como Gastón, trabaja en una oficina, donde no hace nada muy útil, al contrario, comete tropelías todo el tiempo. Tiene un gato, y su principal preocupación es alimentarlo. La cara de Sacarino es claramente una copia de la de Gastón, exceptuando el cabello. Si Sacarino no repitió el traje de Gastón, fue solo para apropiarse del de Spirou, ya que trabaja en una oficina", añaden. 

Ibáñez se llevó premios como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2001 o la Cruz de Sant Jordi 2021, y quizá debiera haberse llevado alguno más por haber enamorado con su infatigable trabajo a cuatro generaciones de españoles, y algunas de alemanes (ya que Mortadelo y Filemón arrasó en el país teutón). 

El dibujante se atrevió con la sátira política y se atrevió a alumbrar personajes políticamente incorrectos. Pero quizá también fue verdugo por algunas prácticas de su tiempo como ocultar colaboradores o plagiar a terceros para mantener el gran ritmo exigido por Bruguera.