Juan Pardo y su vida contada por él a Encarna Sánchez (II): "Julio Iglesias se hizo novio de Isabel Preysler en uno de mis recitales"

Pocos días después de la celebración del 81 cumpleaños del reconocido cantautor Juan Pardo, elcierredigital.com recupera la segunda parte de un documento histórico sonoro prácticamente inédito sobre su vida. El mallorquín, hoy con un estado de salud delicado y retirado como pintor en su Galicia adoptiva, relató las anécdotas más personales de su historia como artista y exmiembro del grupo 'Juan y Junior' a la locutora almeriense Encarna Sánchez. 

La labor de investigación de los periodistas Juan Luis Galiacho y Pedro Pérez, autores del libro Encarna en carne viva de La Esfera de los Libros, nos ha permitido acceder a las grabaciones de su conversación en antena con la periodista ya fallecida.

A continuación, elcierredigital.com reproduce la segunda entrega de un serial de varios capítulos donde plasmamos todo lo que Juan Pardo contó a Encarna Sánchez en un documento histórico en la radiodifusión española. El primer episodio de "Vivir para contarlo" con Juan Pardo se emitió a principios de la década de los noventa. El programa arrancaba con unas palabras de Encarna Sánchez en las que indicaba que en estas memorias son, precisamente, los protagonistas quienes "cuentan su propia historia con encanto y desencanto, con frustraciones y aciertos, con alegrías y con penas, con recuerdos con miedos y siempre con su propia voz".

Juan Pardo: Nuevas etapas, cambios y aprendizajes

La locutora Encarna Sánchez arranca esta segunda parte de su 'coloquio' con Juan Pardo animándole a hacer un análisis del trasfondo de sus temas: "¿Sabes, Juan? Y a mí que me parece que tus canciones dicen todo sobre ti. Y aún en tu etapa de madurez, delatan ese niño que llevas dentro, Juan. Tú dices que la música es magia, y desde aquel 1969, en el que comenzaste a volar en solitario, no has dejado de subir, y subir, y subir, con tus alas".

Ante estas palabras Pardo respondía: "Las canciones me delatan. Las canciones... nunca puedo con ellas. Y lo puedo explicar, cuando he querido hacer una canción alegre, a lo mejor sale una canción triste, y viceversa; cuando estoy en el ánimo más triste, maravilloso del mundo, sale un disparate de tema. Y entonces me voy dando cuenta de que puedo copiar una frase gloriosa de Miguel Ángel, que terminando una escultura suya, le dijeron: 'Maestro, qué difícil ver dentro de esa mole de piedra, ese Moisés, que casi habla'. Y dijo él: 'No creas que es tan difícil. Solamente aparta la piedra que sobre, y ya verás cómo estaba allí dentro, escondido, ¿no?'".

Carátula de 'Juan y Junior'.

Con humildad, Juan Pardo prosigue: "Entonces, yo no me considero genio. Yo creo que las canciones vienen a través de mí. No son mías. Aparecen cuando yo estoy tan tranquilo, me sorprenden, y me vuelvo a llevar un susto. Digo, ¿pero yo he hecho esta canción?, con la duda subsiguiente de decir, ¿seré capaz de hacer otra canción? Hoy en día, que tengo ya un bagaje enorme de temas, cada vez que me siento y necesito nuevos temas, hay un sudor de decir: ¡Dios mío, vendrá algo maravilloso! Porque cada vez vas poniendo el listón un poquito más alto, te exiges más, pero realmente la experiencia no sirve para nada. Sirve para hacer canciones frías. Para completar un tema, a lo mejor sí. Pero la experiencia, para hacer una canción alegre porque está de moda, eso no funciona. Tiene que estar esa magia que cuando estás tan tranquilo, sin más ni más, nace una canción, como nace una flor más dentro de una rama que parecía que estaba seca ya".

Entonces Encarna Sánchez le plantea: "Oye, Juan, a finales de los setenta, ¿no viviste un periodo de cambios en tu vida? Sí, claro. La reflexión, el replanteamiento, forma parte de la música también. Y de nuevo y como siempre, la duda, Juan, la duda. La eterna compañera de los espíritus sensibles, de la gente con talento, la eterna duda que parece no querer abandonarnos nunca. Ni a ti tampoco, Juan, ni a ti tampoco".

El cantautor mallorquín retoma la palabra y reflexiona sincero: "Por suerte, a través de mi paso por 'Los Brincos', por 'Juan y Junior' y en solitario, tras haber caído muchas veces, haberme pasado discos que realmente no tenían mucho que contar y forzarlos con la popularidad que yo tuviese, ves que no caen, que no captan en la gente. Entonces, tienes que tener la humildad de reconocer que te has equivocado. Digamos que 'No me hables' y 'Bravo por la música' fue el resurgir, pero sí dos años de silencio, reciclándome.

Primero dejé de grabar para ver si podía descansar, para ver si lo que hacía era mejor. Al año de no grabar no tenía temas, no me gustaba lo que estaba haciendo y también vi que no me reclamaban insistentemente. Es decir, ¡oye, vuelve a tu sitio! Me daba cuenta de la prescindibilidad de mi situación y eso te humillaba un poco, porque tienes una vanidad oculta. Es decir, ¡oye, soy capaz de hacer canciones! No me las pedían y yo iba como hundiéndome lentamente en una especie de, no sé si borrachera o una especie de letargo. Pero no salía con temas buenos, entonces llegué a una buena conclusión. Esa ducha de humildad de ver que no te llaman, que no te necesitan, que siempre hay otros, me hizo ponerme a componer con serenidad, tranquilamente. Voy a hacer temas y si realmente me gustan los presentaré. Y si no, pues a lo mejor es mi tiempo de desaparecer, porque a lo mejor ya he cumplido, ya he hecho las canciones que tenía que hacer.

Con una humildad bastante más serena presenté los nuevos temas, empecé una nueva etapa con otra compañía discográfica y hubo una respuesta inmediata muy bonita, porque ya no salía como un jovencito con nuevas canciones, salía como un hombre maduro que va teniendo canas y que va presentando un nuevo trabajo. Yo creo que fue interesantísimo para mí aprender a sentirte desconocido, a pasar por la calle, que ya son menos los autógrafos que te pedían, aunque siempre con una sonrisa la gente en la calle, con un cariño, un bonito recuerdo.

Esa etapa para mí significó mucho, es un nuevo aprendizaje, un nuevo empujón y un nuevo agradecimiento a la música, porque a través de música de repente te encuentras con otras generaciones, con otros amigos y con otras formas de hacer canciones".

Pardo prosigue su relato y recuerda los importantes momentos de su carrera: "Significa mucho, muchísimo, 'Caballo de Batalla'. Es un clic en mi vida. Coincidió con infinidad de cosas tristes y alegres: separación anímica de mi matrimonio, ruptura, encontrarme yo con esos 40 años que te asusta mucho cumplir, verme bien pero también verme caminando hacia una segunda mitad de tu vida... Entonces en la canción me descubre mucho, te dice: caballo viejo, cansado, etcétera, pero tú caballo jovencito no patees muy alto porque todavía tengo voz. Cosas de estas que son, si quieres un poco infantil, pero es muy real y muy sincero.

Entonces me dan una respuesta a eso y es como cuando te animan: si te aplauden eres capaz de dar el triple salto mortal, pero si te silban ya te va a costar mucho dar el triple salto porque dices no, me parece que es el momento de irme. Y a partir de 'Caballo de Batalla' nace otra etapa muy muy especial, otros ciclos, altos y bajos, canciones mejores o peores. Y ahora, me encuentro un nacimiento, una etapa importante de mi vida".

De nuevo Encarna Sánchez se adentra en los pasos adelante en la carrera de Juan Pardo: "Una nueva etapa, Juan. Y un vuelta a empezar. Y recoger la experiencia y fundirla en nuevas sensaciones para dar un salto importante internacional. Y de pronto, Juan, te descubres a ti mismo en boca de muchos sudamericanos. Y los que siempre creyeron en ti despejaron esa eterna vida. Y viene un fuerte 'Bravo por la música' en el año 83 y 'Qué tienes en la cama' en el 86. Pero sobre todo, Juan, vino lo más noble: reconocer que siempre queda algo por aprender, que nunca ningún ser humano sabe lo suficiente".

Juan Pardo responde: "Yo soy persona de equipo, lo he sentido desde el principio y no sé explicarte, no sé poner en el nombre de una sola persona, en cambio sí los equipos de cada época. Recuerdo nombres como Luis Artorius, desaparecido ya, que fue un entusiasta, no mío sino de 'Los Brincos', que nos puso en vereda a todos porque éramos muy jóvenes con muchas ideas sueltas y él nos centraba. En etapas siguientes 'Juan y Junior', era un productor inglés, Mike Smith, que sin entender demasiado lo que hacíamos, vibraba mucho con nosotros y nos exigía.

Pero es que yo no te puedo dar un solo nombre, creo que en cada nueva empresa, en cada trabajo, no lo he hecho muy aislado. Lo he compartido con toda la gente de alrededor, con mi mujer, con mis amigos, les he hecho oír canciones, me ha gustado escuchar no el halago, sino decir ¿qué opináis de esto?, pues estupendo y tal. Y como buen gallego escuchaba mucho, me fijaba mucho, como decía el del búho, y al fijarte pues probablemente he corregido muchos errores".

Encarna además recuerda la parte no tan bonita de su camino: "También ha habido críticas Juan, críticas no siempre justas, como casi siempre. A veces no es suficiente con volcar toda la profesionalidad, la categoría, el talento, la ilusión y la experiencia en un oficio. De vez en cuando sale una mano enfundada en un guante que intenta darnos un zarpazo".

Juan Pardo en su juventud.

Y Pardo se confiesa: "Yo soy tan superviviente, tengo un instinto de conservación tan desarrollado, que realmente me he cubierto una capa de amianto para toda la zona dura y me he abierto la tienda de campaña hacia la luz, siempre. Indudablemente ha habido palos y ha habido cosas muy injustas, frases de esas que se te quedan grabadas, pero que luego el tiempo las suaviza. No hay cosa mejor que seguir trabajando y superar esa etapa mala. Intento acordarme de alguna crítica que me hubiese hecho daño, sorpresa y tal, y me viene un titular muy duro.

Había preparado un concierto de los que luego se pusieron de moda, aquellos recitales en los teatros de Madrid. Yo soy el pionero en el Carlos III, fíjate, ya ha desaparecido el teatro, que era precioso. Hice un recital muy bonito con músicos sensacionales. Estaba Juan Carlos Calderón, muchísima gente... Y como anécdota te contaré que Julio Iglesias me dijo que ahí se hicieron novios Isabel Preysler y él. Bueno, que habían ido, nos aplaudieron y tal, creo que dimos un recital muy muy bonito, era un intento precioso. Y, por supuesto, cuidé mucho también la aparición. Me habían puesto un traje impecable blanco para la primera parte, un traje negro para la segunda parte, de lo más folclórico yo. Y entonces en el momento de las primeras críticas, lo que leí en un periódico, que me dolió fue: 'Lo mejor del recital de Juan Pardo, su sastre'".

Encarna le recuerda: "Te lo dije Juan, te lo digo, esa mano que siempre acecha. Pero aún así, la música tuya Juan, tu música, nunca dejó de ser un vehículo de situaciones y de emociones, de sensaciones que mañana una vez más van a dar forma a tus miedos, a tus fracasos si los hubiera, a tus aciertos casi siempre. Pero no solo en la canción Juan, también en la vida, porque en la vida es donde hay que ser y estar. Tú diste forma a muchas cosas, por darle forma, diste forma hasta al amor".