10 de mayo de 2024
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FIN DE SEMANA

Mientras Carlo Costanzia, hijo de la actriz, cumple condena por estafa, él resucita un negocio minero tras pérdidas, subastas y sentencias contrarias

Javier Merino, ex de Mar Flores, vuelve a sacar cabeza a nivel mediático tras 10 años de 'vía crucis' empresarial

El Cierre Digital en
/ Flores y Merino
Javier Merino toma aire a nivel mediático gracias al joven Carlo Costanzia, que cumple condena de privación de libertad de 22 meses por estafa y que desveló que en sus horas más bajas fue ayudado por el abogado y empresario. El ex de Mar Flores agradece el capote del hijo de la exmodelo tras sufrir una década de 'vía crucis' empresarial marcada por derrotas judiciales, pérdidas a nivel empresarial y ejecuciones y subastas de sus principales propiedades.

Mucho ha llovido desde que el hermético abogado Javier Merino saltase al papel couché al enamorarse de Mar Flores. El heredero de una acaudalada familia se ennovió en 1999 con la célebre modelo y 2 años después se casó con ella. 

Fruto del matrimonio nacieron cuatro hijos varones, Mauro, Beltrán, Bruno y Darío, que contribuyeron a que la pareja proyectase una sensación de estabilidad que tanto le interesaba a Flores, que en 2011 le decía a Vanity Fair sobre Merino que "cuando envejezca le cuidaré porque él me ha cuidado a mí como una reina"

Algunos le recordaron este asunto a Flores cuando ambos cesaron su convivencia en 2016 para divorciarse. 

El rey de los problemas

Ese 2011 Merino perdió el aura de empresario prestigioso y en la última década su fama se ha transformado en pésima tras declararse el concurso de acreedores de tres de sus compañías, Star Petroleum  Red, Multipromotur y Multipetróleos. 

El Banco Santander le pide 2 millones de euros (por lo cual se ha embargado una casa rural y una gasolinera), pero en 2011 a Merino ya le manchaban las polémicas tras ser condenado por uso de información privilegiada en una venta de acciones de la compañía Cartera Hotelera (de la que sabía que iba a bajar en Bolsa). 

La sentencia definitiva por este asunto le cayó en 2013: un año de cárcel y millón y medio de euros, ahí es nada. Y ese mismo año le fue embargado su yate familiar 'ibicenco' valorado en 6 millones de euros, que pudo recuperar 2 años después

Hacienda tras sus pasos

Hacienda acusó a Merino de simular tener su residencia en Portugal entre 2000 y 2001 para pagar menos impuestos, pero la Justicia le absolvió con polémica tras varios recursos. Mientras se esforzaba en los tribunales, las constructoras, empresas dedicadas al petróleo y compañías hosteleras se iban al suelo. 

Fuentes cercanas al empresario reconocen que a Merino le dolió especialmente perder la Sala Fortuny del barrio madrileño de Chamberí, que salió a subasta por 23,5 millones de euros y fue adjudicada por 16,5 a los hoy huéspedes del restaurante y coctelería que aloja. 

El anuncio de Mar Flores en la revista ¡Hola!.

El fisco también persigue a empresas de Merino, que se lamenta por ser calificado de deudor de Hacienda cuando él no tiene ninguna deuda con la caja pública. Eso sí, dos de las empresas a las que ha estado ligados sí que las tienen: Multipetróleos debe 1,2 millones de euros y el Grupo Empresarial Mena más de 3,8 millones de euros.

Entre Castilla-La Mancha y Sudán del Sur

Merino, que "sigue muy tocado a nivel empresarial", señalan fuentes de su entorno, va a intentar resucitar un proyecto que fue tumbado por Podemos en Castilla-La Mancha en 2017, tal y como destapa Eldiario.es y ha podido confirmar este periódico. 

La empresa Quantum quiere extraer monacita del Campo de Montiel, Ciudad Real, con un proyecto que nació en el tiempo del Gobierno regional de María Dolores de Cospedal, que dio luz verde al mismo sin siquiera tener que pedir permiso de impacto medioambiental. 

La vuelta del PSOE al poder con ayuda de Podemos tumbó el posible negocio, cuando ya Merino había logrado permiso para realizar las primeras catas a pesar del enfado de ecologistas y de la sorpresa de técnicos medioambientales de la Junta regional. 

A este escándalo se le une la actividad de Star Petroleum, que Merino capitanea en Sudán del Sur para enfado de una ONG, Global Witness, que dio publicidad a la subasta de una finca gaditana con gasolinera valorada en 3,7 millones de euros perteneciente a esta compañía, participada en su día por el empresario de origen iraní Massoud Zandi o el mediático Juan Luis Cebrián

La ONG en referencia a Merino señaló que la petrolera estaba "íntimamente ligada a un hombre de negocios condenado por un fraude millonario", y denunció la opacidad de la compañía, ligada a "sociedades registradas en paraísos fiscales o jurisdicciones desconocidas". 

El gigante, denunciaban, "no produce petróleo en ningún lugar del mundo" y el acuerdo que encalló se estaba "negociando a puerta cerrada, y aprovechando un vacío legal, lo que significa que Star Petroleum no ha competido con otras compañías". "Los ciudadanos de Sudán del Sur no saben quién se beneficiará de los acuerdos que firme su Gobierno", añadían. 

Capote mediático en medio de la tormenta

"En el proceso judicial me ha ayudado muchísimo Javier Merino". Con estas palabras en Telecinco, Carlo Costanzia (hijo) alababa al exmarido de su madre, que continua con su perfil bajo: "Me alegro, pero no he visto nada, no sigo nada de esto", señaló. 

Ante Kike Calleja fue más locuaz, según señaló el colaborador de 'Vamos a ver': "Tuve una conversación bastante larga con él, le agradezco que me atendiera tan amablemente porque además le pude hacer todas las preguntas que quise y me respondió con total sinceridad. Me dice que sigue manteniendo relación con Carlo hijo, pero no es una relación tan cercana como cuando estaba con su madre. Ahora es una relación más intermitente porque además él también es ahora mayor, tiene su vida". 

"Sí me ha dicho que no es una relación que siempre haya sido buena, ha pasado por diferentes momentos a lo largo de la vida... No quiere tampoco cuestionarlo, es la realidad que ha vivido Carlo y en el fondo lo que me dio a entender es que estaba muy orgulloso de que reconociera la ayuda que le había prestado y que él siempre iba a estar ahí, para todo lo que necesite", añadió. 

El capote ayuda a Merino mientras "se hunde" Flores, del que Carlo Costanzia senior podría contar algunos asuntos: "Si yo sacara todos los audios, mensajes y documentos que tengo de Mar no podría volver a España". 

Su hijo, que probó los antidepresivos a los 10 años, ha sufrido adicción a las drogas y se intentó suicidar, relató su complicada vida en '¡De Viernes!'. El joven de 31 años –al que ahora se le relaciona con la hija de Terelu Campos, Alejandra Rubio–, cumple condena de privación de libertad de 22 meses por un delito de estafa.

Carlo Costanzia. 

"Mi infancia fue difícil, nunca he sido feliz. Mis padres se separan cuando yo tengo apenas un año, esa separación tan mediática y tan dramática a mí me conlleva que en el colegio los mayores te insultan, son cosas bestias e insultos fuertes a mi madre", señaló. 

En el colegio le decían que Flores "era una tal. Son cosas muy bestias, insultos muy fuertes a mi madre, por los titulares que podía haber de ella. Un niño es pequeño, pero entiende las cosas. Era llegar a casa y estar mal". 

Ahora Costanzia parece encontrarse mejor, al igual que Merino, que intenta hacer malabares con sus problemas empresariales mientras intenta sacar la cabeza con el polémico negocio manchego del que la Junta presidida por Emiliano García-Page se tendrá que volver a pronunciar. Y esta vez sin Podemos como condicionante...

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