Carteles falsos en Mallorca para combatir el turismo masivo: “Cantidad no significa calidad”

Tras los años de pandemia, el turismo ha vuelto con más fuerza que nunca. Y no solo el nacional. Los turistas extranjeros vuelven a escoger, un año más, España como su país de veraneo. Según diversas estadísticas, Cataluña es la comunidad autónoma que más turistas internacionales recibe, seguida de las Islas Baleares. Ha sido precisamente en estas últimas en las que sus habitantes han intentado poner medidas ante un turismo que, en muchas ocasiones, califican de “masificado”.

La encargada ha sido la entidad Manacor Caterva —formada por diversas organizaciones—, que ha puesto carteles en playas de Mallorca con la intención de alejar a los extranjeros… y facilitarles una cómoda estancia a los locales. Para ello, los letreros muestran con letras grandes, en inglés y con señales, una serie de alertas que son desmentidas en mallorquín.

“Cuidado con las peligrosas medusas” o “peligro, desprendimiento de rocas”, son algunos de los mensajes que los turistas que no conozcan el idioma local verán antes de entrar a las playas. No obstante, los que sí que hablen mallorquín podrán ver, en ese mismo cartel “playa abierta. Ni medusas ni guiris”, entre otros mensajes.

Algunos usuarios de la red social X —antiguo Twitter— han alabado en la publicación con las fotografías la iniciativa con comentarios como “sois unos genios”. Otros, no obstante, se han mostrado en contra. “¿Humor? Con los avisos de peligro no se juega”, “sois unos terroristas” o “espero que no [seáis de] los que viven del turismo en la isla” son otros de los comentarios que se pueden leer.

Elcierredigital.com ha contactado con Alfonso Robledo, presidente de la asociación de Restauración, Bares y Cafeterías de Mallorca, que, como parte del sector de la hostelería, opina que la existencia de estos carteles es un hecho que “no tiene mayor importancia” porque “ha sido solo en una zona en concreto”. Aunque afirma que la existencia de estos carteles, en el caso de convertirse en algo más extendido, “no es bueno”.

'Masificación' en Baleares

Lo cierto es que, según informaban medios locales como Diario de Mallorca, este verano el municipio de Calvià ha llegado a cuadriplicar su población residente, con 24 extranjeros por cada 5 censados. El diario aporta datos de Medición del Turismo de la Estadística Experimental del INE, afirmando que un total de 248.218 personas de países extranjeros han visitado Calvià este año.

Aquests dies hem dut a terme una acció de denúncia contra la #massificació turística a les cales de #Manacor. Amb una mica d’humor, hem penjat uns quants cartells que podeu veure a les fotos. Des de Cala Morlanda fins a Cala Bota pic.twitter.com/zy1abLDbwV

— Caterva (@Caterva_mnc) August 11, 2023

Según el mencionado diario, estas cifras convierten a este municipio en el segundo más saturado de España por detrás de Salou, en Cataluña. Unas cifras que preocupan a los locales, pero que son motivo de alegría para los que viven del sector turístico, como los hoteleros. Con una ocupación del 80 por ciento en los hoteles de la zona, han conseguido facturar un 8 por ciento más que el pasado año.

En algunos lugares, según comentan expertos, se han superado las cifras de facturación del año 2019, el último antes de la pandemia por la Covid-19.

Robledo confirma para elcierredigital.com que este año 2023 está siendo un año bueno para la hostelería en las islas. “El año pasado [2022] fue un año de excepción porque la gente tenía ahorros y ganas de consumir, por lo que hubo mucho consumo. Las cifras de este año lo justo sería comprarlas con las de 2019. Todavía tenemos que esperar a septiembre u octubre para ver si la temporada ha sido buena, pero por el momento estamos en cifras superiores a 2019”, afirma el presidente de restauración mallorquín.

Cuando se le pregunta por la masificación que algunos locales denuncian, Robledo opina que “en agosto hay masificación en toda España, pero no es algo realmente escandaloso”, y afirma que “en Mallorca está repartido el turismo por zonas”. Aun así, sostiene que “hay que controlar la isla, porque todo tiene su tope”. “Si estamos trabajando todos para un turismo de calidad, el turismo de calidad no es cantidad, y para eso hay que controlarlo. Lo que pasa es que es difícil decir cuál es el tope de cierre, aunque está claro que tiene que haber un control de entrada de vehículos y de personas”.