Las primeras damas de EEUU, mujeres protectoras de los escándalos en la Casa Blanca: De Hillary Clinton a Betty Ford

La figura de la primera dama estadounidense ha sido históricamente un cargo que ha ganado notoriedad con el paso de los años, aunque no es un título que se asuma de manera oficial sino un rol que se acepta en el momento en el que el cónyuge se convierte en presidente de Estados Unidos. El interés que ha suscitado su figura se ha plasmado en numerosas portadas de las principales cabeceras de moda como Vogue o Vanity Fair e incluso se ha llevado a las grandes pantallas, pues la serie The First Lady abordará la trayectoria y los secretos de tres de las primeras damas más influyentes como Michelle Obama, Eleanor Roosevelt y Betty Ford. 

Han sido un total de 48 las mujeres que han ejercido como anfitrionas de la Casa Blanca desde Martha Curtis Washington. Algunas de ellas han tenido que hacer frente, a lo largo de su trayectoria como first ladies, a polémicas o escándalos que han llegado a tambalear su estabilidad matrimonial. Una de ellas ha sido Hilary Clinton, quien cumplía hace unas semanas 75 años y que desempeñó el cargo durante siete, llegando incluso a presentar su candidatura como primera presidenta de los Estados Unidos de América en 2008. A pesar de que la filántropa de Arkansas ostenta una fulgurante carrera política, ¿quién puede olvidar el sexgate?

'Escándalo Lewinsky'

En la década de los noventa saltó a la palestra mediática un escándalo de índole sexual que golpearía los cimientos de la Casa Blanca. El entonces presidente Bill Clinton era acusado de mantener encuentros sexuales con la becaria Monica Lewinsky, de 22 años de edad. Aunque en un principio Clinton negó aquellas acusaciones, una muestra de semen en el vestido de la joven obligó al presidente a admitir aquella relación. Aquel escándalo ocupó portadas en los medios de comunicación que le dieron el nombre de Monicagate.

Bill Clinton junto a Monica Lewinsky.

Tras el escándalo, Bill Clinton sufrió las consecuencias durante las elecciones presidenciales del año 2000, Lewinsky se convirtió en objetivo de críticas y Hilary Clinton en víctima. La entonces primera dama se enteró del sexgate en una conversación junto a su marido en la cama y aunque él lo negó hasta la saciedad, Hilary ya había escuchado ciertos rumores que giraban en torno a la figura de su marido.

El matrimonio Clinton durante un acto oficial.

Finalmente, el político de Arkansas se vio obligado a confirmar las habladurías sobre la relación inapropiada que había mantenido con la becaria. Al publicar sus memorias, la que fuera senadora afirmó que tras enterarse “estaba destrozada” y que su único afán era salvar su matrimonio. Para la sociedad estadounidense, Hilary Clinton se convirtió, además de víctima, en una “idiota” por continuar al lado de  Bill Clinton

Las infidelidades de JFK: El martirio de Jacqueline Kennedy

Una historia de amor. Eso era lo que la socialité Jackie Kennedy esperaba de su matrimonio junto al entonces político John Fitzgerald Kennedy. Un matrimonio que solo duró diez años, ya que en noviembre de 1963, tan solo tres años después de su investidura como presidente, era asesinado durante una visita estatal a Dallas. La imagen de la primera dama con su traje rosa de Chanel escapando del coche tras el atentado dio la vuelta al mundo.

John Fitzgerald y Jackie Kennedy.

Para ella, el asesinato de su marido fue una tragedia que le costó superar y aunque el amor que sentía por el político era inmenso, a lo largo de su matrimonio tuvo que ser conocedora de las numerosas infidelidades de su esposo. Anita Ekberg, Gene Tierney y Marlene Dietrich figuran entre algunas de las amantes que pasaron por los brazos de su marido, aunque la más polémica y que a lo largo de la historia ha suscitado mayor interés, fue el affaire que mantuvo junto a la intérprete Marilyn Monroe, quien llegó a hablar por teléfono con la entonces primera dama y le comentó que tenía intenciones de casarse con el presidente.

Marilyn Monroe junto a John Fitzgerald Kennedy.

 A lo largo de su "mandato", Jackie se obligó a mirar hacia otro lado y a mantener su status como primera dama y madre de dos hijos hasta aquel fatídico 22 de noviembre de 1963.

"Me llamo Betty y soy alcóholica"

Betty Ford llegó a la Casa Blanca a mediados de la década de los setenta cuando su esposo Gerard Ford se convirtió en el 38º presidente de los Estados Unidos tras la dimisión de Richard Nixon a causa del Caso Watergate.

El matrimonio Ford.

La presencia de la modelo no se limitó a ir un paso por detrás de su esposo sino que se implicó en diversas causas sociales como la lucha contra las drogas o su posición a favor del aborto y del sexo prematrimonial. Su compromiso con las causas sociales y población marginal fue duramente criticada por las altas esferas de Washington. Y más cuando llegó a declarar a los medios de comunicación que era alcohólica y adicta .

Betty Ford.

A su llegada a la Casa Blanca tuvo que someterse a una mastectomía y, de hecho, a raíz de la intervención comenzó a crear conciencia sobre el cáncer de mama entre las mujeres estadounidenses, un legado que no dudó en coger su coetánea Nancy Reagan, quien también padeció la misma enfermedad. Betty Ford también mostró su apoyo al movimiento feminista y no dudó en luchar por los derechos de la mujer.