18 de junio de 2024
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FIN DE SEMANA

Nacida en Perú, ha dado el ‘sí quiero’ en una notaría de Fuenlabrada, pero celebrará el enlace este viernes en la Hacienda Al-Baraka de Sevilla

Isa Pi se casa en secreto con Asraf Beno: Así la adoptó su madre, Isabel Pantoja

El Cierre Digital en Isa Pi y Asraf Beno tras su boda.
Isa Pi y Asraf Beno tras su boda.
Isa Pantoja ya se ha casado con su hasta ahora novio, Asraf Beno. Los ahora marido y mujer se han dado el ‘sí quiero’ en una notaría de Fuenlabrada tres días antes de la celebración que tienen prevista con sus seres queridos. Será en la Hacienda Al-Baraka de Sevilla. Es sonada la ausencia de su hermano, Kiko Rivera, pero se desconoce si la madre de la novia, Isabel Pantoja —aquella que la adoptó en Perú allá por 1996— acudirá a la celebración.

Se conocieron en 2018 mientras participaban en Gran Hermano VIP y ahora ya están oficialmente casados. Hablamos de Isa Pantoja —también conocida como Isa Pi o Chabelita, la hija de Isabel Pantoja— y Asraf Beno, que han decidido casarse en secreto este 10 de octubre en una notaría de Fuenlabrada, localidad madrileña donde Beno tiene a la mayor parte de su familia.

Isa Pi y Asraf Beno se daban de este modo el ‘sí quiero’ tres días antes de la celebración de boda anunciada para este 13 de octubre. Esta tendrá lugar en la Hacienda Al-Baraka de Sevilla y contarán con la presencia de 200 invitados. El clan Pantoja es el que de momento tiene las ausencias más sonadas. Chabelita no espera a Kiko Rivera en el enlace, y aunque sí acudirá su prima, Anabel Pantoja, queda una duda en el aire: ¿acudirá su madre, Isabel Pantoja, a la fiesta de la boda? A tres días del evento, todavía no hay nada confirmado.

Isa Pi y Asraf Beno en GH VIP.

La relación entre Isabel Pantoja y sus hijos ha pasado por muchos baches a lo largo de los últimos años, que han provocado que no sea tan buena como antaño. Lejos han quedado aquellos momentos en los que la tonadillera buscaba con ilusión volver a ser madre de nuevo.

Buscando ser madre en Perú

Era octubre de 1995, y como siempre por entonces, Isabel Pantoja estaba en el ojo del huracán mediático. Su amistad por entonces con la también tonadillera María del Monte era uno de los asuntos favoritos de la prensa del corazón del momento desde que, meses atrás, fueran fotografiadas juntas en una playa gaditana. Esas instantáneas provocaron la abrupta ruptura de la amistad entre Isabel Pantoja y la periodista Encarna Sánchez. Su relación, que tuvo un punto mercantil, hizo que la locutora de COPE enloqueciera bramando de ira y convirtiendo su micrófono en una tribuna desde la que arremeter contra Isabel y, de paso, contra María del Monte.

En ese mes de octubre fue cuando la viuda de Paquirri se animó a volver a ser madre apoyada por María del Monte. Sin embargo, la tonadillera no sería de nuevo madre de forma biológica. Recurriría a la adopción. En esas fechas, durante una gira por Latinoamérica, el empresario que llevaba sus conciertos en Perú, Domingo Castro Garanchena, le recomendó que dejara el asunto de la adopción en sus manos. Castro Garanchena tenía excelentes relaciones con el entonces todo poderoso presidente andino Alberto Fujimori y con su mano derecha Vladimiro Montesinos. Ambos protagonizaron un periodo de la historia peruana marcada por la corrupción y el nepotismo. Fujimori y Montesinos acabarían en prisión.

En noviembre de 1995 vino al mundo en Cuzco Isabel Pantoja Martín ‘Chabelita’. Claro que no lo hizo con este nombre sino con el de Andrea Celeste. Su madre biológica, Roxana Giovana Luque Sala lo eligió en honor a la telenovela que seguía en esa época, María Celeste, y a la actriz que la interpretaba, la argentina Andrea del Boca. Ni Roxana ni el padre de la criatura, Juan Carlos Rodríguez Tintaya, podían hacerse cargo de la niña debido a su situación económica y optaron por darla en adopción.

Chabelita con María del Monte e Isabel Pantoja. 

Unos meses más tarde, Isabel Pantoja solicitó entrar en la lista de posibles padres de la pequeña. La justicia peruana dio su aprobación y comienzó a estudiar el caso, aunque todo parece indicar que la cantante no tendría ningún problema para ello. Hasta tal punto parecía todo fluir adecuadamente que, tal y como publicó la prensa de la época, pasó unas semanas con la niña en un hotel. Es el 2 de mayo de 1996 cuando la jueza Margarita Aguirre da su visto bueno para que Isabel Pantoja se convierta en madre de la niña a la que llamaría igual que ella.

Desde que la tonadillera puso sus pies en Perú para recoger a su hija, se hizo evidente que contaba con el apoyo del Gobierno de la nación: acudió con el presidente Fujimori a visitar un orfanato público para contar lo bien que estaban allí los niños huérfanos y, además, el presidente acompaña a la madre y a la niña hasta el aeropuerto para despedir a la artista a pie de pista y delante de la prensa.

En Madrid, quien la esperaba en el aeropuerto era María del Monte, que se convertiría en madrina de Chabelita. La niña daría sus primeros pasos ante las cámaras, que no dejaban ni un minuto de seguir la vida de Isabel y María.

La adopción en los tribunales

Los problemas comenzarían más tarde, en 2002, cuando María del Monte había sido expulsada del círculo afectivo de la intérprete de Marinero de luces para unirse al empresario Diego Gómez. En mayo de ese año, el diario peruano Hoy aseguraba que la folklórica había pagado 80.000 dólares al entonces asesor presidencial peruano Vladimiro Montesinos a cambio de facilitar la adopción de Chabelita. Según ese diario fue el citado Domingo Castro quien hizo de contacto entre la artista y Montesinos.

Alberto Fujimori e Isabel Pantoja con Chabelita en 1996.

Por si fuera poco, en enero de 2003, el entonces presidente del Tribunal Constitucional de Perú, Javier Alva Orlandini, declaró en otros periódicos limeños que, efectivamente, la cantante pagó por la adopción de su hija. “Isabel Pantoja tuvo que pasar por las oficinas de Montesinos para facilitar el trámite de adopción”, aseguró el magistrado ya que, según él, “durante el Gobierno de Fujimori (1990-2000) no hubo nada que no supusiera un ingreso económico para Montesinos”.

A finales de 2003 Isabel Pantoja compareció ante el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco, a petición de las autoridades peruanas, ocasión en la que negó que cometiera irregularidades o pagara cantidad alguna para facilitar la adopción de su hija María Isabel. Además, aseguró que eligió el país americano para ser madre “porque en España les estaba prohibido adoptar a las viudas”. La investigación se cerró en 2004. El Tribunal Constitucional de Perú concluyó que no había pruebas contra Isabel Pantoja y que la adopción era legal. A pesar de esto, sí quedó probado que la actriz y cantante mintió cuando dijo no haber conocido a Montesinos.

Sin embargo, el asunto no se enterró y en septiembre de 2006 la Fiscalía Anticorrupción de Perú reabrió el proceso de la adopción de la hija de la cantante. El Fiscal Anticorrupción, Jorge Chávez, tomó la decisión dos años después de que su colega Juana Meza lo archivara.

La reapertura se produjo a causa de una nueva denuncia presentada en 2005 por la expolicía Julia Beatriz Escudero, hoy recluida en el penal de Santa Mónica por múltiples casos de estafa, tras un tiempo en busca y captura. Beatriz Escudero se encargó de la seguridad de Isabel Pantoja durante las semanas que estuvo en Perú para tramitar la adopción de su hija. De hasta dónde llegaron los desvelos del Gobierno de Fujimori para proteger a la diva dan testimonio los fotógrafos españoles que se trasladaron hasta Lima y que se encontraron con formas de actuar muy contundentes para evitar que se retratara a la tonadillera.

En 2003, cuando la prensa española se hizo eco del proceso judicial que ponía en duda la legalidad de la adopción de Chabelita, Beatriz Escudero se paseó por los platós de las televisiones españolas a pesar de estar condenada por estafar 60.000 dólares a un casino con una jugada de póker fraudulenta e inculpada por sobornar a miembros del poder judicial de su país.

Julia Beatriz Escudero.

El asunto generó mucha controversia en Perú y llegó a poner en aprietos a alguna productora televisiva. Mientras la exagente de policía sigue en prisión, la Justicia volvió a cerrar una vez más, y esta vez para siempre, el caso de las irregularidades en la adopción de Chabelita por falta de pruebas.

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