![Una sala de tribunal con escritorios de madera y sillas negras donde se encuentran varias personas trabajando frente a computadoras.](https://elcierredigital.com/filesedc/uploads/image/post/5200700_1200_800.webp)
Un vecino de Lugo admite su paternidad tras 45 años: 'Un final bonito de su historia'
El abogado Fernando Osuna explica que "es un caso 'atípico' ya que se han reconciliado en lo judicial y en lo personal"
Un juicio por paternidad ha puesto fin a 45 años de incertidumbre y distanciamiento entre un hombre de Lugo y su hija biológica, quien decidió demandar tras décadas de ausencia. El caso, que ha conmovido a la comunidad, concluyó de manera inesperadamente positiva cuando el padre admitió la relación y asumió su responsabilidad sin necesidad de realizar pruebas de ADN.
El proceso legal se inició tras la demanda presentada por la hija, quien durante toda su vida había luchado por obtener el reconocimiento paterno. Según la documentación del juicio, la madre de la demandante mantuvo una relación de noviazgo con el demandado por más de ocho años. Fruto de aquella relación nació la hija en cuestión, cuando ambos progenitores tenían 20 años.
![Una catedral iluminada por la noche con un cielo oscuro y edificios alrededor. Una catedral iluminada por la noche con un cielo oscuro y edificios alrededor.](/filesedc/uploads/image/post/europapress-4622684-vista-catedral-lugo-iluminacion-10-agosto-2022-lugo-galicia-espana-hoy_1200_800.webp)
El abogado Fernando Osuna, representante legal de la demandante, señala para elcierredigital.com que: "Lo bueno y lo mejor es que se han reconciliado. La historia ha acabado bien en lo judicial y en lo personal".
Osuna también ha explicado que la abuela paterna tuvo trato con la niña hasta los 9 años. "Ahora la mujer tiene 45 años. La relación era casi de familiar desde mucho antes de llegar la demanda de paternidad".
Una relación paterna intermitente
Pese a la duración del noviazgo y el nacimiento de la niña, el padre nunca llegó a formalizar legalmente su paternidad. A lo largo de los años, la relación entre la hija y su familia paterna fue intermitente.
Durante los primeros años, la familia del padre la aceptó y compartieron algunos momentos juntos. Sin embargo, con el tiempo los encuentros fueron menguando. En parte, por las tensiones familiares. Y también por el temor de los abuelos paternos a que la madre de la niña pudiera llevársela y apartarla definitivamente del entorno del padre.
![Un hombre de mediana edad con cabello canoso y traje oscuro sonríe a la cámara. Un hombre de mediana edad con cabello canoso y traje oscuro sonríe a la cámara.](/filesedc/uploads/image/post/image-2022-10-27-171846809_1200_800.webp)
Según detalla Osuna para elcierredigital.com: "La madre de la mujer estuvo de noviazgo con él desde los 13 hasta los 20 años. Ahí se quedó embarazada y hubo mucho distanciamiento porque él no quería casarse. Ella sí, pero al final no surgió. La madre cortó la relación cuando la niña tenía unos 10-11 años”.
“Hasta entonces la madre del padre actuó como abuela y él como padre. Pero se fue dejando y la paternidad quedó sin reclamar o ‘vacía’ hasta ahora. En parte por desconocimiento, mucha gente no sabe que estas situaciones se pueden presentar ante un juez".
La ruptura definitiva
Uno de los episodios mencionados en la demanda detalla cómo la familia paterna impidió que el padre se desplazara con la niña y su madre. Le retuvieron las llaves del coche para evitar cualquier viaje que pudiese suponer un acercamiento entre ellos. Esta situación de inestabilidad emocional y rechazo terminó afectando profundamente a la hija, que finalmente optó por cortar todo vínculo con su familia paterna.
El último contacto entre padre e hija se produjo cuando la demandante era aún una niña, que fue de vacaciones junto a su progenitor, su mujer y su abuela paterna. A su regreso, la relación quedó completamente rota. Desde entonces, el padre no se había preocupado por ella, lo que llevó a la demandante a buscar justicia a través de los tribunales.
El juicio y la reconciliación
El juicio tuvo lugar el 4 de febrero y la sentencia fue dictada este miércoles. "Ellos se mostraron cercanos, al principio fríos, pero poco a poco se fueron animando. También tengo noticias de que hace pocos días fue el cumpleaños del padre y ella lo felicitó. Este es un ejemplo de los intentos que hacen para recuperar esa normalidad", añade Osuna.
![Una sala de tribunal vacía con un escritorio de madera, una silla negra y documentos apilados sobre la mesa. Una sala de tribunal vacía con un escritorio de madera, una silla negra y documentos apilados sobre la mesa.](/filesedc/uploads/image/post/fotonoticia-20220207120856-690-1_1200_800.webp)
En la demanda presentada, se destacan varios elementos que acreditaban la relación biológica entre ambos. Entre ellos, el notable parecido físico entre padre e hija. También documentos oficiales en los que figuraba su nombre, aunque sin información adicional que permitiera confirmar el vínculo legalmente.
Finalmente, al verse frente al tribunal, el hombre reconoció los hechos y asumió su paternidad sin que fuese necesario recurrir a pruebas genéticas.
Un final esperanzador
Pese al dolor y el sufrimiento acumulado por la hija durante décadas, el desenlace de esta historia ha sido inesperadamente positivo. Tras el reconocimiento judicial, ambos han manifestado su intención de iniciar una nueva etapa en su relación. Según Fernando Osuna, padre e hija han comenzado a tratarse con una actitud abierta y conciliadora, con la esperanza de construir un vínculo sólido a partir de ahora.
"Esta reconciliación es especial, no solo porque queda demostrada vía judicial, sino que es real y efectiva", destaca el abogado Osuna.
El caso ha generado un amplio debate en la sociedad sobre la responsabilidad paterna y el impacto del abandono en la vida de los hijos. La hija, ahora adulta, ha expresado que valora el paso dado por su padre y está dispuesta a mirar hacia adelante. Por su parte, el hombre ha reconocido su error y ha asegurado que tratará de recuperar el tiempo perdido con su hija.
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